SOBREVIVIENTES (#1)

ESTA ESCRITO QUE LA VERDAD DUELE

Me despierto con el ruido de una rama rota. Abro los ojos y veo a Nitreon parado frente a mí, tendiéndome mi mochila.

_ ¿Qué pasa ahora?_ Pregunto refregándome los ojos.

_ Quiero que me acompañes a ver algo.

Bostezo.

El bosque se ve muy hermoso. El sol se filtra por las hojas de los árboles, tiñendo el lugar de un único color indescriptible. Se escucha el cantar de los pájaros y el silbido del viento, acompañado del movimiento bochornoso de la hojas de los árboles.

_ ¿Para cuando, Tam?_ Insiste Nitreon, devolviéndome a la realidad.

<< ¿No prestar atención? ¡Ja! Mi efecto colateral de estar medio dominada por el sueño. ¿Acaso acabo de decir ¡ja!? >> Pienso, pero luego sacudo la cabeza. Hace tiempo que no duermo tan profundo, y simplemente estoy entre la fina linea que divide la realidad y las locuras de mi cabeza.

_ Sí, ahora despierto a los...

_ No, no hace falta. Quiero que me acompañes a ver algo._ Insiste, como si estuviera apurado.

Me lo quedo mirando incrédula.

_ ¿No recuerdas lo que pasó la última vez que los dejamos solos?_ Pregunto incorporándome. Siento más pesadas las piernas. De verdad: hace tiempo que no duermo tan profundo.

_ Es por aquí cerca, no pasará nada.

Me lo quedo mirando enfadada. Otra vez no. Aprendo de mis errores.

_ No.

Resopla y finge arrancarse los pelos.

_ ¿Cómo está tu herida?_ Pregunto cambiando de tema.

_ Mejor, pero lo estaría más si me acompañaras...

_ ¿Qué demonios es lo que tanto quieres ver?_ Pregunto, casi rogando, para que me deje de molestar con eso. O vamos todos... o no va nadie.

_ Encontré la nave que provocó la muerte de Scott.

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No se cómo pero Nitreon logró convencerme de ir con él. Pero lo hizo.

No aprendo de mis errores.

Me di cuenta fácil de a donde nos dirigíamos porque había una gran columna de humo, que salía de entre los árboles.

No estaba tan lejos de lo que pensaba. Pero lo suficiente como para perder de vista a mis hermanos, y esta vez no hay ningún Rex que los cuide.

Debo ser la persona más irresponsable e hipócrita del planeta.

_ He aquí, el asesino de James Scott._ Dice Nitreon. Me estremezco, por el tono en el que lo dijo.

_ Estás hablando de tu padre fallecido, no del helado que compraste en la esquina._ Le reprocho enojada. Nadie habla así como así de la muerte de Scott.

Me mira de forma triste y se acerca lentamente a la nave. Me hace un gesto para que lo siga.

Es más pequeña de lo que esperaba, pero comparado con el tamaño de un Urganiano, claro. Es gris metálico, con un único y gran asiento rojo, y tiene forma ovalada como buen OVNI que es. ¿Irónico, no?

Me acerco para ver el asiento. Juro haber visto que se movía. Me acerco y de la nada, algo agarra mi mochila por la parte de atrás, y me la quita sin el menor esfuerzo. Rex aparece sentado en el asiento rojo con mi mochila en la boca.

Por alguna razón, no me siento feliz al verlo. Rex estaba en la nave de Tib por alguna razón... eso quiere decir que él está cerca.

Los ojos de Rex están verdes.