『VEINTIOCHO』

805 98 22
                                    

Porque tu estás para mí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Porque tu estás para mí. Y yo para ti. 

.

Al pasar sus manos por su cara, se dio cuenta del sudor frío y que sus piernas temblaban. Su mirada se tornó borrosa gracias a las lágrimas que comenzaban a desbordarse por sus mejillas, sin parar de ver la figura, pequeña y con varias telas a su alrededor envuelta como si fuera... la casita de una mariposa, el renacimiento que llevaba alas a su alrededor.

La diferencia era que ella misma había cortado sus alas.

Al darse cuenta que la figura masculina no dejaba de pasar en círculos sobre ella, sus ojos color avellana mostraron un fuego convertido en furia, se contenía en su sangre y llegaba hasta su corazón. Quiso reír al tener esos pensamientos, jamás imagino que la persona que más amaba sería el protagonista de todas sus pesadillas.

Después de contarle con mucho descaro al como la conoció —él—, por primera vez, su cabeza daba vueltas sin parar. Lisa no recordaba en ningún momento haber... asesinado con sus propias manos a una persona, y menos a una de sus compañeras. Parecía una mentira, ella nunca sería capaz de hacerlo, de lastimar a alguien por puro gusto.

¡Él mentía!

No. JungKook nunca le mentiría. Él siempre ha sido honesta, aun así si sus palabras son duras, frías y sin corte. Sin embargo, Lisa odiaba ver una sonrisa formada en esos labios de corazón, brillando de burla, de risa tal vez porque le había contado... ¡una mentira!

—No te creo. —fue lo que pudo decir, con el corazón en la garganta. JungKook volvió a reír negando con la cabeza, Lisa se sintió tan tonta al decirlo con una seguridad inmune—. Lo siento, pero yo no voy a escuchar más de tu parte cuando son puras mentiras—Lisa tomo aquel bulto envuelto y lo tiró, otra vez sin parar de llorar.

JungKook hizo una mueca, sin dejar escapar el pensamiento de lo ridícula que se veía fingiendo que sabía nada. Lisa se enredó los brazos en la cabeza y se escondió, estaba buscando evitar su seria mirada.

—¿Mentiras? —JungKook hizo un gesto pensativo, escuchar para él los sollozos de su amada era insoportable, le gustaba más cuando ella se reía—. Supongo que en una parte te mentí.

Lisa alzo el rostro, abrió la boca esperando algo, pero JungKook elevo aún más su sonrisa, encogiéndose de hombros.

—Me enamoré de ti al instante de ver aquel delicado rostro de ángel clavando con un hacha una y otra vez el cráneo de una de tus compañeras de clase—Lisa jadeo horrorizada, JungKook lamió sus labios, cómo si recordar el momento le provocará algo—, ¿pero por qué te espanta más eso? ¡al final eres como yo!

—¡No! —volvió a negar, arrimándose más contra la esquina del sillón—, ¡no! ¡no! ¡no! ¡yo no soy una asesina!

JungKook bufo, acercándose al bulto que ella había tirado con tanto dolor. Lo pateo y la tela se fue desenredando, lo hizo otra vez, Lisa tapo su boca al notar la sangre comenzaba a gotear en una parte de ella, JungKook pateó una última vez y lo hizo rodar. Lisa cayó en cuenta que no era un juguete, un animal o algo parecido, era... era su bebé.

❝ultraviolence❞ › liskook. ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora