Capítulo 12-Yakón, un as de los yacimientos subterráneos

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Shirley seguía buscando en los Almacenes Frigoríficos al Equipo Plasma. Allí, varios operarios la retaron y pudo subir de nivel a sus Pokémons. Un rato después, llegó a un contáiner del frigorífico en el cual se podía entrar. Carelia apareció antes de que Shirley pudiera poner un pie dentro.

-¿Hay alguien dentro?-le preguntó.

-No lo sé-contestó Shirley-, pero se oye ruido. ¿Crees que debemos entrar? Al igual puede ser peligroso, quizá sería mejor que esperásemos a que alguien más viniera...

-No seas miedica, ya te has enfrentado varias veces a ellos, lo sé-Shirley se ruborizó-. Pero puede ser porque tanto frío te ha bajado las defensas. Venga, vamos.

Entraron en aquel contáiner. Allí se encontraban algunos Reclutas del Equipo Plasma, junto a un sabio. Carelia se tuvo que enfrentar contra los Soldados de la izquierda, y Shirley contra los de la derecha.

-Con tanto frío no paro de tiritar, y así no hay quien gane-se quejó uno tras su derrota.

-Habíamos acordado reunirnos de noche enfrente de los Almacenes para transportar todos los Pokémon que habíamos robado. Pero Yakón nos pilló y los recuperó todos-dijo el sabio después de que todos perdieran contra las amigas. Tras esto todos abandonaron los Almacenes.

-Bueno, yo tengo que volver a Cuidad Mayólica, nos veremos.

-Adios-se despidió Shirley.

Ahora sí, ya podía retar a Yakón. Pero antes de eso, presenció una breve charla que Ghechis le dio a Yakón, que tenía presos a algunos Reclutas.

-Encantado de conocerle, señor Yakón. Yo me llamo Ghechis y soy del Equipo Plasma. Voy a llevarme a mis súbditos. Gracias por cuidar de ellos. Oh, me temo que ha habido un terrible malentendido. Lo que nuestro grupo hace es liberar Pokémon que han caído en malas manos. Verá, resulta que mi equipo está muy interesado en Ciudad Fayenza, ¿sabe? Y tengo muchos más súbditos que los que aquí presentes... No esperaba menos de un comerciante al que llaman el Rey de la Mina. Capaz de analizar una situación al primer golpe de vista. Bien... me los llevo ante el resto de los Siete Sabios. Está bien. ¿Acaso los Siete Sabios no somos un equipo al servicio de nuestro señor? Y en cuanto ti-dijo mirando a Shirley-. Seguro que volveremos a vernos tarde o temprano-dicho esto se fue con los Soldados.

El Líder miró a Shirley.

-¿Eres Shirley, no?-la chica asintió-. Camila me dijo que vendrías a retarme. Pues bien, te espero dentro.

Yakón tenía es pelo castaño, los ojos de un color parecido al de la tierra mojada por la fresca lluvia y la piel morena. Tenía la apariencia de un vaquero y llevaba un maletín marrón y dorado.

En ese momento Shirley se acordó de algo. Tenía que ir al Centro Pokémon, pues su Equipo había sufrido daños durante el combate en los Almacenes Frigoríficos.

Una vez que sus Pokémons estaban totalmente recuperados ya estaba lista para luchar por su quinta Medalla de Gimnasio.

El Gimnasio Fayenza estaba basado en una profunda mina con varios elevadores y muchos entrenadores, en cuyo fondo se encuentra el Líder, rodeado por maquinarias que extraen y mueven minerales hacia la superficie.

Sihley, tras vencer a los mineros que trabajaban allí, llegó a la zona en la cual se encontraba Yakón.

-Bueno, bueno... No sé por qué alucina tanto contigo una Líder de Gimnasio como Camila. ¿Por qué no me enseñas de lo que eres capaz? En un combate de dos contra dos, por supuesto. ¡Sal, Palpitoad!

-¡Adelante, Simisage! ¡Bomba Germen!

-¡Palpitoad, contraataca con Terratemblor!-normalmente los ataque de un Palpitoad normal no hacían daño a un Simisage, pero el Pokémon de Yakón era único, pues era perfectamente capaz de derrotar a cualquier Pokémon de Shirley. Pero no iba a darse por vencida.

-¡Simisage, Látigo Cepa!

-¡Ajá! Eso sí que no me lo esperaba. Pero no te creas que me vas asustar, ¡Palpitoad, Agua Lodosa!

-¡Simisage, resiste, Golpes Furia!-era evidente que el Pokémon de Yakón era muy fuerte, pero los continuos ataques de Simisage acabaron por pasarle factura.

-¡Adelante, Agua Lodosa de nuevo!

"Agua Lodosa de nuevo... si la vuelve a usar tendré una oportunidad para ganar" pensó Shirley sonriente.

-Simisage, quédate quieto, no realices ni un sólo ataque.

-Así que me lo poner fácil... Pues bien, ¡Palpitoad, Agua Lodosa otra vez!

-¡Simisage, rápido, ocúltate en el agua!-y así lo hizo. Cuando el agua desapareció el Pokémon de Shirley pudo hacer un ataque crítico que debilitó al Palpitoad de Yakón.

-Buena estrategia... pero eso no te servirá de mucho con mi último Pokémon. ¡Vamos, Excadrill! ¡Cuchillada!

-¡Simisage, no! ¡Levanta, levanta por favor!-consiguió hacer lo que su Entrenadora le pedía, con muchos esfuerzos-. ¡Vamos, Látigo Cepa!-aquel movimiento pudo alcazar a Excadrill.

-¡Excadrill, Avalancha!

-¡Aguanta, Lengüetazo!

-¡Excadrill, Avalancha de nuevo!-fue allí cuando Simisage se debilitó, por mucho que quisiera seguir peleando, ya había agotado todas sus fuerzas-. No te preocupes-le dijo cuando hábía vuelto a su Pokeball-, lo has hecho de maravilla. Ahora habrá que probar a alguien nuevo, ¡adelante, Frillish! ¡Hidropulso!

-¡Excadrill, esquívalo! Así es, ¡Cuchillada!

-¡Frillish aguanta!-le pidió Shirley.

-Siempre puedes rendirte. ¡Es tan fácil como eso!-dijo al ver la inexpeciencia de Shirley con su nuevo Pokémon.

-Jamás me rendiré. Juro aquí y ahora que lograré establecer un vínculo irrompible con él, que conseguiré que confíe en mi-dijo Shirley con firmeza. Su Frillish la miró con complicidad con sus dos ojos azules que parecían burbujas en un mar infinito. La chica sonrió.

-Vaya, así que eso es lo que quieres, tendrás que probar tu fuerza contra mi Excadrill. ¡Vamos, Terratemblor!

-¡Frillish, esquívalo!-gracias a que podía levitar el Pokémon de Shirley esquivó el ataque del Pokémon de Excadrill-. ¡Hidrobomba!

-Excadrill, levanta. ¡Cuchillada!

-Frillish, ¡no dejes que te de!-consiguió esquivar el ataque de Excadrill, pero el Pokémon de Yakón no cesó sus movimientos.

-¡Sigue con Cuchillada, Cuchillada hasta que se debilite!-Frillish esquivó el primer ataque, el segundo también, el tercero igual, pero... el cuarto, el quinto el sexto, el séptimo... y todos los demás no pudo esquivarlos. El Pokémon de Shirley cayó al suelo, intentando abrir sus ojos, mientras los latidos de su corazón se aceleraban a medida que Shirley le pedía que siguiera luchando. Se levantó, entre gruñidos de dolor.

-¡Hidrobomba con todas tus fuerzas!-Excadrill no pudo esquivarlo pero seguía en el campo de Batalla.

-Me estás poniendo las cosas difíciles, pero... ¡Excadrill, Avalancha!

-Frillish, ¡Hidrobomba de nuevo!-ese último ataque en el que el Pokémon de Shirley dejó todo su aliento debilitó a Excadrill.

-Me has pillado... Pero que sepas que no me rendiré jamás. ¡Como para no alucinar! ¡Combates de maravilla para la edad que tienes! Ahora ya veo por qué hay gente que te considera un prodigio. ¡Mmm! ¡Ten, llévate esto! Es la Medalla Temblor. Con esta ya van cinco Medallas, ¿no?. Y además te voy a dar esta MT. O no... Ya sé que suena raro, pero... espérame frente a la cueva que hay pasada la Ruta 6.

Shirley salió del Gimnasio Fayenza, recuperó la salud de su Equipo en el Centro Pokémon y se dirigió a la Ruta 6.

Y así fue como Shirley venció al Equipo Plasma, una vez más, en los Almacenes Frigoríficos y con la ayuda de Carelia, como consiguió la Medalla Temblor y como partió hacía un nuevo capítulo en su aventura.

                                                                                                                                            CONTINUARÁ...

Shirley, la heroína de TeseliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora