ɱɛɳtiʀɑร 【 ɦɑʀʀy Pѳttɛʀ / ɗʀɑʀʀy 】

◤ Cɑpítuʆѳ 17 ◥

ᴼᴼᴼ Una gran familia ~ Parte 2 ᴼᴼᴼ

— Oye, no es por interrumpir pero... ¿No deberíamos idear un plan para matar a Dumbledore ahora que estamos todos aquí? — preguntó Remus.

— ¡¿Ese maldito aún sigue vivo?! — exclamó James con rabia.

— Por desgracia, sí — dijo Severus antes de suspirar con cansancio.

— Entonces pongámonos en marcha con ese plan ya, ¿no? — propuso Sirius haciendo que sus nudillos crujieran. — Estoy deseando pegarle un puñetazo a ese... — estuvo a punto de pronunciar una palabra malsonante, pero Lily le pegó un codazo. — ... Maldito.

— Tranquilo, fiera. Que yo también estoy deseando pegarle una paliza a ese gilipollas — afirmó James tronando sus dedos.

— Ey, tranquilos todos. Antes necesitamos a la familia Malfoy y Black y a algunos mortífagos también para poner en marcha ese plan, un plan con el que todos estemos de acuerdo y logremos acabar con Albus de una vez por todas — Hiren intervino en la conversación. Tom lo miró con una ceja alzada. — ¿Qué? Es la verdad.

— Me sorprende tu actitud, hijo — dijo Tom expresando confusión en su cara, aunque en realidad estuviera profundamente orgulloso de que su hijo fuera así.

— Soy hijo del señor oscuro, ¿qué esperabas? — preguntó con una enorme sonrisa acercándose a él.

— Oh, la verdad es que esperaba que fueras un tonto Gryffindor, al igual que tus amigos — dijo mirando a Kendra y Everett.

— Ey Tom, nosotros de Gryffindor tenemos poco — afirmó Everett.

Kendra sacó la varita de su túnica y apuntó al señor oscuro con una sonrisa burlona. Éste levantó las manos en son de paz y Kendra guardó la varita de nuevo.

— Sabes perfectamente que más Slytherin que un Malfoy no hay nadie, padrino. Así que no nos digas que somos Gryffindor, y menos que somos tontos, porque si no te lanzaremos un Crucio — miró con una sonrisa a Everett.

— ¿Malfoy? — preguntó Hiren confundido. — Espera... ¡¿Malfoy?! ¡¿Desde cuando vosotros sois Malfoy en vez de Granger y Weasley?!

— Desde que tu padre nos devolvió los recuerdos sobre la época en la que vivíamos con los Malfoy y descubrimos que en realidad somos hermanos de Draco y nos llamamos Kendra y Everett, en vez de Hermione y Ron — anunció Kendra mientras se acercaba a Hiren.

Hiren estaba muy sorprendido por aquello, pero no iba a juzgarlos. Evidentemente él aún seguía aceptando a sus amigos, fueran Granger, Weasley, Longbottom, Riddle o Malfoy. Eso le daba igual. Al igual que a Hermione y Ron en su momento les dio igual que él en realidad fuera el hijo de Voldemort, a él le daba igual de que familia provenían sus amigos. ¿Qué clase de amigo sería si a él sí le importara más de que familia venían sus amigos, en vez de valorar la amistad que tenían por sus personalidades?

— Vaya, ahora que lo pienso, eso es muy irónico — comentó Hiren. — Teniendo en cuenta que una vez Draco te llamó Sangre sucia y en realidad eres Sangre pura.

— Oh, es cierto — dijo Kendra. — Ya se me había olvidado aquello — soltó una leve risa.

Hiren soltó una pequeña risa y Everett se acercó a ellos.

— No es que lo hayamos olvidado, pero el pasado es pasado. Ni él ni nosotros sabíamos durante ese tiempo que en realidad éramos familia, y además nuestras familias se odiaban... Lo que verdaderamente cuenta ahora es cómo nos comportemos ahora entre nosotros — afirmó Everett pasando un brazo alrededor de los hombros de Kendra.

El pelinegro sonrió.

— Por alguna razón, me encantaría verte abrazando a Draco... — dijo mirando a Everett. Éste se sonrojó y apartó la mirada.

— Y a mí también me encantaría que él me abrazara, pero antes voy a tener que hacer otra cosa...

Hiren oyó la voz de Draco y se giró hacia él para saludarle con una gran sonrisa, pero antes de que pudiera hacer nada vio como el rubio corría hacia él y de repente, sin que se lo esperara, lo abrazó con fuerza.

― Hola, Hiren ― susurró en su oído.

― Hola, Draco... ― dijo devolviéndole el abrazo con fuerza.

Una sonrisa se formó en su cara mientras disfrutaba de la calidez que desprendía el cuerpo del rubio, y sus mejillas se enrojecieron cuando oyó a su padrino decir en voz alta: «Pero qué tiernos...» Hiren se separó al instante de Malfoy y sonrojado, miró a Sirius.

― ¡Padrino!

― Ups. ¿Lo he dicho en voz alta? ― todos se rieron cuando oyeron sus palabras.

― Ey, no es por interrumpir este momento tan feliz pero... ¿Podemos centrarnos en lo que verdaderamente importa ahora?

Todos giraron su vista hacia el portón de la mansión Riddle y se sorprendieron al ver quienes se encontraban allí. Frente a ellos se encontraban Regulus Black, Eileen Prince y Tobias Snape.

Los alumnos de Hogwarts y los adultos miraron de golpe a Severus, quien estaba en shock. Estaba mucho más pálido de lo normal y sus ojos estaban abiertos como platos.

― ¿Qué ocurre Severus? ― preguntó Tobias con una sonrisa. ― Parece como si hubieras visto un fantasma.

― ¿Padre? ― murmuró. Giró su vista hacia Regulus. ― ¿Reg? ― Dirigió su vista hacia Eileen. ― ¿Madre?

― Hola mi pequeño... ― sonrió Eileen con algunas lágrimas en sus ojos. ― Bueno, ya no eres tan pequeño...

Soltó una risa quebrada y Severus no pudo contenerlo más. Corrió hacia ellos entre lágrimas y los abrazó con fuerza.

― Yo también te he echado de menos, Severus... ― musitó Eileen en su oído.

― Ey, yo también, mocoso. Me alegro de verte después de todos estos años... ― afirmó Tobias. ― Y siento mucho todo lo que te hice pasar, a pesar de ser inconscientemente... ― susurró en su otro oído.

Severus intentó contener un sollozo.

― Me siento tan feliz de verte de nuevo, amigo... Después de tantos años separados por fin estamos juntos otra vez... ― dijo Regulus.

― No sabéis cuanto me alegro de veros...

Severus se apartó de ellos y se limpió las lágrimas. Miró a los ojos a sus padres y a su amigo y sonrió.

― Vaya, así que este es el padre del esposo de mi hijo... Un placer conocerlo, Tobias ― anunció Tom Ryddle extendiéndole su mano al padre de Severus.

― Igualmente, Tom ― le estrechó la mano a Tom.

Las madres de Severus y Tom conectaron sus miradas y se sonrieron, con los ojos brillantes. Ambas caminaron hacia la otra y agarraron sus manos.

― ¡Tú debes de ser Eileen! ¡Me alegro tanto de conocerte por fin!

― ¡Yo sí que me alegro de conocerte, Merope! ¡Después de tanto tiempo por fin te conozco!

Merope sonrió a Eileen.

― Emm... Mamá, ¿no deberíamos empezar con el plan para derrotar a Dumbledore, como tú has dicho? ― preguntó Snape.

― ¡¿Alguien dijo "derrotar a Dumbledore"?!