Entré a la casa sintiéndome deprimida, pero sabía que en el fondo había finalizado las cosas bien con Wolf. Era un gran chico, y lo decía en serio cuando dije que lo seguía amando. Sólo que era únicamente como amigos, camaradas en la misma manada.
Haber sido técnicamente rechazada por Gavriel me había hecho ver las cosas en diferente perspectiva. No dependía de nadie, yo me amaba y me valoraba tanto como para vivir por mi cuenta. No iba a sentirme marginada por el hecho de que no había sido correspondida en mi absurda declaración de amor. O lujuria; seguía abierta a la posibilidad.
Podía superarlo. Algún día. Quizás. Sí, claro.
Ser rechazada y bateada apestaba.
Estaba tan cansada mentalmente que sólo subí las escaleras como un zombie, sin analizar el hecho de que la puerta principal no había estado asegurada cuando la abrí.
Y ahí fue cuando las cosas se tornaron mal.
Alguien me tomó por la espalda, sujetándome fuertemente. Traté de patalear, pero el tipo puso un trapo húmedo sobre mi boca y nariz.
Oh, demonios.
Mis manos se movieron desesperadamente antes de que el soporífero me durmiera completamente y escuché gruñir a alguien cuando mi puño se conectó con su nariz.
Pero mis esfuerzos de liberarme fueron vanos cuando sentí mis rodillas ceder a mi peso y me deslicé en completa oscuridad.
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N\A
Muajajja! Como soy tan malvada lo dejaré hasta aquí y publicaré en un rato muy laaargo.
¿Qué les esta parecido el libro? ¿Creen que falta más acción?
—G.
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Bloodless
VampirosAria es una Dhampir: engendro de un vampiro y una humana. Su vida está rodeada de acción, euforia, y sí, mucha sangre. Junto con su mejor amiga, Cory, su competitivo exnovio, Wolf y la Manada ―un grupo de dhampirs que se encargan de mantener control...
