No dejar que el miedo los atrape.
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El paso de los días fueron buenos para Lisa, o al menos eso es lo que quiere pensar. No ha habido enfrentamientos, ni peleas, ni nada por el estilo que hacía que se sintiera aún más peor de lo que normalmente se siente. Es difícil, las cosas no pueden enfrentarse de manera tan fácil, y menos cuando aquellos problemas se basan en cosas mucho más fuertes que de lo que cualquier persona se imaginaría.
Pero lo importante, es que ella estaba bien. JungKook se encargaba de hacerla sentir como una verdadera diosa. Después de perder todo lo que le quedaba de inocencia, o al menos es lo que ella piensa, ya no tiene que sentir miedo de que JungKook la haga suya, o que tal vez haya cometido un error.
Siempre dice eso, siempre dice que todo está bien cuando de repente alguna cosa los derrumba a los dos, o en este caso, la derrumba a ella con tanta fuerza que no puede ni resistirse a los golpes. A cada cosa que hace mal, o cada castigo que JungKook le impone. Pero Lisa sabe que todo está bien porque son cosas normales que se hacen en una relación, JungKook era diferente, alguien importante, alguien misterioso, alguien que conocía cada lado de cualquier persona.
Apretó la lonchera en dónde se encontraba el almuerzo de ambos. JungKook había invitado a Lisa a su trabajo por cuarta vez en todo el año, estaban en el mes de Marzo y sabía que JungKook estaba consciente de que se acercaba su cumpleaños. Pero no quería darle demasiadas vueltas a aquello, su cumpleaños no era nada importante, su madre se lo decía siempre, los cumpleaños se basaban en nada más que un pastel y listo, marcaban las doce y después todo el mundo se olvidaba de ti.
Eso era lo único que no le gustaba a su madre, siempre consintiéndola, haciendo que toda su inocencia se quedara abierta ante todos. Le hacía creer cosas bonitas, pero su mamá no veía bonito las fiestas de cumpleaños. Muchas veces había sido invitada por Rosé y JiSoo, pero se negaba rotundamente.
¿Qué pensara JungKook del cumpleaños?
—Oh, pequeña Lalisa. —la amable señorita Yeri estaba recibiéndola como siempre, con una linda sonrisa en todo su joven rostro. Lisa correspondió de forma tímida el saludo inclinándose—. No veo que vengas mucho por aquí.
—E-Escuela... tengo, tarea y eso...—se ruborizo, apretando la lonchera con fuerza.
Lo peor de todo, es que después de que salió de clases, había ido directamente el trabajo de JungKook, agradeciéndole a Dios de que hoy los cocineros estaban de buen humor e hicieron un bonito almuerzo que probablemente le iba a encantar a JungKook.
A JungKook siempre le gustaba lo que ella hacía. '
Yeri rió, tomando el teléfono para darle el mensaje a JungKook de que su linda novia estaba aquí. Detallar a Lisa era como detallar un hermoso cuadro, era tan hermosa que su belleza nadie podía compararla, parecía una estrella brillando por cualquier lugar que se encontraba. Realmente agradecida de que Jungkook haya podido encontrar a una chica tan linda como ella.
De verdad, era afortunado.
Tal vez era esa razón por la que la cuidaba demasiado, estaba pendiente de ella a base de cámaras y siempre pedía a los guardaespaldas que la vigilaran en el colegio. Yeri por un segundo cayó en cuenta de que era muy probable de que JungKook supiera que ella estaba aquí.
Suspiró, posando un puño en su mejilla y dándole una sonrisa cálida a la pequeña rubia, que parecía tener un colapso mental ahí mismo.
—Y bien... Lisa, —levantó la mirada sobresaltándose, un poco incomoda ante tal confianza. Yeri quiso reír—. ¿Desde hace cuánto que estás con JungKook?
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❝ultraviolence❞ › liskook. ✔️
Misteri / ThrillerPorque Jeon JungKook haría cualquier cosa para que nadie lo alejará de Lalisa Manoban. Y ella, simplemente estaba cayendo en un hueco en dónde se encerraba más y más. Al final, todo estaba perdido, ya no había vuelta atrás. Ella ya era suya, y nadi...