Capítulo I: Cacería de Vamprios

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Lo primero que noté al entrar entre la densa capa de cuerpos sudorosos y amontonados fueron dos cosas: el aire olía a marihuana, y... nadie en la fiesta era completamente humano.

Me deslicé como la suave seda de mi vestido entre todos aquellos pares de brazos y piernas enredados entre sí, y caminé al son de la canción hip-hop que sonaban estridosamente en las bocinas. Por el rabillo de mi ojo miré a un chico latino que me observaba libidinosamente y trataba de darme una sexy sonrisa, la cual ignoré. No era noche de todo-acerca-de-mi. Era noche de negocios.

¿Viste eso?; una voz femenina con acento neoyorquino en mi mente susurró con tono travieso. El tipo te estaba devorando con la mirada. Prácticamente se considera abuso sexual.

Casi tropecé bajo mis zapatos con tacón de quince centímetros, pero traté de dejar mi rostro en blanco mientras continuaba caminado.

En una ocasión diferente, podría haberme escapado con el tipo a una esquina oscura, sabes; respondí, mandándole fuerte y claro el mensaje, aunque ella sabía que sólo bromeaba.

Su risa llegó hasta mis oídos desde la barra de bebidas, revelando su localización.

― ¿En serio? Si Wolf te hubiese escuchado estaría totalmente haciéndose cargo del "problema".― ella se encargó de poner las comillas dramáticas en el aire cuando me acerqué lo suficiente. Su cabello rojo capturaba destellos dorados de las luces estereoscópicas del edificio y su vestido negro parecía como una segunda piel sobre su piel bronceada naturalmente. Oh, mi mejor amiga atraía mas miradas obscenas que las que yo podría atraer. Corinna Siddions era como la fruta del pecado entre la multitud, sobretodo alrededor de tantos chupadores de sangre.

―Wolf no tiene ningún derecho en nada.― objeté.

―Soy tu jefe, muñeca.― una voz coqueta dijo detrás de mi, sorprendiéndome. ― Y eso me da todo el derecho del mundo.

―Siempre que sea relacionado con mi vida personal, no puedes meter tus narices.― repliqué con voz cantarina.

―Con mayor razón si es relacionado a tu vida personal.― Wolf plantó un ruidoso beso en mi mejilla antes de voltearse hacia Cory. ― ¿Has visto algo extraño alrededor?

Ella hizo una cara pensativa, frunciendo sus labios color cereza.

―Dejame ver: he visto a un par de tipos fumar hierba en la parte trasera, vi una pareja hacerlo en la esquina frontal, y un trio de chicas vampiro se divertían chupando la sangre de un vampiro menor.

― ¿Nada de humanos?― los ojos grises de Wolf se nublaron, como siempre lo hacían cuando estaba frustrado.

―Ninguno.― Cory chasqueó.

Él dio un resoplido, y pasó una mano por su cabello rubio cenizo, haciéndolo lucir más despeinado.

―Mierda, entonces mal gastamos una noche más.

― ¿Quién dice que mal gastamos una noche?― exclamé. ―Vamos a divertirnos!

Los ojos se Wolf recorrieron mi diminuto vestido negro y bajaron hasta llegar a mis piernas. Una sonrisa traviesa se formó en sus labios y murmuró con voz ronca:

―Le diré a los demás que se tomen la noche, entonces.

Con un par de llamadas, Wolf ya había mandado a los demás chicos a sus casas y nos había invitado a Cory y a mí bebidas. Corinna pidió su bebida especial "La Viuda Negra" mientras que yo pregunte por mi Jack Daniel's con Coca-Cola. Después de todo, seguía teniendo diecisiete años.

Un par de tragos bastaron para hacer que mis piernas se movieran con mente propia y me llevaran a la pista de baile, en donde Wolf no perdió tiempo y se acercó a bailar a mi lado. Quizás era el hecho de que no había tenido una noche de fiesta decente en un largo tiempo, o quizás no era Jack Daniel's lo que habían puesto en mi bebida, pero lo dejé tomar mis caderas y moverme al ritmo de la musica que inundaba mis oídos. Sus manos viajaron a la parte baja de mi espalda, y sus labios se había acercado demasiado a mi cuello desnudo, provocándome un cosquilleo. Mis párpados comenzaban a sentirse pesados y cada respiración era más y más difícil de tomar gracias a el terrible olor a marihuana y cerveza que habían en el aire, y por aquel fresco aroma que estaba mas cerca... un delicioso olor que emanaba de la piel de Wolf. Era la esencia de Abercrombie & Fitch que tanto me gustaba sobre su piel, era....

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