T R E C E

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Chile cargó a Baires hasta la sala, donde Santa Fe yacía desmayada en el suelo. Lo dejó recostado y procedió a llamar a Uruguay, pero estaba recibiendo una llamada de Santiago.

- ¡El cabro se ve igual a España! - Gritó del otro lado de la línea. - ¡Iquique salió corriendo al verlo! - Volvió a gritar.

- ¡Los cuatro de acá están igual, incluso el CABA! - Gritó Chile cuando pudo hablar. - ¡Los demás deben estar iguales, te llamo luego, tengo que hablar con los guay! - Le gritó y antes de que el otro responda colgó.

Por otro lado, al otro lado del charco.

- Sí, debéis avisar antes, no utilicen la fuerza - Hablaba España por su celular, estando en la sala. - Desde hoy las fronteras españolas y de los Terrenos de la Plata quedan cerrados. - Afirmó serio. - Ningún país tiene permitido la entrada, si no quiere irse, lo deben detener y decirle sus derechos, luego me avisais e iré allí de inmediato - Explicó y miró a Terrenos de la Plata aún dormido. - Si Italia quiere venir, diganme de inmediato, yo hablaré con él. - Ordenó con seriedad.

Colgó al finalizar de organizar todo, suspiró y fue en busca de un traje, uno para él y otro para Plata.

(. . .)

En las siguientes horas, gendarmería de la Plata (ex argentina) estaban recogiendo a cada provincia en la ahora ex-capital Buenos Aires. Santiago del Estero y Entre Ríos fueron casi violentamente llevados, ya que Santiago de Chile y los 4 países que cuidaban a Ríos dieron algo de pelea, pero cedieron ante la presión y preocupación.
Chile fue escoltado hasta el aeropuerto para que viaje hasta sus tierras, ordenandole no regresar a menos que tenga un permiso de la mismisima España.

Obviamente los noticieros no se hicieron esperar.

"Estamos bajo la corona española."

Era la primicia en las siguientes 9 horas. Terrenos de la Plata y España llegaron a los primeros y vieron a los 23 ya despiertos y cambiados, limpios y muy serios.

- ¡Hijos! - Gritó Terrenos al verlos, sintiéndose bien de saber que ellos lo estaban. - ¿Les duele algo? ¿Estais bien? - Preguntó luego de separarse del gran abrazo entre todos.

- Estamos algo confundidos, pero todos estamos bien, y vosotros? - Habló con un fuerte acento español La Rioja.

- Nosotros estamos bien pequeña - Le respondió junto con una sonrisa.

- ¿Podemos hablar en calma? - Preguntó España y todos asintieron. - Ya que ahora sois terrenos españoles, lamento informaros que debéis cambiaros los nombres - Dijo serio y algo dolido el mayor.

- Lo lamento chicos, pero sabeis que debemos obedecer, estaremos mejor así - Les dijo Terrenos con una sonrisa algo decaída.

- ¿Vosotros nos pondréis los nombres? - Preguntó Corrientes mirando a los adultos.

- ¿No podríamos elegirlos nosotros? - Siguió Mendoza a la incógnita.

- Si vosotros lo queréis, hacedlo - Aceptó España. - Quien sea flojo levante la mano que nosotros lo nombraremos - Y velozmente varios levantaron la mano.

- Esperad, quiero informaros de que Buenos Aires será nuevamente Buen Aire, ya que el nombre me agrada demaciado - Habló Terrenos con normalidad.

Perdón. [C.H. Argentina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora