╭┈─────── ೄྀ💍Parte 3👶🏻 ˊˎ-
╰┈─➤La vida de casados (y de no casados) es realmente normal.
Todos son románticos a su modo y cada pareja hace sus propias reglas, adaptándolas a su forma de vida.
Pero no solo son sus aventuras de casados, también su...
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(imaginen que los bebés que salen con H son sus hijos del fic, xfas)
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Desde que habían despertado por la alarma del celular de HeeChul y el viento frío colándose por el ventanal abierto de su pequeña terraza que mojo el suelo de su habitación (y que Siwon se resbalo por no haberse fijado), seguía lloviendo como si nunca fuese a acabar, de manera ruda, con el agua golpeando en las ventanas que ya habían sido cerradas por ambos esposos.
Le acomodo bien su bufanda y gorro, beso sus labios abultados y se despidió de Chul. Volvió al calor de su hogar con una taza de café caliente entre sus manos, apagando las luces de la cochera y caminando a la cocina. Apenas iban a dar las ocho de la mañana, así que tendría tiempo.
Y sí tuvo tiempo, ya solo faltaba colocar la mesa para poder ir a levantar a los trillizos, aunque unos pasitos ya sonaban cerca y cuando se fijó; Hyejin y Baek estaban bajo del arco de medio punto que daba a la cocina, tomados de la mano y con sus caritas totalmente adormiladas.
— Niños, no anden descalzos que se pueden enfermar —los tomo en brazos, sintiendo los bracitos de su hija abrazarse a su cuello y a Baek contra su hombro.
Camino con ambos hasta la habitación que compartían por el mediano de sus hijos, aquel pequeño dormilon. Y ahí estaba Hyungwon, entre sus frazadas rosas y rojas, peluches y almohadas, con sus rizos ocultando sus ojitos. Bajo a los dos que traía colgado y, divertido, observo como ambos gateaban a acurrucarse a los costados del mediano, quedando los tres apretaditos, abrazados y luciendo como bolitas acolchonadas por sus pijamas.
Tan lindos. Paso la yema de su dedo por la mejilla de su pequeño Baek, sonrojada y tan suave, apartó unos mechones oscuros del rostro de su princesita y unos rizos de los ojos de Hyung.
Reviso su reloj de mano, 8:30, bueno, tal vez una siesta no estaría mal.
...
Dieron las 10 cuando al fin despertaron, las 10:39 cuando al fin se sentaron a desayunar y el ruido cotidiano de cucharitas golpear, chillidos de emoción (o algún berrinche que era controlado) y las risas llenaron la casa. Siwon bebió su cuarta taza de té y comenzó a recoger los platos mientras los pequeños se entretenían con sus mamilas llenas de jugo de zanahoria. Observo la cocina limpia y entonces enfoco a los pequeños que ya estaban casi irritados por estar sentados en sus tronas.
