Porque Jeon JungKook haría cualquier cosa para que nadie lo alejará de Lalisa Manoban. Y ella, simplemente estaba cayendo en un hueco en dónde se encerraba más y más.
Al final, todo estaba perdido, ya no había vuelta atrás. Ella ya era suya, y nadi...
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Primera tentación.
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Se sentía nerviosa, no sabía qué hacer y sus manos temblaban. Él no paraba de mirarla, sus oscuros ojos la analizaban y trataban de hacer que quedara en sus manos, habiendo pasado horas desde que estuvieron solos, ambos dándose aquellas caricias tan reconfortantes. Después de lo de Rosé, y sus otras amigas, se sentía insuficiente, mal, culpable porque no sabía qué tipo de decisión había tomado, pensó en muchas cosas buenas como malas, también pensó en JungKook, y principalmente, en su madre. Porque cuando él la llevo al departamento sin ningún tipo de reproche por su parte, solamente pidió una miserable llamada, aunque Lisa nunca lo hacía para no preocuparla, esta vez tenía las ganas de hacerlo, porque dentro de ella había un mal presentimiento.
Pero el teléfono quedaba en buzón de voz, habían sido las treses y la misma respuesta. Lisa había estado confundida por un rato, sin pensar en ningún momento en preguntarle a su novio, porque sabía la tipo de respuesta tan seca que le daría, y era mejor no arriesgarte. No estaba en ánimos para recibir una reprimenda cuando se sentía de lo más culpable, Lisa no era una persona rencorosa, pero en aquel momento todo la rabia se adentró en su sangre, recordando las palabras de JungKook, tan roncas en su oído, y no pensó en nada más que por fin explotar, al menos, una parte de lo que sus sentimientos guardaban.
JungKook la besó, la hizo sentir como una princesa, le había preparado leche caliente, mientras que acariciaba su cabello mientras se acostaban en el sofá, estaba revisando su celular mientras que ella trataba de concentrarse en la película que pasaban, la recuerda, no le gustaba, la protagonista era tan tonta e ilusa y el hombre siempre juagaba con ella. Por alguna extraña razón, una parte de su mente le decía que estaba siendo irónica en su opinión, y no es para más.
Pero Lisa era una chica cegada, era inocente con lo que pasaba a su alrededor. Curioso, una protagonista ciega ante el verdadero amor, llenas de promesas que jamás podrían cumplirse, y su novio, era el malo de la historia, él parecía ser quién estaba jugando con su cuerpo, con su alma con sus palabras. Ahora, JungKook podría obtener todo de ella, es parte de su ser, nunca podría apartarse ni aunque quisiera, y eso significaba, concederle todo.
Le pidió que se desnudara, porque quería admirarla, era la primera vez que lo hacía. Se besaron hasta que Lisa no pudo más, JungKook estaba tan excitado que la tomo de los hombros, parándola durante el proceso, mirándola como si fuera una diosa griega, y pidiéndole con la típica manipulación echa en su persona, que hicieran el amor por primera vez. Para Lisa, era un sueño a cumplir, pero aun así se sentía decaída.
Ahora, estaba desnuda en frente de él, Lisa era una adolescente que no le prestaba demasiada atención a aquellas cosas, era obvio que era virgen, pero tampoco era tonta, sabía el cuidado que ambos tenían que mantener durante las relaciones. JungKook era un hombre obviamente activo en el área sexual, y ella le agradecía mucho por haber tenido paciencia, si tuvo curiosidad por quién sería su primera vez, pero tampoco hizo preguntas.
