◤ Cɑpítuʆѳ 1 ◥

40.8K 2.3K 3.1K
                                    

ᴼ Una pequeña visita a Gringotts 

Harry estaba en su habitación, tumbado sobre la cama con una expresión de cansancio observando a su lechuza la cual estaba dentro de una jaula ya que Vernon no quería que la liberara ni siquiera por unos minutos. Y tampoco le dejaba salir a él.

La verdad estaba un poco harto de tener que estar encerrado en la habitación que antes pertenecía a su primo, pero tampoco es que pudiera hacer mucho. Porque si le decía algo a tu tío, lo que le esperaba no iba a ser muy bueno que digamos. Así que prefería quedarse callado y aguantarse.

Aunque desearía no tener que hacerlo, desearía no tener que quedarse callado, desearía poder decirle a alguien lo mucho que odiaba su vida, deseaba poder gritarle a los cuatro vientos lo mal que se sentía, pero estaba seguro de que eso sólo iba a empeorar la situación.

Porque de hecho, eso ya le pasó una vez. Confió en Ron y Hermione para decirle lo mal que se sentía y lo único que le dijeron fue que era un debilucho. Que sus tíos le maltrataran cuando volvía de las clases de Hogwarts por vacaciones, no era, según ellos, para tanto.

¿Cómo que no era para tanto, si no podía siquiera decir una palabra sin que su tío le pegara una bofetada por ser "maleducado" y hablar cuando no se lo permitía? ¿Cómo iba a 'No ser para tanto' si aunque hiciera lo que Vernon le decía, siempre acababa llevándose unos cuantos golpes?

Suspiró y negó con la cabeza. No entendía por qué sus amigos pensaban que él era un quejica y que lo que le hacían sus tíos no tenía importancia.

Oyó un ruido en la ventana y se giró, viendo una pequeña lechuza negra con una carta atada a sus garras. Abrió la ventana y la dejó entrar a su habitación. Acarició la cabeza del pequeño animal y sonrió cuando ésta inclinó su cabeza hacia abajo, como si estuviera haciendo una reverencia. Volvió a alzar el vuelo después de unos segundos y cuando la vio alejarse de su ventana, la cerró.

Se volvió a sentar en la cama y vio que la carta era de Gringotts. Rasgó el sobre y sacó la carta, comenzando a leer lo que ponía en el folio en completo silencio.

Señor Potter:

Es mi deber informarle que James Potter antes de morir dejó una carta para usted. Nos explicó que no le notificáramos sobre esto hasta que cumpliera los dieciséis años y dado que ya ha llegado ese momento le pedimos que acuda a nuestro banco lo antes posible. Según lo que pone en el dorso del sobre es de suma importancia que sepa lo que pone en la carta cuanto antes. Esta información no se le dará a nadie que no sea usted y es indispensable que venga solo.

Griphook,

Banco Gringotts

Lo leyó de nuevo buscando algo que le indicara que era una trampa de Voldemort, lo que ponía en el final de 'Ven solo' le resultaba sospechoso pero aparte de eso no hacía nada más que le hiciera dudar. Además, aquella lechuza por muy raro que sonara la había visto rondar cerca del banco de Gringotts así que no dudaba que se les hubiera ocurrido enviarla como una mensajera para llevarle aquello.

Dio un suspiro y se levantó de la cama con intención de ir al banco, total no tenía otra cosa que hacer. Sabía que sus tíos no lo iban a dejar salir pero podía escaparse por la ventana y volver antes de que se dieran cuenta. Porque ahora mismo estaban trabajando, así que era imposible que se dieran cuenta de que no estaba en casa.

Abrió la ventana y con un pequeño hechizo llegó intacto al suelo junto a su escoba, fue caminando hasta un sitio donde nadie pudiera verlo despegar del suelo y dio un golpe, elevándose en el aire. Fue volando hasta llegar al banco, una vez allí descendió al suelo y se bajó de la escoba. Entró en el banco y fue directamente hacia donde estaba Griphook.

ɱɛɳtiʀɑร 【 ɦɑʀʀy Pѳttɛʀ / ɗʀɑʀʀy 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora