Capitulo 17

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Al principio de las vacaciones, Dennis había pensado que estas no iban a ser tan buenas ya que Zac no estaba en la ciudad y que su plan de pasar las vacaciones en la pequeña comunidad donde vivía su abuela no iba a ser posible pero hace dos días, desde aquella llamada telefónica con Zac, todo iba bien desde sus padres hasta con Dennis mismo.

Sus papás tenían pocos días sin discutir y podían permanecer en la sala viendo televisión sin gritar o tener una discusión. Dennis mostraba un mejor animo y humor y se sentía menos lleno de sí mismo.

Habló con Zac al día siguiente de la llamada al anochecer para ponerse al tanto de lo que había hecho el otro chico en la gran ciudad. Sin embargo, hoy no habría oportunidad de que hablaran pues Zac saldría de nuevo a la granja de su tío y allá no había señal.
Dennis tomó la oportunidad de ir a visitar a su abuela ese día.

En su interior, Dennis se sentía mal consigo mismo ya que su abuela había estado enferma, pero lo que mas le pesaba era la mentira que le había dicho a Zac acerca de su abuela y su cáncer pulmonar falso.
Se le hizo un nudo en la garganta en ese instante y siguió caminando mientras empujaba su bicicleta de camino a casa de su abuela. Se prometió que se disculparía con ella y seria la primera—y única—persona a la cual le confesaría lo que siente por Zac.
Pensó que eso es lo menos que podía hacer por ella después de haber dicho una cosa tan horrible como mentir acerca del cáncer.


Dennis llegó a la casa de su abuela y dejó su bicicleta recargada sobre un árbol. Procuró no hacer ningún ruido pues aún no tenia algo preparado para decirle a su abuela todo lo que le quería decir. Tomó un respiro y caminó por el sendero, alejándose un poco del árbol y de la casa.
Pasó por las demás viviendas de la comunidad; se sabía el camino de memoria, más no caminaba por ahí frecuentemente y menos ahora que estaba mas grande. Normalmente, Zac y él tomarían el camino, que mas bien era un prado abierto que estaba detrás de la casa de la abuela, para correr y llegar a la colina donde solían jugar de niños.

Mientras caminaba, puso en orden todos sus pensamientos y pudo llegar a algo parecido a un discurso mental. De regreso, una vez que llegó al final del sendero y el camino de concreto se conectaba con terracería, supo que era hora de volver.

Regresó despacio y se permitió disfrutar del aire y los pequeños movimientos naturales del pequeño camino. Más que una comunidad, el llegar parecía una pequeña colonia o un apartado fraccionamiento.

Una vez frente a la puerta de la casa, Dennis aún estaba titubeando en entrar. Sabía que su abuela lo amaba con el alma y jamás lo haría de lado sin importar que decisión tomase, pero aun así se sentía inseguro pues no estaba acostumbrado a recibir apoyo. En sus padres no podía confiar y sus maestro no lo entendían, Zac no estaba con él y no sabía que diría su abuela. Estaba solo.
Tomó asiento frente al árbol donde había dejado su bicicleta y se repitió para sí que le diría a su abuela. Tenía miedo.

Minutos después tocó la puerta pero nadie respondió. Lo volvió a intentar esta vez con más fuerza pero de nuevo nadie fue a recibirlo.
Extrañado, Dennis intento abrir la puerta por su cuenta. Sabía que no estaría cerrada pero aún así tocaba para anunciar su llegada.
Tal y como lo había predicho, la puerta se abrió y entró.

—¿Abuela? Soy Dennis. Vine a verte. >>Rayos, olvidé mi violín<< —cerró la puerta detrás de él y caminó por la entrada.

La televisión estaba encendida con un reality show familiar de fondo; habían mantas sobre el sillón y un cigarrillo encendido descansando sobre un cenicero. Había una pequeña montaña de ceniza que se estaba formando, señal de que dicho cigarrillo había estado en reposo por ya varios minutos.

—¿Abuela?—la volvió a llamar, esta vez dejando la sala y caminando en dirección a la cocina.
Después de eso, todo se nubló.

(...)

—Esa fue una larga platica con Dennis. Recuerda que solo estarás aquí por unos días, tienes que convi-
La madre de Zac dejó la oración en el aire, pues vio a su hijo salir de su habitación con los ojos y mejillas rojos, ademas de que se estaba sorbiendo la nariz.
—¿Sucedió algo, cielo? ¿Dennis está bien?—cuando la cuestión salió de su boca, Zac comenzó a sollozar. Su madre se alarmó y levantándose de la mesa, corrió a auxiliar a su niño.

El resto de los demás familiares miraban con alerta y preocupación a Zac, pues su madre tenía razón, había sido una platica muy larga entre él y su amigo.

A Zac le costó formular las palabras y no fue después de unos minutos después de tranquilizarse cuando obtuvo las fuerzas para volver a hablar.

—La abuela de Dennis, ella falleció de un infarto y él fue quien encontró el cuerpo—Zac sintió la pequeña tensión de parte de su mamá pero esta por fuera prefirió quedarse tranquila
—Y no solo fue eso...—Zac se vio interrumpido de nuevo por sus sollozos y entre lagrimas y gemidos—M-Me mintió acerca de q-que su abuela tenía...cáncer.

La madre, estupefacta, rodeó entre sus brazos a Zac mientras este seguía llorando en su pecho.

La noticia incluso le había pesado al resto de los familiares de Zac, quienes no tenían ni la menor idea de quien era Dennis, sin embargo, el hecho de que un niño haya encontrado el cuerpo sin vida de un familiar, es una noticia pesada para quien la escuche. 

Por la noche, Zac tuvo dificultades para dormir; aún seguía llorando por todo lo que le había pasado a Dennis, por mentir sobre algo tan delicado y por el resto de la llamada.
Zac no se podía sacar de su cabeza lo dolido que se escuchaba Dennis a través del teléfono; la voz tan rasposa y nariz húmeda.
Después de todo lo que ha sufrió y ha estado sufriendo, la muerte de alguien querido, Zac no tenia idea de como destrozaría a Dennis.

En la llamada, Dennis le contó que dejaría el violín ya que era su abuela quien pagaba las clases y a la única persona a la que de verdad quería tocarle melodías.
Zac inmediatamente le dijo que él hablaría con sus padres y lo ayudaría a no dejar el violín pero Dennis se negó. No se trataba del dinero o continuar su pasión. Si la persona que mas lo admiraba y lo alentaba no estaba aquí entonces, ¿cuál era el punto?
Zac quiso recalcarle que él también lo admiraba, alentaba, quería y amaba pero Dennis estaba pasando por algo tan delicado que prefirió guardárselo para sí. Se sentía tan culpable de no estar junto a Dennis en estos momentos.

Rorii

Depressed (Yaoi/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora