『SEIS』

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Vamos a cometer un pecado

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Vamos a cometer un pecado. 

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El movimiento brusco hizo que su débil y pequeño cuerpo despertara, llevando la palma de sus manos a su rostro para acariciarse sus pómulos. La curiosidad la invadió porque ya no se encontraba en aquel terrible olor a leche podrida, sus rodillas ahora tenían banditas, su cabello estaba remojado y su cuerpo cargaba un pijama de tirantes color sonrosado, que mostraba la mitad de sus piernas y sus bragas violetas estaban un poco expuestas. Lisa hizo un puchero sentándose sobre la cama, mirando a su alrededor confundida, viendo como todo se encontraba en un profundo silencio.

¿Se supone que estaba en el departamento de su novio? Si fuera así, ¿dónde estaba JungKook? Él siempre estaba a su lado cada que despertaba con más ganas de quedarse en su cama, a veces hasta tenía que cantarle una canción para que Lisa cayera profundamente en un sueño oscuro, con su única voz alentándola a quedarse con él. Cuando despertaba lo encontraba haciendo un trabajo, o tal vez en su celular, pero siempre vigilando cada uno de sus movimientos.

Pero ahora, nada. Los recuerdos de aquella pesadilla en la escuela provocaron que sus ojos pesaran, Lisa toco sus mejillas dándose pequeñas cachetadas para no pensar en eso. JungKook le dijo que sí se adentraba más en su más terrible pesadilla, quedaría estancada en una libertad imposible en dónde él no estaba para ayudarla, en dónde él no estaba para mantenerla a su lado.

Y al final, decidió no prestarle atención a las amenazas e insultos de Jennie, porque Jennie no valía la pena, Lisa sabía que nadie valía la pena si no se trataba de JungKook, o de su mamá. Parpadeo recordando que tenía que hacer una llamada urgente para avisarle en dónde estaba, pero recordó que su madre ahora no se encontraba en casa, por lo tanto, la preocupación tenía que esfumarse.

Es cierto.

Al salir de la habitación, la sala estaba oscura, había una luz que iluminaba la parte del comedor y supuso que era de noche. Abrió sus ojos llegando hacia la nevera para tomar un poco de agua para refrescarse, dándole una mirada al lujoso departamento, y preguntándose dónde estaba JungKook. Él no hacía mucho ruido pero mantenía un tipo de aura que hacía que Lisa sintiera escalofríos, yendo rápidamente hacia una de las habitaciones, cada una, todas vacias.

¿Por qué JungKook la dejaría sola a la mitad de la noche? Era extraño, no estaba la leche, la comida pequeña de arroz y un poco de salsa, no estaba su celular que siempre resguardaba en su mesa. Sí él no se encontraba aquel aparato le daba la indirecta de que debía llamarlo, se preguntó sí él querría, ya que a JungKook a veces no le gusta que lo interrumpan en el trabajo. Lisa era muy cuidadosa con el tema de su empresa, él no hablaba mucho de eso porque la mantenía totalmente escondida.

Cuando estaba a punto de decidir darse unas pequeñas horas más, un ruido la alertó y la hizo voltearse. La mirada fue hacia una de las puertas principales pero más profundas, era una especie de ático, pero Lisa no sabía mucho de este porque no le tomaba tanta importancia. La verdad era que no sabía muchas partes del departamento, era demasiado grande y no es que como que ella viviera en una casa lujosa por sí misma, era el departamento de JungKook, un hombre misterioso que guardaba uno de los más feos secretos.

❝ultraviolence❞ › liskook. ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora