◤ Cɑpítuʆѳ 4 ◥

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ᴼ Sectumsempra 

Tras decir esas palabras, sintió todo su mundo venirse abajo. Sabía que la había fastidiado. Él podría haberse callado y no pensar en nada cuando su padre comenzó a lanzar la maldición asesina, podría no haber pensado en las palabras de «Gracias... padre...» y entonces en ese momento estaría muerto, no temblando como una gelatina esperando una respuesta de los hombres que hasta hace nada creía que eran sus enemigos.

― ¿Acabas... de decir... que somos tus padres..? ― preguntó el lord oscuro. ― ¡Eso es imposible! ¡Imposible! ¡¿Cómo ibas a ser nuestro hijo si yo nunca estuve con Snape, para empezar?! ¡¿Cómo ibas a ser nuestro hijo si tú eres el elegido, si tú eres Harry Potter?! ¡¿Cómo ibas a ser mi hijo si eres mi enemigo y el niño de la profecía, el-niño-que-vivió?! ― exclamó con rabia anulando sin darse cuenta el hechizo que había lanzado a Harry. ― ¡No sé de donde sacaste que somos tus padres pero es imposible! ¡Seguro que es un plan de Dumbledore y tuyo para que os deje de atacar! ¡Y seguramente tus heridas también serán falsas! ¡Seguro que es para que sienta pena por ti y deje de intentar matarte! ¡Seguro que es para que deje atrás mis ganas de conquistar el mundo mágico! ¡Pero no te va a funcionar, Potter! ― se acercó a él y apretó su brazo con fuerza. ― ¡¿Cómo te atreves a engañarme?!

Los ojos de Harry se aguaron y miró con dolor a su padre.

― Está bien que no me creas... ― dijo con lágrimas deslizándose por sus mejillas. ― Pero lo que estoy diciendo es verdad... yo soy tu hijo... vuestro hijo... ― sollozó. ― Y no me importa que no me creas... Total, me da igual sino aceptas quién soy... Si no me crees entonces mátame... eso es por lo que principalmente te envié esa carta. Así que... cumple mi deseo... y lánzame la maldición asesina. ― al notar cómo el agarre en su brazo se tornaba ligero, se soltó y rápidamente salió corriendo, antes de que su padre o Severus lo detuvieran.

Fue al jardín que había afuera, se apoyó en una pared y se deslizó hasta caer al suelo, escondió su cabeza entre sus rodillas y comenzó a llorar.

Pensó en todo lo que había pasado hasta ese momento y en todo lo que había sufrido desde que supo la existencia del mundo mágico. Todos los momentos de su vida hasta ese momento pasaron enfrente de sus ojos, y al final... la cara de su padre apareció.

Se encogió aún más en su sitio y pensó en lo que había sucedido hace unos minutos. Sabía que Voldemort lo odiaba, sabía que quería matarlo debido a la profecía – que seguramente era falsa –, sabía que la rabia que tenía hacia él era inmensa pero aunque su padre quisiera matarlo... él nunca sería capaz de volverse a enfrentar a él. No podía hacerlo. Tras descubrir que era su padre pensó que nunca más sería capaz de levantar la varita en su contra. A pesar de que fuera el 'lord oscuro', y a pesar de que fuera 'malvado' no sería capaz de hacerle daño. ¿Cómo iba a poder hacerle daño si era la única persona de su familia, junto a Severus Snape, que aún seguía viva?

Soltó un sollozo y en ese momento deseó tener su varita para acabar con todo, deseó habérsela guardado en su bolsillo... pero no lo hizo. «Maldición» pensó con tristeza y rabia antes de observar un brillo a una distancia cercana a él.

Se levantó del suelo y fue hacia donde estaba aquel brillo, descubrió que era una varita mágica. Pero no era cualquier varita mágica. ¡Era la suya! ¿Cómo había llegado allí?

La agarró con sus manos y sintiendo un alivio recorrer su cuerpo, se apuntó con ella, preparado para lanzarse un hechizo que acabaría con todo. Ese hechizo lo aprendió de un libro que había encontrado en el aula de Pociones, llamado 'El príncipe mestizo'. Aquel hechizo que estaba a punto de ejecutar, según lo que había leído, provocaba un inmenso dolor por todo el cuerpo de alguien haciéndole varias cortadas. Y según lo que ponía en la página de ese hechizo, no tenía ningún contra-hechizo que pudiera detenerlo, así que eso era mejor para él porque nadie podría evitar que muriera.

¡Sectumsempra! ― gritó con fuerza, un destello salió de su varita y el hechizo le dio de lleno en el pecho.

Sintió un inmenso dolor por todo el cuerpo y cayó al suelo respirando entrecortadamente. Sentía como si mil agujas estuvieran clavándose en él y le estuvieran haciendo unas profundas heridas. Estaba seguro de que para otra persona seguro que sería un dolor insoportable, pero a él sólo le daba alivio. Alivio porque al fin podría dejar de sufrir. Sonrió y se quedó mirando el cielo, con abundante sangre saliendo de sus heridas. Tras unos segundos cerró los ojos sintiendo una enorme calma, hasta que su tranquilidad se acabó al oír alguien llamarlo.

― ¡Potter! ― oyó la voz de sus padres y sus ojos se abrieron con sorpresa.

― ¡Maldición! ¡¿Qué mierda has hecho?! ― gritó Severus con terror.

Severus y Voldemort se agacharon al lado del cuerpo de Harry, Snape puso la varita sobre las heridas y pronunció el ligero hechizo «Vulnera Sanentur» que hicieron que los cortes de Harry se cerraran.

Voldemort lo cogió en brazos y junto a Severus, caminaron de vuelta hacia la habitación del lord oscuro para volver a dejar a Harry sobre la cama y esperar que despertara cuanto antes.

― Potter... Es un idiota... ― susurró Snape sentándose sobre un sillón que había al lado de la cama. ― ¿Cómo se le ocurre... hacer tal cosa..? ¿Cómo se le ocurre usar ese hechizo..? ― bajó la mirada y apretó su cabeza entre sus manos. ― Podría... podría haber muerto... si no llegábamos a tiempo él... ― miró con terror a Voldemort, que se encontraba mirando a Harry fijamente y apuntándole con la varita. ― Mi señor... ¿qué ocurre?

― Aquello que ha dicho antes... él... de verdad es nuestro hijo, ¿no? ― preguntó Voldemort. Snape asintió, sorprendido por su pregunta. ― Entonces... yo... no puedo matarlo... ― dijo bajando su varita. ― Si eso que dijo... es cierto... ¿cómo... voy a poder arrebatarle la vida? Él... es descendiente mío... ― una expresión de horror apareció en su cara. ― Por Salazar... eso significa que durante más de diez años estuve intentando matar a mi propio hijo... ― apretó los puños con rabia. ― Snape... Necesito que me ayudes en algo.

― ¿En qué, mi señor? ― preguntó Severus.

― Necesito que me ayudes a recuperar mi aspecto humano. ― dijo Voldemort alto y claro.

― ¿Por qué? Es decir... ¿por qué en este momento tan repentino quieres recuperarlo? ― preguntó Snape con curiosidad. ― Además... sólo con un glamour ya podrías tener ese aspecto...

― Lo sé. Pero no sólo quiero recuperar mi aspecto humano, quiero recuperar todo lo que antes pertenecía a mí... todo aquello de lo que yo mismo me deshice.

Snape abrió los ojos como platos.

― ¿Quieres decir... que quieres recuperar tus Horrocrux

ɱɛɳtiʀɑร 【 ɦɑʀʀy Pѳttɛʀ / ɗʀɑʀʀy 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora