Capítulo 17

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"¿Te ha ayudado en algo?" preguntó aquel hombre al que tanto odiaba, había ido a recogerla aquel día. Él no sabía que estaba escuchandolo todo

Después de terminar otra larga noche laboral estaba por ir a casa cuando su celular sonó, Daniel le había mandado un texto para avisar que estaría allí para recogerla lo cual le pareció extraño, pero accedió de inmedianto. De todas formas no tenía opción.

Todo en aquel lugar iba igual, cada noche tenía que correr por el lugar para llevar bebidas, servía cientos de copas y tenía que entregarlas todas a tiempo. Algunos hombres habían intentado tocarla pero ella se alejaba de inmediato y se iba, estar allí no era fácil, quería dejarlo todo, decir que odiaba aquel lugar e irse. Pero no podía, Daniel no la dejaría.

"Sí, es una chica muy inteligente" respondió Austin entregandole lo que parecía ser un sobre "debería ir a la universidad, conozco un buen lugar"

"No gracias Austin, es mi sobrina y se bien que hacer con ella" habló con desprecio, sabía que no le importaba. Jamás lo había echo, en realidad "me alegra que al menos te sirva de algo a ti"

"Daniel, consideralo al menos. Por lo que se acaba de terminar la preparatoria así que está lista para ir" insistió, no sabía que Austin se preocupase por ella, claro, parecía un buen hombre pero no creyó que tanto.

Y es que estaba tan acostumbrada a recibir el desprecio de los demás que cuando alguien intentaba ser bueno con ella lo dudaba. Las personas podían ayudar a otras pero no a ella, a ella nadie le ayudaba.

"No gracias" dijo firme guardando el sobre en su abrigo

"Está bien, gana una miceria para todo lo que tiene que hacer pero algo es algo" informó antes de despedirse e irse de allí. Siempre desaparecía, parecía jamás estar allí, y solo iba cuando se requería de él o en todo caso cuando era día de paga, como aquel día.

María José salió de donde se encontraba oculta, a un costado del callejón de la puerta trasera del local, con cuidado volvió a entrar al lugar y salió por la puerta del frente, pretendiendo no haber escuchado nada. Daniel le había quitado su dinero, por eso había dicho que iría a recogerla.

"¡Hey, tú!" Daniel habló encendiendo un cigarrillo, dio una calada y expulsó el vapor justo frente a ella, el olor a cerveza mezclado con el del tabaco era repugnante, aquel hedor quemaba sus fosas nasales e invadía sus sentidos. "Vámonos, ¡ahora!"

Sin decir nada más subió al lado de la camioneta, cuando Daniel subió y arrancó la camioneta sacó los audífonos que Paula le había regalado, los que tenía antes estaban rotos y ciertamente necesitaba otros así que agradecía a Paula por aquello, la música era lo único que podía mantenerla distraida durante un momento, era su escapatoria del mundo.

Ella no tenía el mejor celular de todos, no tenía un iphone como la mayoría, no, en realidad tenía un Samsung negro que servía con botones a los lados y uno en la parte central justo debajo de la pantala, aunque éste ya no servía, tenía que encenderlo precioando fuerte el lugar donde antes estaba el botón, además, de un lado el vidrio se caía a pedazos y la pantalla ya no respondía muy bien. Esa era su realidad. La camioneta de su tío no era una 4×4, en realidad él tenía una vieja camioneta de carga pick up, necesitaba un mofle nuevo y las placas se estaban cayendo pero aún así la seguía utilizando. Su economía no era mala pero todo el dinero que ganaba lo utilizaba en bebidas, y a pesar de aquello vivían bien, por lo menos en cosas materiales.

El día no era nada fuera de lo común, hacía frío y el cielo estaba nublado, en cualquier momento podría comenzar a llover. Veía los árboles pasar, las nubes se movían con rapidez y los autos a su lado igual, el pavimento estaba lleno de guijarros y habían baches por todas partes, algunos granitos de arena para construir estaban esparcidos por el suelo, el viento corría con fervor y calaba su piel, era frío, helado, gélido, que estaría congelada de no ser por la chaqueta que llevaba puesta. Podía ver el vaho salir expulsado con calma por su boca y adherirse a los vidrios de la camioneta empañandola. Pequeñas gotas de agua recorrían las ramas de los árboles, el ambiente era húmedo, habían rastros del sereno de la mañana en la vegetación, los pastizales estaban humedos y las flores tenían pequeñas gotas de agua adornando sus pétalos.

7 DÍASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora