Evan
Era la noche del miércoles y estaba en mi casa comiendo pastel de chocolate que mi madre había preparado mientras veía la televisión, cuando mi padre gruñó:
-¡Está ciudad se vuelve cada vez más peligrosa! -dijo azotando el periódico que leía en la mesa de centro.
Mi madre lo miró juntando las cejas.
-¿Por qué dices eso Robert? -preguntó con suavidad.
-Encontraron el cuerpo de otra chica en el bosque, cerca del río. -contestó- Es la tercera chica, Marie.
Picado por el aguijón de la curiosidad, presté atención a lo que mis padres decían.
-Eso es terrible. -mi madre se cubrió la boca con las manos.
-Espero que encuentren pronto al culpable. Antes de otra tragedia.
Mi padre observó que los escuchaba y me echó una mirada seria.
-Evan, cuida a Healy.
-Siempre lo hago. -dije, asintiendo.
-Es una chica muy bonita Evan, no queremos que le pase nada. Es como de la familia. -comentó mamá.
Ignoré el tono de insinuación de mi madre y continué comiendo de mi pastel, fingiendo poner atención al televisor.
-Cariño, deberías ser más afectuoso con Healy, ella es una buena chica. No desperdicies lo bueno cuando lo tienes en bandeja de plata.
Apreté mi mandíbula y dejé el plato con mi pastel en la mesa ruidosamente.
-Mamá, es mi amiga.
-Tal vez deberías considerar dar el siguiente paso y...
Me puse de pie y caminé a las escaleras. No iba a hablar de algo tan estúpido con mis padres. ¿Con qué derecho hablaban de mi relación con Healy? No iba a permitirles que hablaran de ello como si a mí no me importara.
-No hay nada que considerar. -finalicé, y subí a mi habitación frustrado.
***
El tono de mensaje en mi celular sonó y estiré mi brazo para alcanzarlo desde mi cama. Era un mensaje de Healy.
Tiens ánimos para ver unas pelís?
Rápidamente teclee mi respuesta.
Lo q sea con tal d salir d mi casa...
Esperé cinco minutos y recibí otro mensaje.
Ok. Trae palomitas y tu pijama sexy. XOXO.
Lo último me hizo reír, mandé el último mensaje y empaqué unas cosas, a Healy no le molestaría que yo me quedara a dormir, y el señor y la señora Harris tampoco tenían problema con eso. Yo era como si hijo varón que nunca tuvieron.
T refiers a mis calzones? Nos vmos en 20. XO.
Me puse la mochila en un hombro y salí de mi habitación. Mis padres estaban sentados en el sofá, mi padre me vio primero.
-¿A dónde vas? -preguntó y entonces mi madre notó mi presencia.
-¿Vas a salir a esta hora? -siguió mi madre.
-Sí. Voy a pasar la noche en casa de Healy. -contesté ambas preguntas sin mirarlos, aún estaba enojado con ellos-. Regreso mañana en la tarde.
Y salí de la casa cerrando la puerta con más fuerza de la necesaria.