╭┈─────── ೄྀ💍Parte 3👶🏻 ˊˎ-
╰┈─➤La vida de casados (y de no casados) es realmente normal.
Todos son románticos a su modo y cada pareja hace sus propias reglas, adaptándolas a su forma de vida.
Pero no solo son sus aventuras de casados, también su...
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Aquel reloj negro marcaba ya la hora en que Hee terminaba de preparar el desayuno. La cocina olía a comida recién preparada y por la puerta apareció Siwon cargando a los trillizos en brazos. Los ojitos de Baek brillaron a ver a su progenitor y tiró su chupete, estirando sus bracitos; pidiendo ser tomado por Hee. Hyejin siguió jugando con los cordones de la sudadera de su papi Siwon y Hyungwon, bueno, el pequeño chupaba su dedito mientras dormitaba sobre el hombro. Hee suspiro; era una imagen muy tierna.
— Buenos días, precioso —Siwon le beso tierno en cuanto su destinado se acercó. — Te levantaste demasiado temprano.
— Como todos los días —respondió mientras tomaba a Baek entre sus brazos. — Pero tienes el sueño demasiado pesado —unos morritos de parte de su esposo hicieron que se sonrojara por el gesto tan tierno— Los niños ya desayunaron, así que solo faltamos tu y yo.
Otro besito y ambos se sentaron a desayunar bajo el atento trío de ojitos (porque sí; Hyungwon despertó en cuanto el aroma de las costillitas sazonadas se hizo presente) que sostenían con cierta dificultad sus mamilas.
Siwon adoraba las mañanas tranquilas, recogía la mesa y se dedicaba a lavar los platos mientras que su Heenim llevaba a los pequeños al corralito.
— ¡Oh, casi lo olvido! —Hee se giró con cuidado— Tenemos que hablar. —Aquella frase descolocó a Siwon por completo, quien al escucharle lo miro con sorpresa y trastabilló, tirando un plato.
Por su puesto que el sonoro ruido hizo llorar a los tres pequeños.
— L-lo siento, peque-eños. —Comentó ido y se apresuró a recoger los pedazos con ayuda de Hee— ¿Es algo malo? —pregunto bajito, casi con miedo.
La sonrisa de su destinado era tranquila, pero que no le respondiera hizo que el miedo y nervios siguieran presentes. Observo como su destinado salía hacia la sala, terminó de recoger los pedazos y le siguió apresurado. Siwon tomó asiento en el sillón y observó a su esposo frente a él, cruzado de brazos. Todo estaba en silencio; hasta los pequeños ahora hipeaban en voz bajita. Hee ahora tenía tres pares de ojos sobre él, pues el tierno Hyungwon ya estaba dormitando otra vez. Hyiejin estiraba sus manitas hacia Siwon y Baek miraba atento a Hee.
