7 DÍAS

Capítulo 18

"Deberías escribir un libro, o tal vez exponer una de tus fotografías o pinturas en la galería"

Era la tarde de un lunes cuando decieron verse, lo cual era mejor para la pelinegra pues había conseguido dormir un poco la noche anterior. El trabajo en el bar la estaba matando, debía mantenerse despierta toda la noche y casi siempre estaba corriendo, era agotador pero eso era lo que debía hacer. No tenía más opción. Estaban caminando hacia una heladeria, el frío del invierno se estaba despidiendo dándole entrada a un lindo cielo despejado, pero no tanto, solo lo suficiente como para poder ver el sol. El clima en Rutland siempre era frío y lluvioso, algo parecido a Inglaterra, solo que allí no llovía tan saguido aunque el cielo permanecía obscuro, solo en las épocas de primavera y verano era que no hacia tanto frío. Daniela amaba la primavera, ella amaba el invierno, tal vez porque vivía en una eterna helada.

Con sus manos entrelazadas caminaban por las calles admirando los primeros destellos de la primavera, algunos árboles y plantas comenzaban a florecer, el césped volvía a crecer y tomar su brillante color verde trébol. Las flores empezaban a florecer de nuevo, incluso algunas ya comenzaban a abrirse, igual que los árboles volvían a tener hojas.

"No lo sé, no creo hacerlo, todos son simples pasatiempos" respondió pateando un pequeño guijarro que había en el suelo "no creo que nadie vaya a verlo y tampoco lo espero"

"Vamos, ten un poco de fe" insistió apretando ligeramente su mano entrelazada

"Mmm... Quizás luego lo intente" por fin cedió haciendo a Daniela dar un pequeño salto en forma de victoria, después sintió los labios de la chica en su mejilla

"Se que será un éxito" habló con firmeza, eso era tener confianza algo que ella no tenía

"Eso solo lo dices porque eres mi novia" contradijo

"No, lo digo porque de verdad eres buena... Poché" la llamó captando su atención, se quedaron paradas a un costado de la acera, María José posó su mirada en ella para que continuase "todos te han dicho que tu trabajo es excelente, incluso mi madre te lo dijo, todos tenemos fe en ti... Solo falta que tú también la tengas"

"Me gustaría tener la seguridad con la que tu hablas" dijo bajando la cabeza

"Amor..." habló dulcemente tomando su rostro entre sus manos para levantar au cabeza y hacer que la mirase "cualquiera puede decirte que tu trabajo es el mejor, incluso yo, pero eso no valdrá si es que de verdad tú no lo crees. Tienes que empezar a tener más fe en ti... Porque yo ya la tengo"

(...)

Habían pasado la mayor parte de la tarde platicando de cosas triviales, era increíble la conexión que ambas tenían, no era era necesario tener un tema de conversación pues hasta el más largo de los silencios se convertía en algo cómodo. No siempre era necesario hablar para decirlo todo.

Ahora estaban sentadas bajo un árbol esperando a que sus amigos llegasen, habían acordado en verse en ese mismo lugar, todos se llevaban realmente bien. María José tenía la espalda recargada en el tronco de aquel roble rojo escarlata mientras abrazaba a Daniela por la cintura, la castaña tenía su cabeza posada sobre el pecho de la pelinegra y sus manos entre las suyas reposando sobre su abdomen. Sentir los rápidos y voraces latidos de su palpitar tocando al ritmo de su amor era lo mejor que podía hacer, nunca había escuchando melodia tan más melifula.

"Tengo algo para ti" María José habló sacando una hoja doblada de su bolsillo

"Si quieres que lo vea vas a tener que leerlo" dijo la castaña soltando una ligera risa