7 DÍAS

Capítulo 9

"Mami, no puedo dormir" la pobre niña cargaba en brazos aquel conejo rosa de peluche que tanto amaba. Su padre se lo había regalado. "tengo miedo"

Afuera una tormenta azotaba la ciudad, el viento resonaba contra los cristales llevando consigo aquellos secretos de media noche que las almas solitarias compartían con él, y los estruendosos relámpagos retumbaban sonoramente por todos lados. El cielo estaba llorando, la luna pedía una vez más ver a su amado.

"Tranquila, ven aquí. Todo estará bien ¿Ok? Solo es un poco de lluvia" la mujer habló cariñosamente a su hija, hizo a un lado las suaves y cálidas sábanas que la cubrían y le hizo un espacio. Extendió sus brazos y la pequeña corrió hacia ella.

"¿Por qué papá no está aquí?" la pequeña habló abrazada a su madre "... Lo extraño"

"Yo también mi vida, pero sabes que esta trabajando" explicó con delicadeza

"¿Por qué tiene que trabajar tanto?" preguntó haciendo un puchero

"¡Ay, amor! Ya te lo he explicado varias veces" rió y dejó un casto beso sobre la cabeza de su hija en donde acariciaba con cariño su sedosa y brillante cabellera "Papá y yo trabajamos mucho para poder comprarte muchos juguetes, ropa y lo que tu quieras. Lo hacemos porque queremos darte lo mejor, queremos que tengas todo y nunca te falte nada. No todos los niños tienen la misma suerte que tu, amor, algunos desearían tener todo lo que tú tienes."

"Lo sé, por eso yo siempre ayudo mucho y cuando llegan de trabajar los abrazo. Se lo que hacen por mi" dijo con una inocente sonrisa en su rostro, de aquellas sonrisas que sólo un pequeño y dulce niño daría. Una sonrisa de amor y esperanza

"Exactamente" contestó la mujer picándole la nariz dulcemente "¡Ay...! Chica, nos hemos ganado la lotería contigo, ¿Qué hicimos para merecerte?"

"Ser los mejor papás del mundo" explicó con obviedad y ambas rieron.