O N C E

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En cuanto México iba a saltar, se vió a Perú cargando a la provincia como podía. Fue sorprendente para los países ver que el "pequeño" Perú haya hecho algo tan arriesgado.

- ¡Wey! - México se acercó al menor en cuanto llegó a la orilla y lo ayudó a alejarse de tal. - Aquí entre nos me salvaste we, gracias y que la virgencita te lo pague - Le susurró en un momento, aunque Perú seguía tosiendo algo de agua. - Ay, dejame que te ayudo, te nos vas a resfriar pendejo!

El tricolor le sacó la camisa a Perú, la cual obviamente estaba mojada, y le pasó la suya, además del poncho y chullo del menor.

- Abrígate que hace frío - Le dijo Bolivia ya cerca, abrazandolo para darle calor.

Por otro lado, Uruguay y Paraguay se habían acercado a Entre Ríos.

- Debemos ievarlo a la cassa - Dijo el ruso y todos asintieron.

- Ustedes - Habló Paraguay hacia Rusia, Brasil y México antes de partir junto con su hermano menor. - Vuelvan a casa y comiencen a buscar a Argentina donde no hemos buscado, Chile - Miró a tal. - Entra en argentina y busca a Baires, él sabe algo, estoy seguro - Le dijo con notoria preocupación.

Los cuatro países asintieron y se fueron en dirección al aeropuerto uruguayo, donde volverían a sus hogares y comenzarían una ardua busqueda. Los 4 restantes, más la provincia, volvieron a casa del menor de los hermanos.

- Entre Ríos, dale, despertate... - Decía Uruguay acariciando la mano del menor.

- Está recuperando calor, pero, sus colores no están... - Habló Paraguay sintiendo la frente del menor.

- ¿Estás bien Perú? - Preguntó Bolivia luego de escuchar a los hermanos.

- Sí, creo - Dijo débilmente. - Estaba muy, muy frío... - Tuvo un escalofrío, por lo que Bolivia se levantó y aumentó la intensidad de la estufa que tenía Uruguay en la sala.

- ¿Qué vamos a hacer ahora bo'? - Preguntó el de rayas mirando a sus amigos.

- Queda esperar a Chile... Quizás, en unas dos horas hable de que ya está en Buenos Aires... - Respondió Paraguay y miró al peruano.

Había arriesgado su vida por una provincia, una la cual no era suya. Con eso despejaba cualquier duda que pudiera haber tenido: Perú y Argentina eran como hermanos, fieles el uno al otro.

Por otra parte, exactamente en la provincia de Buenos Aires, Santa Fe estaba atendiendo nuevamente a La Pampa, la cual volvía a tener fiebre. Baires se ocupaba de su "hijo", C.A.B.A, el cual estaba en el mismo estado (o peor) que Pampa.

Baires suspiró.

- Bai, te ves peor que antes... - Dijo Fe al verlo. - Mejor dormite, así no me das el susto cuando te desmayes - Sonrió levemente, tratando de verse tranquila.

- Estoy bien Fe, estoy bien - Habló en un ligero grito que sonó muy agresivo. - Sólo espero que Ríos esté bien... No sonaba tan bien en la llamada... - Miró a un lado, reteniendo las lágrimas que querían salir.

- Tranquilo... - Fue lo único que atinó a decir la chica.

Ambos estuvieron en silencio unos minutos, hasta que comenzó a sonar cierta música saliendo de un celular.

_ De música ligera, nada nos libra... Nada más, queda..._

- Es Santiago - Dijo y miró sorprendido a su hermana, para luego atender. - ¡Santi! ¿Estás bien? ¡CABA y Pampa están desmayados, Ríos fue a pedir ayudar a mi órden, Córdoba fue a ver la Patagonia... ¡Estamos para el orto! - Habló rápidamente explicando la situación a su hermano.

Perdón. [C.H. Argentina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora