Dos días antes de que Sicheng y su madre partieran hacia Hampshire, llegó un enorme montón de cajas y paquetes. Al criado le costó tres viajes llevarlos desde el vestíbulo de la entrada hasta la habitación de Sicheng, en la planta superior, donde los apilo en una montaña junto a la cama. Sicheng los abrió con mucho cuidado y descubrió al menos media docena de trajes que jamás habían sido utilizados: tafetanes y muselinas de ricos colores; chaquetas a juego forradas de gamuza suave como la mantequilla; y un traje de baile confeccionado con una pesada seda de color marfil y adornado con chorreras de delicado encaje belga en las mangas. También había guantes, pañoletas y sombreros de tal calidad y belleza que casi sintió ganas de echarse a llorar. Los trajes y los complementos debían de haber costado una fortuna; sin duda, aquello no significaba nada para los chicos Zhong, pero para Sicheng ese regalo resultaba abrumador.Cogió la nota que habían entregado junto con los paquetes, rompió el sello de cera y leyó las decididas líneas escritas a mano:
De tus hadas madrinas, también conocidos como Taeyong y Chenle. Para que tengas una caza exitosa en Hampshire.
P.D.: No irás a perder el coraje ahora, ¿verdad?
Les respondió:
Queridas Hadas Madrinas: Lo único que me queda es el coraje. Os agradezco inmensamente los trajes. No os imagináis lo mucho que me emociona poder vestir al fin ropas bonitas de nuevo. Que me gusten tantísimo las cosas hermosas es uno de mis muchos defectos. Con todo mi afecto,
SICHENGP.D.: Os devuelvo los zapatos, no obstante, ya que son demasiado pequeños para mí. ¡Y yo que siempre había oído que los chicos americanos tenían los pies grandes!
Querido Sicheng: ¿De veras es un defecto adorar las cosas hermosas? Debe de ser un concepto inglés, porque estamos seguros de que jamás se le habría ocurrido a nadie de Manhattanville. Y sólo por ese comentario acerca de los pies, te obligaremos a jugar al rouhders con nosotros en Hampshire. Te encantará atizar las pelotas con los bates. No hay nada tan satisfactorio.
Queridos Taeyong y Chenle: Estoy dispuesto a jugar al rounders sólo si conseguís persuadir a Mark de que se una a nosotros, lo que, para ser honesto, dudo mucho. Y, a pesar de que no lo sabré hasta que lo practique, se me ocurren un montón de cosas más satisfactorias que golpear pelotas con bates. Por ejemplo, encontrar marido..
A propósito, ¿qué hay que ponerse para jugar al rounders? ¿Un traje de paseo?
Querido Sicheng: Nosotros jugamos con pololos, por supuesto. No se puede correr bien con pantalón.
Queridos Taeyong y Chenle: La palabra «pololo» me resulta del todo desconocida. ¿No os estaréis refiriendo por casualidad a la ropa interior?¡No es posible que estéis sugiriendo que retocemos por el campo en calzones, como salvajes...
Querido Sicheng: La palabra procede de un, estrato de la sociedad neoyorquina del que nosotros estamos virtualmente excluidos. En América, los «calzones» son algo que llevan los caballeros. Y Mark ha dicho que sí.
Querido Mark: No podía creer lo que veían mis ojos cuando los hermanos Zhong me escribieron para informarme de que habías aceptado jugar al rounders en pololos. ¿De verdad lo has hecho? Espero, que tu respuesta sea negativa, ya que yo he dado mi consentimiento en función del tuyo.

ESTÁS LEYENDO
Verano (Yuwin)
Fiksi Penggemar"Un chico decidido a contraer matrimonio podía superar cualquier obstáculo, salvo la ausencia de un dote." Entra para conocer más UwU