Capítulo 14

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"Entonces... ¿Qué te gusta? A mí me encanta jugar video juegos y también armar cubos rubik, aunque en realidad jamás he completado uno" contó Sebastián haciendo a ambos reir, estaban caminando por la acera de la ciudad, hacia frío y las corrientes de viento eran apresuradas

"Yo prefiero el dibujo, tengo un cuaderno con montones de bocetos, no espero que lleguen a ningun lado pero me gusta hacerlos, también escribo y aveces tomo fotografías" habló con el vaso de café entre sus manos, un poco de aquel líquido que tanto le gustaba no le haría mal y la ayudaría a relajarse

"¿Qué estudias? Apuesto a que estas a punto de entrar a la universidad, yo estoy terminando el último año. Estudio diseño gráfico" ella mantenía la mirada baja observando como una corriente de aire soplaba las hojas que se encotraban posadas en el pavimento

"Estoy a unos meses de terminar, no sé que estudiar todavía pero estuve pensando en una ingeniería, tal vez administración de empresas, suena bien" él solo la miró con los ojos bien abiertos pero no dijo nada

"Es una buena opción, creí que elegirias no sé... "

No creía que la chica que amaba las letras y los dibujos también amase los números.

"¿Marketing o fotografía?" preguntó y el chico solo asintió "no, me gusta tomar fotos pero prefiero estudiar otra cosa. Ese es solo mi pasatiempo favorito"

"Creo que tienes razón" se encogió de hombros y siguieron con su andar

"Ya empieza a hacer un poco de frío, creo que deberíamos irnos" María José no contestó solo miró hacia abajo, no quería tener que decir que no tenía a donde ir así que no dijo nada

"Creo que me quedaré aquí un poco más" por fin habló sin apartar la mirada del suelo, no quería decir nada más y dar lástima. Sebastián se dio cuenta y le regaló una sonrisa pequeña antes de negar

"No, no lo harás. Mira, en mi casa hay una habitación extra, no es grande ni mucho menos lujosa pero puedes quedarte allí si quieres" él la miró cuestionante esperando su respuesta, pareció pensarlo un poco antes de asentir

"Entonces vamos"

(...)

Sebastián no era muy alto pero sí más que ella, era un chico bastante simpático, además, se dio cuenta de que intentaba esconder un par de tatuajes que tenía en el cuello tapandolos con su chaqueta pero ella los había visto.

Cuando abanzaron colina arriba se dio cuenta de que estaban cerca del  parque al que siempre iba con Daniela y sin querer una sonrisa se escapó de sus labios al recordar que ahora la castaña que tanto le gustaba era su novia.

"¿Por qué sonries tanto? Tienes una linda sonrisa pero ¿podría saber por qué?" preguntó riendo

"Nada, solo recorde algo" y así su sonrisa se extendió aún más, tomó un sorbo de su café para tratar de ocultarla

"Vamos, cuéntame ¿tienes novio?" preguntó sugestivo a lo cual ella contestó con una risa y después negó

"No, digamos que yo..." pensó un poco antes de contestar "no soy de ese tipo de cosas" se encogió de hombros y tomó otro sorbo. Con el tiempo había aprendido que el ser ella no tenía nada de malo, que le gustasen las chicas no definía quien era solo era un aspecto más en su vida y las personas debían aprender a respetarlo. Pero no podía simplemente ir por allí y decirlo, nunca se sabe como es que las personas van a reaccionar.

Aveces no decir nada es decir mucho.

"... ¡Oh, ya!" Sebastián fruncio un poco el ceño antes de asentir con entusiasmo "¿Cómo se llama ella?"

7 DÍASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora