Porque Jeon JungKook haría cualquier cosa para que nadie lo alejará de Lalisa Manoban. Y ella, simplemente estaba cayendo en un hueco en dónde se encerraba más y más.
Al final, todo estaba perdido, ya no había vuelta atrás. Ella ya era suya, y nadi...
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Segunda tentación.
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Se removió contra la cama, sus manos trazaron la suavidad de sus muslos blanquecinos. Es escalofrió recorrió toda su espalda, a sabiendas de que no era la primera vez que ella estaba de aquella forma, que se sentía atrapada pero llena de tanta pureza en su mente. No importaba cuantas veces él beba de sus sentimientos con tanta fuerza, como una sed sedienta de querer hundirla en la oscuridad junto a él, la quería atrapar y nunca dejarla ir.
Lisa no se quería ir tampoco, su amor por él perduraría hasta el momento de su alma. La confianza estaba llevando a más lejos, ella quizá no estaba tan segura de lo que sus manos estaban haciendo, pero no importaba nada si él estaba allí, viéndola sentirse tan amada tan querida. Tampoco sonreía, porque tenía prohibido hacerlo.
Y Lisa, una hermosa chica tan joven, tan cálida, tan rota. Se dejó hacer de nuevo, porque recordaba que cualquier persona que la tocara, sería el mismo quién le estaba advirtiendo, que una persona que no era él, una persona que ahora mismo estaba besándola con tanta desesperación, una persona que Lisa conocía pero nunca quiso conectarse. Pero ahora estaba aquí, con sus dedos tocando con lentitud su muñeca, deteniendo sus movimientos.
Y él estaba allí, sus ojos penetrantes mirándola con tanta concentración. Un sonrojo inesperado se instaló en ella, pero también se lo pregunto. Lisa no estaba besando los labios de JungKook, Lisa no estaba siendo amada por JungKook, su amor nada más estaba siendo conectado a base de la oscuridad sin luz en sus ojos, pero sus ojos la miraban con odio.
Ella lo hizo por él, JungKook le dijo que si tenía confianza en él, nada malo pasaría. Lisa acepto las noches oscuras en dónde los gritos se convertían en un sufrimiento convertido en silencio, acepto el pasado incógnito que él tanto callaba, y aceptó todo lo que viniera de él. JungKook había hecho muchas cosas por Lisa, ¿entonces por qué ella no lo complacía en algo?
Pero jamás espero, que cuando la puerta se abrió, y ella estaba con su desnudez siendo mostrada. La mirada de Kim TaeHyung se posaba en ella, era terrorífica, como un león tratando de conseguir como atrapar a su presa. Sus caricias fueron extrañamente llenas de reconocimiento por ella, se sentía bien. Pero ella estaba tratando de sentirse bien porque JungKook estaba ahí.
Su boca se abrió cuando la lengua del león se adentró, sus ojos se cerraron porque no aguantaba tanta vergüenza, no aguantaba sentirse como otra cosa. Pero la frase siempre venía hacia ella, su mente le recordaba que nada malo estaba pasando, solamente estaba haciendo algo por su amor, el amor de su vida. Después de que esto terminaría, ella estaría con él, sentiría sus mimos, su amor, el verdadero amor, sería feliz.
No tenía nada en contra de TaeHyung. Él era un hombre callado, con un aire extravagante y misterioso, que el primer momento que Lisa lo vio con sus ojos carismáticos nada más veía un hombre igual a JungKook, sin embargo TaeHyung simplemente le dedicaba palabras significativas pero que eran poco entendibles, al menos hasta ahora. Era un hombre que sabía todos los secretos de una persona tan rota como JungKook.
