◤ Cɑpítuʆѳ 13 ◥

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ᴼ Recuerdos dolorosos 

— ¿Perdón? — preguntó Ron dirigiéndose a Draco. — ¿Cómo que quedarse contigo?

— Sí, quedarse conmigo. A mí no me importa faltar a clases si es para cuidarle — dijo Draco apretando al azabache contra su pecho. — Además, estoy seguro de que mi padrino aceptará que me salte las clases para quedarme con Hiren.

— Siempre y cuando lo trates bien y lo cuides, sí estoy de acuerdo con que estés con él — dijo Severus.

— Sí, ambos estamos de acuerdo con que permanezcas a su lado — dijo Tom. — Pero como se te ocurra dañar a mi hijo, te las verás conmigo — dijo haciendo crujir sus nudillos.

— Exactamente — dijo Ron imitando la acción de Tom. — Como se te ocurra tocar un solo pelo de Hiren, te vas a enterar, Malfoy.

— ¿Se puede saber que tenéis todos en contra mía? — preguntó Draco antes de suspirar. — No voy a herirle, ¿sabéis? ¿Cómo voy a dañar a la persona que más me importa del mundo, junto a mis padres y a mis... Hermanos? — susurró al final, sintiendo sus ojos aguarse.

Ninguno de los allí presentes escuchó la última palabra que dijo Draco excepto Ron, quien además también notó lo rota que había sonado su voz cuando dijo eso. Algo que lo confundió y lo sorprendió muchísimo, por lo que quiso saber la causa del ligero malestar que había visto en Malfoy, y la mejor forma de descubrir lo que le pasaba era estar con él mientras que cuidaba a Hiren.

— Profesor Snape, ¿puedo saltarme yo también las clases para quedarme con Hiren? — preguntó Ron.

Snape suspiró con cansancio.

— Sí, está bien Weasley. Puedes quedarte con Draco para cuidar a Hiren durante las clases de hoy — dijo cruzando los brazos. — Pero mañana sin falta tenéis que asistir sí o sí a las clases. Y más os vale que desaparezcáis lo más rápido posible de mi vista, antes de que cambie de opinión.

Ambos salieron corriendo de allí en dirección al dormitorio de Gryffindor, mientras que Tom, Severus y Hermione se quedaron delante de la puerta del aula de pociones.

— Bueno... Y ahora... ¿Qué hacemos? — preguntó Severus mirando a Tom.

— Ni idea. ¿Tienes alguna proposición?

— Ahora mismo no tengo que dar clase, así que si quieres podemos ir a dar un paseo por el bosque prohibido y de paso pensar en como matar a Dumbledore.

— Me parece buena idea, Sevi — dijo Tom agarrando de la mano a Severus. Le sonrió y besó su mejilla suavemente.

Hermione se quedó con los ojos abiertos como platos y miró confundida a los hombre frente a ella. «¿Acaso el profesor Snape y Tom Riddle están en una relación?» pensó la castaña muy sorprendida. «Un momento... ¿Eso significa que Snape también es el padre de Hiren..?» Contuvo una exclamación de sorpresa. «Vaya, es algo increíble...»

Los dos hombres frente a ella aún no se habían dado cuenta de su presencia, seguramente ellos creerían que se había ido del pasillo al igual que Ron y Draco, pero la verdad es que ella no quería ir a clases todavía. Aún tenía algo que preguntarle a su profesor, algo que no sabía a quién más preguntar.

Y si se entretenía con aquella pregunta y se saltaba las clases, siempre podía pedirle sus apuntes a Luna, Neville, Dean o Seamus, que siempre estaban dispuestos a dejarle su cuaderno para que luego lo copiara en alguna hora que tuviera libre.

ɱɛɳtiʀɑร 【 ɦɑʀʀy Pѳttɛʀ / ɗʀɑʀʀy 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora