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| ALFONSO |
Los nervios de tener a mi hermano mayor amarrado en una silla eran desconcertantes, había pasado más de ocho horas que aún seguía aquí en espera de una noticia del rescaté, pero la mala señal de red es pésima, hace media hora Ellis seguía afuera buscando alguna señal, la cual había perdimos hace dos horas después de haber hablado con Melker y darles la noticia del regreso de mi predilecto hermano Mayor.
Magnífica noticia... Que cada segundo se volvía estresante.Como encontrarme ahora, demonios si era sincero abrumado sería la primera palabra que podría describir. Toda mi adolescencia pensé que estaba muerto, y de un día para otro August viene con su sinceridad tan característica suya, encantadora de hermano arrepentido a decirme que mágicamente nuestro hermano mayor seguía vivo. Maldición sentirme traicionado fue lo único que pude procesar aquel momento, actúe mal si, estaba en una crisis, fui un irresponsable porque casi lo pierdo por mi mal actuar, pero era irónico que la amenaza sea nuestro hermano mayor. Ahora entendía muchos sucesos que en mi niñez y adolescencia no lograba darme cuenta, pero cuando sucedió, cuando llego ese odió, la maldita traición. Eran tan bueno engañando. Pero sinceramente había muchas señales.
Maldición...El susurró de una voz alerta mi corazón y no se trataba de cualquiera.
—¡Oh, demonios! —se queja moviéndose en la silla —¡Maldición! —mira su alrededor para luego alzar la mirada y darse cuenta de mi presencia veo cómo empieza sonreír levemente recuperando la conciencia —Alfonso... Hermano... Que gusto verte... —nombra en susurros cansados verificado el lugar
—No tienes el derecho de llamarme así. No tienes ningún derecho... —respondo furioso al ver su rostro —no después de habernos causado tanto daño y ser tan cínico. ¿Por quién me tomas?
—Quieres que me sienta mal por tus palabras... Práctica más hermanito. Tienes que aprender más para que tus palabras puedan doler.
—No escuchas, no me llames así. No somos hermanos, tu no lo eres... No eres nadie desde que me enteré de que estabas muerto...
—Oh, eso fue que les contaron, una pena, y dime Alfonso ¿Cómo quieres que te llamé entonces? Eres mi hermano aún cuando quieras negarlo. No tienes por qué ser tan radical. —responde amargamente
—Perdiste cada derecho cuando te fuiste. No tienes el apellido Patterson... Eres solo un enemigo... Y agradezco que nuestro socio llegará para atraparte.
—¡El imbécil que me noqueó es su socio! Maravilloso, se por quién empezar...
—¡Así, no creo que logres nada estando amarrado! —sonrió al ver cómo intenta soltarse, pero era tan triste ver cómo nuestra hermandad era tan poca y estaba totalmente rota
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REYES DEL RENACER | AUGUST ©
Romance#Nuevaversion "A qué costó comprendería tu amor." Todo comienza con una mentira. Alice Thompson una secretaria por elección, es obligada a mentir tras haberse cruzado por segunda vez con el pasado tormentoso, siendo su jefe el principal autor de sus...