—Hijo —la voz de Mikoto, mientras comían el pastel de navidad, captó la atención de Sasuke. Él había pasado del postre porque no le gustaba mucho el dulce, pero Sakura terminó convenciéndolo de comer un par de galletas y té para que no abandonara la mesa. Incluso él estaba sorprendido de la facilidad con la que lo logró—. Escuché que también quieres remodelar aspectos de la casa de la ciudad.
—Trabajaré desde ahí durante las remodelaciones, pero voy a ocupar una de las habitaciones de invitados con todo lo necesario para trabajar tranquilamente. No es necesario que esté en el edificio por ahora —se encogió de hombros.
—¿Qué pasa con tu estudio en casa? —preguntó, Itachi, confundido. La mirada del menor habló por sí misma, no queriendo recordarle en voz alta lo que sucedió ahí.
—El espacio no es muy grande, en primer lugar —se encogió de hombros—, así que lo convertiré en un jardín de interior. Hará del aire más puro, siempre habrá un aroma agradable, aunque serán solo plantas que vivan con poca luz —explicó.
—Suena increíble —comentó, entonces, Sakura.
—Oh, ya que estarás haciendo todos estos cambios —empezó, Mikoto—, ¿porqué no le pides ayuda a Sakura? —las palabras de la mujer captaron la atención de los Haruno, quienes estaban convencidos de que él mantendría distancia—. Aunque no estará lista la oficina pronto, puede empezar ayudándote con tu nuevo estudio.
—¿A qué te refieres, madre?
—¿No te lo dije? Sakura redecoró completamente su habitación, ahora parece más agradable y juvenil. Tiene un gusto exquisito. Los colores son sobrios, pero muy agradables, ¿sabes? Y agregó toques rosados impactantes pero muy apropiados, también colocó luces... nunca se me habría ocurrido algo tan divertido —admitió.
—¡Oh! En ese caso, podrían cambiar toda la decoración del departamento —dijo, de repente, la muy embarazada Izumi. Así, miró a Sasuke queriendo convencerlo, en una intención de que viera que ella comprendía ahora el motivo de todos esos cambios—. La casa sigue igual a como era hace tres años, cuando fue la boda —al escuchar aquello, la atención de la ojijade se enfocó en la conversación—. Creo que es momento de sacar todo y reemplazarlo por algo nuevo.
—Creí que intentábamos hacer que Sakura recuerde, no que cambie todo —interrumpió, Mebuki, no muy contenta con la idea.
—Me gusta la idea —contestó, la aludida—. No he ido a esa casa, aunque sé que viví ahí por un tiempo, pero quisiera hacerlo. Podría ir, quedarme unos días y conocerlo, quizá eso me haga recordar algo —la idea detuvo a la mesa, quienes la miraron, muy concentrada en el pastel para darse cuenta—. Tengo una habitación y ropa ahí también, ¿no?
—¿Quieres vivir con Sasuke? —cuestionó, Mebuki, asombrada.
—Solo serán unos días —se encogió de hombros—. Creo que podría ayudar a mi recuperación, y a que me inspire para la nueva decoración —sonrió amplio—. Es lo único que no hemos intentado, ¿verdad? Quizá no sirva de mucho, pero...
—Definitivamente, debes hacerlo —la voz de Mikoto respondió, por cuenta propia, a lo que la chica proponía. Así, Sasuke suspiró.
—En ese caso, los Haruno también deberían venir —dijo, Sasuke—. Estarán con ella si los necesita, mientras yo estaré trabajando. Izumi no puede moverse mucho y necesito tanto a Itachi como a mi padre en las oficinas. Incluso mi madre podría ir.
—No quiero dejar la casa sola —decidió, por otra parte, la mayor—. Ya veremos los detalles.
—Prometo que no interrumpiré su trabajo, Sasuke-sama —como si pudiera evitarlo—. No se preocupe... estaremos bien, incluso si somos solo nosotros dos.
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1600 Primaveras para Hades
FanficLos Dioses del Olimpo emprendieron una aventura saltando entre cuerpos humanos para aparecer en la tierra, al azar, como seres comunes y corrientes que traen grandes fortunas a las familias donde nacen. El único problema es que dejaron a alguien atr...