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ᴼ El trío de oro ~ Parte 2 

Unos minutos después de que el trío de oro se separara de su abrazo, Severus carraspeó para llamar la atención de los tres adolescentes que había en el otro lado del aula. Éstos giraron su vista y Ron y Hermione miraron a Severus con arrepentimiento. No deberían haberle lanzado un hechizo, pero era lo único que se les había ocurrido hacer en ese momento para que se apartara de Hiren.

 — Weasley, Granger — dijo Severus —. Escuchadnos, tenemos algo que decirles.

— Sí, sobre todo teniendo en cuenta que ellos verdaderamente no querían dañar a Hiren — dijo Tom mirando disimuladamente con una pequeña sonrisa a su hijo, quien sonrió levemente y se secó las lágrimas.

— Eh... ¿Quién es Hiren? — preguntó Ron confundido.

— Yo — dijo Hiren. — Sé que me conoces por el nombre de Harry, pero mi verdadero nombre es Hiren.

— Espera... Vale. Tú eres Hiren. Tu verdadero nombre es Hiren, interesante — comentó Ron — Y él... ¿Quién es?

Ron señaló al señor oscuro. Una sonrisa se formó en la cara de Hiren y se acercó a a él. El más alto pasó un brazo alrededor de la cintura del menor y éste apoyó la cabeza en el hombro de Tom.

— Él es mi padre — dijo mirando a su padre con cariño.

—¡¿Qué?! — exclamó Ron — P-pero... ¿James no está muerto..?

— Yo no soy James. Yo soy Tom Riddle — dijo Tom —. ¿Cómo puedes confundirme con James?

— Ah, vale. Perdón por confundirte Tom.

Ron sonrió levemente. Procesó las palabras que había dicho Tom y volvió a gritar, sin poder creerse lo que había dicho aquel hombre.

— Espera... ¡¿QUÉ?! ¡¿Eres Voldemort?! — el mayor asintió, y luego Ron miró a Hiren —. ¡Entonces... Tú eres hijo del señor oscuro!

— Sí... — susurró Hiren —. ¿Hay... Algún problema?

— ¡Sí! ¡Claro que sí hay algún problema! — gritó Ron —. Porque si tú estás con él... Y sientes cariño por Voldemort después de todo lo que ha sucedido... Eso significa que no es tan malo como parece, porque es evidente que tú nunca apreciarías a un asesino... Lo cual sólo puede significar que lo más probable es que si él no es tan malo como parece... Alguien le manipuló para que fuera malvado y fuera detrás de ti para matarte... Y... La única persona capaz de eso es...

— Dumbledore... — susurró Hermione abriendo los ojos como platos.

Así que no sólo les había lanzado un Imperio a ellos para que dañaran a Hiren, también le había lanzado ese hechizo a Tom Riddle para que persiguiera a su amigo y lo matara.

¡Era increíble! A Dumbledore no le bastaba solo con reducir la autoestima del "Elegido", no. También quería que alguien matara a Hiren para que todo el mundo mágico le considerara "El Salvador" cuando él asesinara a Voldemort.

Cada vez Hermione odiaba más a Albus, y una gran rabia crecía en su interior.

— ¡Ese maldito! — gritó Ron con rabia —. ¡¿Cómo se atreve?! ¡Juro que como le vea por los pasillos le voy a lanzar un Crucio! — al ver que Hermione iba a hablar, levantó la mano, como diciéndole que no dijera nada —. ¡Y no me digas que no se lo merece o que eso no es propio del bando de la luz, porque eso ahora mismo me da igual! ¡Él nos hizo odiar a Hiren con un Imperio, le ocultó quién era su verdadero padre y manipuló a Voldemort para que le matara... Y apuesto a que también fue él quien mató a James y Lily! ¡Él fue el causante de que lo pasara tan horriblemente mal en casa de sus tíos y el causante de que estuviera tan dolido! — gritó enfadado sacando la varita de su bolsillo —. ¡Así que aunque sea lo último que haga, voy a matar a ese hombre! ¡Primero le lanzaré Crucios y Sectumsempras a diestra y siniestra, y cuando crea que he acabado, le lanzaré un Avada Kedavra!

— Qué curioso, justo esa era mi idea — dijo Tom.

Severus le dio un codazo mirándolo con reproche e inclinó su cabeza como diciéndole que mirara en aquella dirección. Tom miró hacia donde los ojos de Snape estaban dirigidos y vio a su hijo temblando, con los ojos aguados.

— Eso... ¿Eso significa que no os importa que mi padre sea Voldemort? ¿Aún a pesar de ser su hijo no me odiáis? — preguntó con la voz quebrada. — ¿No me vais a dejar..?

— ¡Claro que no! — gritó Ron acercándose rápidamente a Hiren y abrazándolo con fuerza —. ¡¿Cómo piensas eso, Hiren?! ¡Nosotros nunca te vamos a apartar de ti, no de nuevo! ¡No después de todo lo que has sufrido!

— ¿Ni siquiera... Ni siquiera por ser hijo de Tom Riddle? — preguntó antes de soltar un sollozo.

— ¿Qué tontería es esa? ¿Odiarte por eso? ¿Estás de coña? ¿Crees que nos alejaríamos de ti sólo por ser hijo de Voldemort..? — preguntó confundido Ron separando a su amigo de él —. Nunca. ¿Me oyes? Nunca vuelvas a pensar que me voy a alejar de ti por una tontería como esa. Que nos vamos a apartar de ti por una estupidez así — apoyó las manos en las mejillas de Hiren y las acarició —. ¿Voy a tener que repetirlo, Hiren? Siento mucho haberte hecho pensar que no eras importante para mí y que te odiaba, pero te vuelvo a decir que eso no tiene nada que ver con la realidad...

Acercó sus labios a la cara de su amigo y besó su frente con ternura, intentando transmitirle el gran amor que sentía por él. Hiren dejó caer unas lágrimas de sus ojos y soltó un pequeño sollozo.

— Te quiero, Hiren. Muchísimo más de lo que te puedas imaginar. Tú eres lo más importante para mí... Y eres como mi hermano... Así que más te vale no volver a pensar que yo me alejaré de ti, porque ni en tus sueños eso va a ocurrir.

«Pero qué tierno...» pensó Hermione conmovida, mientras unas lágrimas se deslizaban por sus mejillas y una de sus manos estaba sobre su pecho.

Draco carraspeó, llamando la atención de todos los que había en la sala, que lo miraron fijamente. Hermione lo miró con furia por haber interrumpido la escena tan bonita que estaban compartiendo Ron y Hiren, estos los dos lo miraron confundidos, Severus lo miró como si estuviera diciéndole que empezara a hablar y Tom lo miró con una ceja alzada.

— ¿Por qué me miráis así? — preguntó Draco confundido.

— ¿No ibas a decir algo?

— ¿Qué? No, claro que no, Granger...

Al ver su mirada interrogante suspiró.

— Vale, está bien. Sí quería decir algo, pero prefiero decírselo solamente a Hiren, no a todos — dijo cruzando los brazos.

— Pues vámonos, ¿no? — preguntó Ron —. Dejemos hablar a Malfoy con Hiren.

Tom, Severus y Hermione asintieron, para luego salir de la habitación.

— Pero ten mucho cuidado Malfoy, vamos a estar al otro lado de esa puerta — la señaló — y como se te ocurra hacerle daño a mi amigo te las verás conmigo — se tronó los dedos.

Caminó hacia la puerta y antes de salir de aquella sala sonrió a Draco. Un escalofrío recorrió su cuerpo por la mirada escalofriante que le había lanzado Ron y cuando salió del aula soltó un suspiro.

— Emm... Malfoy.... ¿Qué... Qué querías decirme?

ɱɛɳtiʀɑร 【 ɦɑʀʀy Pѳttɛʀ / ɗʀɑʀʀy 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora