Perdón. [C.H. Argentina]

D I E S I N U E V E

- Esto es lo que piden - Dijo ONU entregandole dos hojas de papel al mayor. España los tomó y los leyó velozmente, luego se los pasó a Italia.

- Independencia y bienes comerciales para no romper lazos... - Dijo para si mismo en un tono molesto. - ¿Me dirás cuántos son? - Preguntó mirando a la organización.

- Buen Aire cuenta con el apoyo uruguayo con respecto a terrenos en forma de abastecimiento, Chile es una base de antenas y satélites, Bolivia y Paraguay se mantienen en neutralidad, mientras que se espera la respuesta de Brasil - Respondió y observó una pequeña carpeta con los datos de aquel conflicto.

- Dovremmo chiedere aiuto? Sono molti ... (¿Deberíamos pedir ayuda? Son muchos...) - Le dijo Italia al de mayor estatura.

- Hablaré con Portugal y Francia, por hombres y apoyo con armamento - Le avisó a su pareja. - Quizás... Ita, podrías pedir ayuda a Suiza, Alemania y Austria - Le dijo de corrido con una leve sonrisa.

ONU revisó los datos y habló. - No será posible que Alemania los ayude, él apoyará a Buen Aire con armas y hombres que hagan su mantenimiento - Los miró y vió el horror en el rostro del menor.

- Accadrà, Spagna, basta, ti chiedo ... Per favore (Va a suceder, España, deten esto,  te lo pido... Por favor) - Italia tomó la manga y el brazo de España de una manera un tanto fuerte. Él recordaba aún la segunda guerra, teniendo pesadillas con sus antiguos aliados a los cuales traicionó y a su gente muerta por aquellos deseos de poder que poseían.

- Muy bien... - Asintió el de rojo y amarillo.

Ambos se retiraron de la sala de juntas, dejando a ONU solo. Debían prepararse para la guerra que se aproximaba y debían saber quiénes los apoyarían en aquella falsedad.

(. . .)

- Mi pueblo, mi gente - Decía Buen Aire en un atril, con su uniforme militar bien puesto y con su hijo CABA en un mismo uniforme a su lado, al igual que sus aliados latinos. - Os juro, por mi verdadera bandera... Nuestra - Se corrigió. - bandera, que volveremos a ser quiénes siempre fuimos. - Afirmó con seriedad hacia las cámaras. - La bandera a la cual juramos lealtad volverá, la celeste y blanca con un sol en medio será otra vez nuestro símbolo y aquella tela con aquellos colores será puesta en lo más alto del mástil, dejando de lado las raíces españolas que nos heredaron hace más de 100 años - Muchos comenzaron a aplaudir, chiflar y gritar con ánimos. - Ya no más ser la sombra de un colonizador, la sombra de alguien que dicen es superior a todos nosotros... Ya no más opresión, no más castigos por ser nosotros, no más! - Gritó y calló hasta que dejaron de aplaudir. - Hoy comienza una nueva etapa de independizacion, hoy es el fin de la opresión y el regreso de una nación entera! - Con cada palabra aumentaba la voz, mirando a todos al rededor mientras movía la cabeza de izquierda a derecha todo el tiempo con su mirada fría y sería, pero con un deseo caluroso asomandose. - ¡Hoy volverá la Argentina a nuestras vidas! - Gritó finalmente, causando muchos gritos de felicidad, ánimo y muchos sentimientos entre los periodistas, ancianos, adultos y niños presentes en aquella junta sumamente importante.

CABA se acercó al atril y gritó. - ¡Somos los más heavy re jodidos! - Y su acento nativo, su argentinidad se expresó en su voz.

- ¡La República Argentina volverá a sus tradiciones y el primer sorbo de un mate volverá a ser hecho! - Gritó Uruguay acercandose y apoyando una mano en el hombro de CABA.

- ¡Volverán! ¡Y más fuertes! ¡Chile está con ustedes! - Gritó el de parche, haciendo lo que hizo Uruguay, pero en Buen Aire.

- ¡Y nosotros volveremos a ayudar a nuestros aliados, a nuestros hermanos los argentinos! - Gritó Perú con seguridad en su voz y su mirada.

La felicidad no podía contenerse, muchos comenzaron a sacar sus banderas blancas, antes con los colores de una patria fuerte, valiente, una patria que se enfrentó a mucho y seguía de pie. Aquellas tierras que guardaban muchos secretos sobre el mundo aunque parecieran simples desiertos de una historia sangrienta y de derrotas.

- ¡¿Juran luchar por la patria?! - Gritó Buen Aire, y un "¡Sí juro!" se hizo presente gracias a toda la multitud. - ¡¿Juran llevar con orgullo los colores celeste y blanco?! - Volvió a preguntar, llevandose la misma respuesta, ésta vez oyendo a CABA también. - ¡Y yo juro, frente a todos los que me miran, que lucharé hasta traer la patria de vuelta o moriré con ella! - Y los aplausos y festejos volvieron.

Sus amigos estaban felicitandolo, a todos les recordaba su juventud, cuando Virreinato decidió salir de aquel hoyo de esclavitud y se enfrentó a España por su libertad, lograndola, y llevando a sus hermanos hispanohablantes al mismo destino, nadie sería olvidado y la libertad sería de todos.