Lalisa Manoban.
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Cuando Lisa tenía siete años. Ella había empujado a una de sus primas al lodo.
La lluvia caía ese día. Estaba enojada, lo recuerda, estaba enojada porque su prima no quería prestarle una de sus muñecas. Lisa se la había pedido amablemente, porque después de todo lo primero que tenía que hacer una persona era ser amable, era ser cordial, era poner una sonrisa y fingir que tus intenciones no iban a más allá de ser... normal.
Pero la reacción de su prima fue violenta, su prima la empujo débilmente. Y Lisa hizo lo mismo, pero Lisa no midió su fuerza —además, su prima no paraba de gritarle y decirle cosas feas—, por lo que tampoco se arrepintió de verla inconsciente, con un hilo de sangre caer de su sien, porque su cabeza había chocado con una piedra. Y se quedó viéndola para rato, de un momento el pánico la invadió.
¿Qué pasaría sí su mamá viera lo que hizo? ¿Qué pasaría? ¿La meterían a la cárcel? ¿La encerrarían para siempre? ¡Pero fue ella! ¡Fue su prima quién comenzó! Ella no tenía por qué pagar aquello. Lisa tomo las muñecas de su prima —su prima de lindos cabellos negros—, se subió a las escaleras del tobogán —estaba compuesto por una torre de madera, un poco alto—, entonces, cuando cayó, una sonrisa se asomó por sus labios carnosos.
Así nadie sospecharía de ella.
Al despertar, su prima estaba sollozando, señalándola con su pequeño dedo, y culpándola de haber empujado. Su mamá le preguntó si era cierto. Obviamente Lisa lo negó, ella también estaba desmayada, y no recordaba nada de lo que había pasado.
—Solamente recuerdo que...—balbuceo, con las lágrimas en sus ojos color avellana—... ¡ella fue quién me empujo! ¡Fuiste tú! Yo nada más quería jugar con tus muñecas, ¡fuiste tú!
Lisa recuerda que hubo una fuerte discusión. Y que su mamá termino alejándose de su hermana, y de los demás. Su prima fue castigada fuertemente. Lisa había ganado. Ella había ganado.
Y Lisa aprendió muchas cosas después de ese día.
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A la edad de los once. Lisa pateo a una niña, la pateo tanto que sus dientes sobresalieron y sus ojos parecían querer explotar, líneas rojas, sus ojos eran azules, un azul mar. Lisa se asqueo ante esos ojos.
Ella buscaba una explicación de porqué de su trato, las niñas siempre se comportaban diferente con ella. Y Lisa soportaba mucho, odiaba que esa niña —de ojos azules mar, de cabello rubio—, siempre se saliera con la suya. Ella no lo soporto más, entonces ideo un plan.
Lisa quería todo lo que esa niña rubia. La niña tenía muchos apodos, muchos regalos, y muchos niños detrás de ella. Ella también tenía amigos, tenía a JiSoo y Rosé, pero no era lo mismo, Lisa quería tener más, era una estúpida niña encaprichada que deseaba más. Quería tener más.
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❝ultraviolence❞ › liskook. ✔️
Mistério / SuspensePorque Jeon JungKook haría cualquier cosa para que nadie lo alejará de Lalisa Manoban. Y ella, simplemente estaba cayendo en un hueco en dónde se encerraba más y más. Al final, todo estaba perdido, ya no había vuelta atrás. Ella ya era suya, y nadi...