ɱɛɳtiʀɑร 【 ɦɑʀʀy Pѳttɛʀ / ɗʀɑʀʀy 】

◤ Cɑpítuʆѳ 10 ◥

ᴼᴼᴼ El trío de oro ᴼᴼᴼ

Ron y Hermione estaban tranquilamente caminando por los pasillos de Hogwarts, pero al contrario que otros días, se encontraban muy mal emocionalmente. Se sentían una basura por haber hecho daño a Harry, y aunque le hubieran dicho aquellas palabras tan hirientes mientras estaban bajo un hechizo, — que les había lanzado Dumbledore — se sentían muy culpables.

— Hermione... — susurró Ron desanimado —. Tú... ¿no crees que nos deberíamos disculpar con Harry por haberle dicho aquellas cosas tan horribles..?

— Sí, pero... ¿Cómo? — preguntó Hermione bajando la cabeza —. Llevamos más de dos meses sin hablarnos, ¿cómo vamos a iniciar una conversación con él? Él seguramente ahora nos odia... Y seguro que cuando queramos hablar con él... Y vea que nos acercamos a él... Nos mirará con asco y nos ignorará... — apartó la mirada —. Somos unos idiotas... ¿Cómo... Cómo pudimos decirle eso a Harry? — tragó saliva y sus ojos se aguaron.

— Ey, tranquila Hermione... — se acercó a ella y la rodeó con sus brazos —. Seguro que logramos recuperar nuestra relación con él — dijo con una pequeña sonrisa —. Los tres somos parte del trío de oro por algo, ¿no? — se separó de Hermione y besó suavemente su mejilla.

— Sí, tienes razón... — por primera vez en aquellas semanas, una sonrisa se formó en la cara de Hermione.

Se quedaron en silencio durante unos segundos manteniendo su mirada en la pupila del otro, hasta que un grito los alertó, un grito que les hizo contener la respiración. Era el grito de Harry, y sus palabras eran «No me hagas más daño» . ¿Qué narices le estaban haciendo?

Ron y Hermione salieron disparados hacia el lugar de donde había sonado aquel grito. Abrieron la puerta del aula de pociones de repente y vieron como Harry estaba en una de las mesas de la clase, siendo rodeado por Severus, Draco y otro hombre que no conocían.

— ¡¿Qué narices le están haciendo?! — gritó Ron —. ¡Apartaros de él!

Hermione les lanzó un Repulso a Snape, Malfoy y al otro hombre, mientras que Ron fue corriendo hacia donde estaba Hiren. Posó una mano sobre su hombro y lo sacudió ligeramente.

— Harry... Despierta... — le dijo Ron asustado al notar el fuerte temblor que recorría el cuerpo su amigo —. Harry... Respóndeme... Por favor...

— Suéltame... Déjame... — dijo Hiren entre sueños, dejando caer lágrimas de sus ojos —. Por favor... Para ya... No sigas... No... ¡NO! — se despertó de repente con la respiración acelerada y con la cara húmeda por las lágrimas, irguiéndose en la mesa.

Giró su vista hacia la derecha cuando notó una mano en su hombro y vio a Ron a su lado. ¿Qué hacía él allí?

— Ron... ¿Qué... Qué haces aquí? — preguntó Hiren. Dirigió su vista hacia delante y se quedó sorprendido al ver a Hermione —. Tú también estás aquí... — susurró —. ¿Qué hacéis los dos aquí..? — apartó la mirada, mordiendo su labio inferior.

No entendía nada. ¿Por qué ellos estaban allí si le odiaban? ¿Por qué parecían estar tan preocupados por él, a pesar de haberlo tratado tan mal anteriormente, y haberle dicho palabras que habían bajado tanto su autoestima? ¿Por qué... por qué parecía que por alguna razón, les importaba de nuevo lo que le pasara?

— ¡Harry!

Sin poder aguantar más esa cara de dolor y tristeza en la cara de su amigo, Hermione corrió hacia él y lo abrazó con fuerza. Hiren no se esperaba aquello, por lo que cayó hacia atrás. Pensando que se iba a dar un gran golpe contra el suelo cerró los ojos esperando el impacto, pero se sorprendió cuando cayó en los brazos de una persona, en vez de darse contra el suelo.

— Te tengo, Harry... — oyó en su oído y sus ojos se aguaron. Era Ron —. ¿Estás bien? — preguntó separándolo de él. Hermione también se separó de él, y se quedó al lado de Weasley, mirándolo a los ojos.

— No... — susurró Hiren —. No estoy bien... No estoy bien desde que descubrí algunas cosas... Muy impactantes sobre mi vida... Y rompí mi relación de amistad con vosotros... — sus ojos se aguaron de nuevo.

— Harry... Lo sentimos... — dijo Ron acercándose a Hiren y apoyando levemente una mano en su mejilla —. Yo... Lo siento... Siento haberte dicho aquellas palabras, Harry... Siento haberte dicho que eras un falso, un mentiroso y una mierda de persona... Siento haberte dicho que sólo te quería por ser el elegido y no por cómo eras realmente... — sus ojos también se aguaron —. Pero no podía evitar decirte aquello... Dumbledore nos lanzó un hechizo para que obedeciéramos sus órdenes y para que redujéramos tu autoestima... Diciéndote palabras hirientes...

— ¿Qué..? — de sus ojos comenzaron a caer lágrimas —. Espera... ¿eso quiere decir que nada de lo que me dijiste era verdad..? ¿Sólo era... una mentira?

— ¡Claro que era falso, Harry! — exclamó Ron. — Yo nunca... Nunca diría esas cosas tan horribles sobre ti... — dijo acariciando la mejilla de su amigo —. Tú no eres todo aquello que te dije... Más bien eres lo contrario... Eres una persona increíble... Una genial persona... Eres honesto, bueno y auténtico... Porque tú no usas una máscara para agradar a los demás... Simplemente... Eres tú mismo... Y hay muy poca gente así en este mundo... — acercó su cara a la de Hiren y juntó sus frentes —. Por eso me alegro de haberte conocido, Harry... Tú eres... tan importante para mí... Y siento muchísimo haberte hecho ver lo contrario — dijo sintiendo sus mejillas húmedas.

— Sentimos haberte hecho ver que no nos importabas... — dijo Hermione sintiendo sus ojos aguarse —. Nosotros nunca quisimos decirte aquello... Nunca pensamos eso... Pero ya sabes... Como ha dicho antes Ron... Albus nos lanzó un Imperio para que estuviéramos bajo su control y te hiciéramos daño... Porque así sería muchísimo más fácil que Voldemort te venciera... Si estabas mal emocionalmente, para Tom Riddle sería mucho más fácil matarte... Y cuando Voldemort creyera que ya todo estaba hecho... Dumbledore le mataría a él... Y entonces todo el mundo lo consideraría el salvador del mundo mágico... Mataría dos pájaros de un tiro si lograba hundirte emocionalmente —. Hermione respiró hondo —. Y no sé por qué pero... Siento que ya lo estás... Siento que te han hecho tanto daño... Siento que estás tan roto...

— Lo estaba... — susurró Hiren —. Antes de encontrarme con mi padre, estaba roto... — dijo mirando disimuladamente a su padre, quien le miró con tristeza —. Pero... Cuando supe... Que a mi padre le importaba, que al menos alguien de este mundo me apreciaba... Aquel dolor en mi corazón se redujo... Puede que no desapareciera... Pero... Al menos... Ya no sentía tanto dolor como antes... — dijo antes de emitir un pequeño sollozo.

— Ey, tranquilo... Estoy aquí... Amigo, estoy aquí... — dijo Ron. Volvió a apoyar su mano en la mejilla de Hiren y la acarició levemente. — Estamos aquí...

— Ron... Hermione... — susurró dejando caer más lágrimas de sus ojos —. Vosotros... — los miró con tristeza —. Por favor... No me dejéis... No otra vez... — sollozó.

Una expresión de tristeza apareció en las caras de Ron y Hermione cuando oyeron las palabras que les dijo Hiren y sus ojos se aguaron.

— No lo haremos... — Ron se acercó a Hiren y lo abrazó con fuerza junto a Hermione, quien había empezado a derramar lágrimas cuando vio aquella mirada de dolor en la cara de su amigo —. Nunca más nos alejaremos de ti...