"Mami, mira es una mariposa" gritó entusiasmada la pequeña niña de apenas cinco años
"Es muy bonita, así como tú" contestó la mujer sonriendo y picándole la nariz
"Me gustan mucho las mariposas ¿Puedo llevar una a casa?" preguntó tomando la mano de su madre
"No, porque ellas viven aquí afuera y si las encierras se mueren de tristeza" le explicó mientras ambas caminaban
"Está bien, pero ¿Por qué se mueren?"
"No puedes encerrar algo tan hermoso y dejarlo solo, por eso siempre están con sus amigas" dijo sentándose junto a su hija ambas se recargaron frente a un gigantesco árbol "Tú eres como una mariposa, pequeña, bonita y libre. Disfrutalo chica"
"Allí está papá" dijo corriendo hacia su padre "papi, mira hay mariposas"
"Ya las vi mi pequeña pulguita" contestó su padre cargándola en brazos y elevándola para darle vueltas "Te amo mucho"
"Y yo a ti papá" se abrazó fuertemente al pecho de su padre y escondió su cabeza en su cuello
"¡Hey! ¿Quién está ahí?" preguntó mirando a su hija en su pequeño escondite "sal de allí pequeñita"
"No quiero" dijo con una sonrisa
"Vamos o mamá no te dará sándwich de nutella con plátanos"
"Ya está, estoy afuera" sacó rápidamente su cabeza y sonrió entusiasmada "¡Vamos con mamá!"
"¡Ay! Demasiada adrenalina. No se de donde sacas tanta energía, pequeña" dijo su padre siguiéndola
"Creo que ya estas grande" se burló mientras corría
"Eso, o tu tienes demasiada energía" contestó su padre alcanzándola
"Dejen de correr y sintense, es hora de comer" habló la mujer desde una manta de color azul con blanco extendida sobre el césped verde brillante
"Vamos papá" dijo emocionada la niña tomando su lugar junto a su madre
"¡Dios! Corres como una bala" dijo su padre sentándose frente a ella y tomando su sándwich
Los tres se recostaron sobre la manta contemplando el cielo, las hojas de los arboles se movían gracias a la suave brisa de la mañana fresca, el césped verde reluciente estaba ligeramente humedecido por el rocío de la mañana, habían gotas de agua cristalina deslizándose por las pequeñas hojas de pasto, olor de fresco petricor inundando el ambiente e invadiendo sus fosas nasales, a su al rededor una fina capa de hojas moradas.
La pequeña se levantó de al lado de sus padres y junto a la suave brisa del aire comenzó a bailar, pequeñas hojas de un sauce llorón rozaban sus dedos su mirada estaba fija en el vaivén que danzaban los pétalos de las jacarandas a su al rededor, pequeños suspiros salían de sus labios mientras entre risas daba vueltas admirando así la gran extensión de vegetación, una pequeña risa lenta, suave, tierna e inocente salió de sus labios; tan tierna como lo era la pequeña de ojos aceituna y larga cabellera oscura como el acre de aquel bosque donde solía pasar varias horas jugando, las risillas que salían de sus labios eran tan lentas que parecían querer quedarse atrapadas allí, entre las moradas hojas de los árboles y la fresca brisa de la mañana fría, gélida pero cálida. Los miles de colores de aquel gran campo contrastaban contra la luz, brillaban e incluso parecieran estar danzando junto a ella. Era tan gigante y aterrador, pero tan hermoso y encantador a la vez que hipnotizaba con su belleza. Podrías correr para perderte, pero volver para encontrarte, podías llorar junto a los sauces o reír junto a las mariposas. Ella prefería jugar junto a los pétalos de las flores, perderse entre los matorrales y encontrarse junto a los campos de dalias, pequeñas e inocentes como ella, había miles de ellas alfombrando el campo, el frío sereno de la mañana había dejado restos de pequeñas gotas de agua que corrían sobre los guijarros que iban desde negro intenso hasta gris.

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7 DÍAS
Fanfiction[Contenido sensible] Aferrarse a los buenos recuerdos... Disfruta cada segundo, vive cada momento y ama con el corazón... A veces con querer no vasta. "Una batalla sin cicatrices jamás hizo a un soldado más fuerte"