╭┈─────── ೄྀ💍Parte 3👶🏻 ˊˎ-
╰┈─➤La vida de casados (y de no casados) es realmente normal.
Todos son románticos a su modo y cada pareja hace sus propias reglas, adaptándolas a su forma de vida.
Pero no solo son sus aventuras de casados, también su...
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Changkyun fue un bebé sano que dieron de alta después de dos días (muy a diferencia del pequeño Hyungwon, que tardó casi una semana y media). Cuando llegó a lo que sería su hogar, a instalarse dentro de una cuna cómoda que antiguamente fue de sus hermanitos, ya era tarde y el cielo se estaba bañando en tonos naranjas degradados en un cielo amarillo por el sol que se estaba escondiendo.
Kyuhyun abrió la puerta de la casa con mucho trabajo pues iba cargando a sus dos hijos mayores; Kyungsoo acomodado a su espalda con su mejilla estampada a su hombro chupando su dedito (bien aferrado a él gracias al fular elástico) y a Taemin abrazado a su pecho, con su rostro escondido a su pecho. Y en su otra mano una pañalera relativamente grande; ambos gemelitos habían insistido en quedarse con SungMin aquellos dos días.
Min entro primero, seguido de Kyu, con el recién nacido en brazos envuelto en frazadas suaves, dormía plácidamente. La casa estaba casi en total oscuridad de no ser por la luz de la tarde que se colaba y el silencio se veía levemente interrumpido por los ruidos de fuera, subieron con demasiada pesadez al piso de arriba. Dejo tantito a Chang para ayudar a desvestir a los gemelitos y dejarles únicamente con un pañal limpio y seco, dejándolos en la cama.
Dentro de su habitación ya estaba la cuna instalada, que antes habían estado usando como cesto de ropa sucia en el antiguo departamento (los gemelitos habían dejado de caber cuando notaron como se estiraban y terminaban enojando y peleando debido a la falta de espacio), y lista con todo lo necesario para darle comodidad al menor. Aprovecharon para darse un baño rápido y así estar limpios y cómodos para irse a dormir.
Acostados en la cama y con la cuna al lado, Min comenzó a amamantar al pequeño, arrullándolo entre sus brazos bajo la atenta mirada de Kyu.
– ¿Quieres hacerlo? –pregunto Min al ver como ninguno de los dos se despegaban la mirada.
– Eh, no, es que aún es muy pequeñito... –susurro bajito.
– Anda, no pasara nada. Y si se te cae estamos en la cama –mencionó en tono burlón, soltando una risa suave al ver el rostro de Kyuhyun. – Anda, ten.
Se lo paso con cuidado, quitando la tetilla del biberón de los labios del menor hasta que Kyu lo tomo. Entre sus manos grandes el pequeño bebé le recordaba a una muñeca pequeña, incluso un poco más que esos juguetes. Tan pequeño y un poco ligero, tenía poco cabello, pero se veía que sería de un negro profundo, su nariz redondita, labios pequeñitos y sus ojitos brillaban bajo las muy cortas y distribuidas pocas pestañas que tenía.
