Capitulo 3

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Zac
Estaba vistiéndome a toda velocidad. Mi mamá estaba molesta conmigo desde ayer que llegue tarde a casa y hoy que llegaremos tarde al partido. No encontraba la playera de mi uniforme, las agujetas de mis tachones estaban enredadas, aún faltaba cepillarme el cabello y lavarme los dientes.
—¡Zac si no bajas en menos de treinta segundos juro que no iremos al partido!—era la sexta vez que mi mamá me llamaba.
—¡Ya voy! ¡Dame un minuto!—dije escupiendo la espuma de pasta dental y pasándome el cepillo por los cabellos cafés. No tenía muy largo el cabello por lo que con solo dos cepilladas estaba listo.
Afortunadamente encontré mi playera que estaba debajo de mi ropa limpia que desde hace tres días me había prometido acomodar y me la coloqué deprisa. Tomé mis tachones y mi mochila y bajé corriendo.

Mi padre estaba arriba de la camioneta tranquilo, bebiendo de su termo de café y tamborileando en el volante mientras que mi mamá furiosa me esperaba con los brazos cruzados en la puerta de la casa.
—Lo siento, ya estoy listo—dije encogiéndome cuando pasé frente a ella. Me dio un zape  en la cabeza y jaló mi oreja.
—¡Espero que esta impuntualidad no se vuelva a repetir!

Tenía escalofríos en las piernas. Estaba algo nervioso y emocionado. Dennis iría a verme.
No es la primera vez que lo hace, desde que dejó el futbol nunca ha faltado a mis partidos pero siempre me emociona jugar mientras me observa. Me gusta ser su centro de atención.

Llegamos a las canchas, terminé de amarrarme las agujetas y colocarme las protecciones en la camioneta y bajé corriendo. Los dos equipos ya estaban ahí calentando, ya había demasiada gente y no tardaría en comenzar el partido.

Sabía que Dennis estaría allí. Él siempre llega temprano, incluso antes que yo y siempre se sienta en la primera fila de las gradas donde hay sombra.

Me incorporé con mi equipo, los saludé a todos muy rápido y me disculpé con el entrenador por haber llegado tarde. Terminamos el calentamiento y comenzamos el juego.
Di un vistazo rápido a las gradas con sombra pero en la primera fila no había nadie. Observé de nuevo, en la primera fila no estaba Dennis.

"¿P-Pero como?" "Él siempre viene a mis partidos. Todos. Nunca ha faltado a ninguno."

—Ouch—exclamé saliendo de mis pensamientos.
—¡Lo siento!—dijo Thomas, que era uno de los de mi equipo.
Tenía que concentrarme y no pensar en la falta de Dennis. Mis padres estaban observándome. Tenía que ir detrás del balón, ese era mi trabajo así que corrí por la cancha.
Pero ¿por qué Dennis no habría venido? Él me lo prometió, él siempre viene. Tal vez no alcanzó lugar en esa parte y está entre las demás personas.

—¡Zac! ¡Zac!
—¡Quítasela Zac! ¡Zac!—gritaba mi equipo.
Reaccioné enseguida y de nuevo salí de mi trance. Venía toda una multitud de gente hacia mi. Dos jugadores del equipo contrario traían la pelota e iban hacia la portería de mi equipo. Ya estaban demasiado cerca y no reaccioné a tiempo por lo que ambos chicos chocaron conmigo tirándome al suelo y uno de ellos cayéndose conmigo. Alguien de mi equipo, que no pude ver quién era, aprovechó esa oportunidad y logró quitarles la pelota. Me levanté en seguida y fui tras él.

(...)

Mierda, estaba jugando pésimo. Ya iba a ser el medio tiempo y no había logrado tocar la pelota e íbamos 1-1. Ya había pasado muchas veces mi mirada por la gente, topándome muchas veces con las miradas preocupadas de mis padres pero no la de Dennis.

El silbato del medio tiempo sonó de la nada y parecía muy distante. Antes de darme cuenta, era el único que quedaba en la cancha mientras que ambos equipos estaban descansado.
—Oh, no—dije para mí mientras trotaba hacia él entrenador que se notaba que estaba muy molesto.

Depressed (Yaoi/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora