Obsesión

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Obsesión

Numero 14: En mi último cumpleaños mi padre me regalo una reproducción de un Monet. Me contó que estaba tan obsesionado con los nenúfares de su jardín, que paso años pintándolos, los mismos años que yo tengo de vida.

— Al menos podrías decírmelo a mí.

— No tengo nada que decirte.

— Daiki, estas saliendo con alguien no sé porque estas tratando de ocultarlo.

El joven detective volteó a ver a su compañera con una sonrisa de circunstancias. Pero Takamiya no cambió su postura, sus manos apoyadas firmemente en su cadera mirándolo desafiante.

— ¿Qué te hace pensar que estoy saliendo con alguien?

— Estas distraído y acabo de verte googleando flores.

Una risa le llenó el pecho a Daiki pero no la dejó salir. Había estado buscando flores sí, pero estaba buscando información de las pinturas, de las que la última nota que Saint Tail había dejado en su casillero esa mañana, hablaba. Hasta ese momento no sabía que nenúfar era el nombre esa esas plantas de pantano.

Tenía diecisiete años. Si tuviera que juntar todas las piezas ahora sabía que medía 1.52 cm. Tenía 17 años, tenía cabello rojo, solía usar zapatos altos, le gustaba el café, el arte y los súper héroes. Al menos el rango era cada vez más pequeño aunque aún no supiera a quien estaba buscando.

— Es parte de una investigación.

— Y ¿Por eso también tu chaqueta huele a perfume de lavanda? – la chica se burló de la pobre excusa que había dado.

— No lo hace. – tuvo que resistir el impulso de meter su nariz dentro de la chaqueta y oler.

— Al menos dime quien es – insistió Lina que sabía que no se estaba imaginando nada — me mata de la curiosidad saber quién pudo colarse en tus ojos, por encima de Saint Tail.

— No tengo clavada a Saint Tail en ningún lado. – Le molestaba la idea que Lina fuera por allí repitiendo eso en voz alta.

— Sí, lo que digas.

Daiki previo una mañana de muerte con los interrogatorios de Lina. Ella no pararía hasta tener una respuesta que la satisficiera.

— La semana pasada... — no se supone que difundiera información de una investigación abierta pero ¿De que otra manera empezar? — la semana pasada Haneoka Meimi, estuvo en medio de una investigación y la encontré en la delegación.

— ¡Estas saliendo con Haneoka! – La chica casi grito. Haneoka, la misma Haneoka que lo volvía loco en secundaria

— Después nos encontramos en una cafetería donde estaba haciendo una investigación y tomamos algunos tragos, me quede en su departamento, de allí debí llenarme de su perfume.

Lina se había quedado callada, giro a verla intrigado, y ella no estaba callada, sino más bien muda con la mandíbula desencajada.

— ¡Me estás diciendo que te acostaste con Haneoka! – si su tono había sido alto antes ahora definitivamente estaba gritando.

— ¡No, solo dormí en su departamento! No estamos saliendo.

— ¿Me estás diciendo – La rubia estaba más repuesta, si lo pensaba, quizá Haneoka era la única chica que había ocupado un espacio junto a la ladrona de coleta, aun si Daiki se negaba a admitirlo — que saliste con una chica de copas, te llevó a su casa, te sirvió el desayuno y no sales con ella?

— No me sirvió el desayuno, solo bebimos café. Y no, no estoy saliendo con ella.

— ¿Cuando la veras otra vez?

— Takamiya, no estoy saliendo con Haneoka, no sé si la volveré a ver en meses. Eso es todo lo que paso.

— ¡Dios! ¿Cuántos años una persona puede vivir en negación? Avísame cuando finalmente te des cuenta de que mueres por ella quieres, quiero enviarle flores de condolencias.

El profesor entró en el aula y todos los estudiantes empezaron a sentarse. Daiki quedó atrapado en sus pensamientos. Sí, le gustaba la personalidad de Meimi, su perfume y cuando pensaba en su boca... pero eso no significaba que estuviera loco por ella.

Fin 15

19/10/19

2:40 a.m.

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