Se una cosa que tu no, no se una cosa que tu si.

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— Tengo que decirle de una vez — dijo apretando sus puños.
— Dije que no — hablo serio.
— Cometiste un error, pero cometerás otro si no le das la cara nuevamente, idiota — lo miró furioso.
— Estoy bien... merezco lo que está pasando aho... — su cuerpo se tensó sintiendo de nuevo esos enormes escalofríos, un ardor enorme en mi pecho que me hacía perder el equilibrio de no ser por mi mejor amigo que me atrapó.
— Te lo acabo de decir, debemos ir ya, o al menos elimina el lazo — dijo preocupado.
— Tu lo dijiste, cometí un error, debo responder a las consecuencias no importa cuanto duela — sonrió adolorido tratando de aparentar estar bien.
— No puedo con esto hermano — dijo llorando — no puedo, esto no está bien.

—————

Estábamos en la tina aseándonos, sin duda era cuidadoso al procurar mi bienestar, físico y sentimental, pero sentía ese vacío enorme nuevamente.

— ¿Estás pensando en el de nuevo? — acarició mi brazo.
— Es inevitable — susurré — pero debemos hacer esto por el bebé.
— Lo hago por ti, solo por ti Shouyo — susurró.
— Gracias — dijo perdido en sus pensamientos.
— Te hará daño seguir pensando en el — suspiró preocupado — pero, no estás solo... me tienes a mi, ¿por qué sigues sintiéndote vacío entonces? — me abrazó ocultando su rostro.
— Lo siento Tooru — empezó a llorar — no mereces esto, solo soy una molestia, lo siento mucho.
— No eres una molestia pequeño — dijo levantando el corcho para que el agua se fuera — eres una persona maravillosa, un gran padre y amigo, mereces ser feliz aunque no consiga la forma de hacerte feliz aún, no me voy a rendir.

Pero muy en el fondo, sabía que... aunque su amor fuera puro y devoto no podría nunca saciar la calidez que mi cuerpo anhelaba, porque una vez estuve satisfecho, tanto que a pesar de que su calidez es inmensa, no se compara con la que sentí en aquel entonces, me pregunto ¿cómo estará el justo ahora?.

Ya ha pasado otro mes, sigo extrañándote y amándote Tetsuro.

Tres veces a la semana, a la misma hora me acuesto con Tooru por orden medica, sin duda es algo extraño pero he logrado avanzar, porque si cierro los ojos aún puedo imaginar a Tetsuro, además Suga no me ha dejado, sigue a mi lado y este hermoso bebé crece dentro de mi, debería ir a presentarte a tu padre cuando nazcas cariño.

•••

Llegué algo agotado de la escuela pero por fin podía descansar, aunque no del todo, hoy era turno de aparearme, Tooru ya estaba en casa, solíamos hacerlo en silencio era mejor para mi ya que podía imaginar otras cosas.

En medio del acto mi celular empezó a sonar, esperaba la llamada del doctor así que detuve a Tooru quien jadeando y apretando las sábanas asintió a lo que pude contestar.

— Diga, habla Hina...
— Oye chibi, sácate ese pene del culo y ven de inmediato al hospital 37 — dijo una voz tan escalofriante por estar rota en llanto y a la vez furiosa.

Colgó y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, al fijarme era Bokuto, mierda... podría ser que algo le pasó a alguien del equipo o un amigo.

— Tooru, debemos ir al hospital — dije preocupado y el se sorprendió pero asintió.

Con cuidado me llevó al auto y troté por el pasillo hasta donde Bokuto estaba, al llegar me miró alegre pero al ver a Tooru tan solo apretó el puño y golpeó la pared.

— Lo sabes y aún así no se lo explicas — lo acusó Bokuto y Tooru lo miró mal.
— Se lo merece — dijo en un tono neutro.
— No, no se lo merece... ninguno de los dos merece esto, pero son unos idiotas — confesó furioso.
— Bokuto-san, ¿Le pasó algo a alguien? — dije preocupado.
— Chibi — suspiró — déjame hablar contigo a solas, es algo importante, después puedes decidir si entrar a la sala o no.
— ¿Le pasó algo a Tetsuro? — dije preocupado y Bokuto se sorprendió.
— Hablemos primero — dijo aún sorprendido.
— Tooru... — me giré a el y solo asintió.
— Me iré ya entonces — dijo apretando sus puños.

Bokuto me tendió la mano y la tome para que me ayudara a subir un banco para poder sentarme.

— Gracias — dije sonrojado.
— Te vez muy lindo con esa pancita chibi — sonrió, pero su semblante cambió — aún así debe haber algo que yo no sepa, y yo se algo que tu no sabes, así que, ¿puedes explicarme porqué te acuestas con ese tipo?.
— Eso... — bajé la vista serio.
— No lo amas, eso es obvio.
— Lo aprecio mucho — sonreí débilmente — pero es por mi bebé Bokuto, no puedo hacer otra cosa.
— Explícame — pidió atento.
— No soy fértil para empezar, nunca lo he sido y gracias a eso toda mi vida sufrí dolores enormes casi diarios, tuve que usar parches y aprender a cuidarme muy pronto de los alfa, hasta hace poco los detestaba por sus estupidos instintos de querer atacar omegas — suspiró — cambió cuando volví a encontrarme a Tetsuro, en los campamentos era divertido entrenar hasta tarde con ustedes, pues a pesar de ser alfas no me hacían sentir incómodos, pero por el contrario, yo empezaba a desviar mi mirada a él, así que decidí dejarlo antes de enamorarme de la raza que hace cosas estupidas por instinto — paró y apretó sus manos entrelazadas — pero Tetsuro no es así — sonreí llorando — lo amo tanto, soy un idiota por confundirlo y hacerlo cometer esa locura con una mujer, es mi culpa, prefería morir pero llevaba a nuestro bebé en mi, de no ser por Suga y Tooru ni siquiera comería, no duermo bien, no me centro en nada y no cuido de mi desde que lo vi por última vez, se que le hace daño a nuestro cachorro pero son mis emociones, es un milagro que este creando vida dentro de mi, el doctor lo ha dicho.
— ¿Dijiste que no eres fertil? — se sorprendió.
— No del todo al menos, son extremadamente raros estos casos, antes los omegas eran obligados a dar a luz a alfas de élite, recibían el esperma de los mejores alfas y en su vientre se mezclaban las mejores cualidades de cada uno dando a luz niños prodigiosos, como consecuencia hay casos como los míos, solo somos fértiles ante alfas de calidad, por eso tengo a este bebé conmigo — acaricié mi vientre — pero, el bebé ocupa sentir al padre.
— ¿En el vientre? ¿Cómo? — dijo sorprendido.
— Semen, eyaculando dentro de mi, de no ser así hay riesgos muy altos de que nazca mal o muera, por eso... — empezó a llorar — no quería acostarme con uno de los alfas que el doctor recomendaba, eran desconocidos, le pedí a Tooru que lo hiciera ya que el me ama — apreté mi ropa — es cruel, pero si es gentil y me da amor, puedo cerrar los ojos y pensar que es Tetsuro, si lo imagino a el voy a estar bien, por eso... por eso lo hago periódicamente.
—- Lamento haberte hablado así antes — dijo arrepentido Bokuto.
— No es tu culpa, no lo sabías — secó sus lagrimas — solo, por el momento, quiero saber si Tetsuro está bien.
— No lo está pequeño — dijo muy a su pesar — lamento darte la noticia, pero has sido tu quien le ha causado el mal de venir a dar a un hospital.
— ¿Yo? ¿Qué hice? — dije llorando de nuevo — el se supone que es feliz con su nueva pareja, por qué le sigo causando daño.
— Calmate chibi — suspiró — estas marcado ¿recuerdas?.
— Y no lo merezco — bajé la vista.
— Lo mereces, la marca significa la unión entre dos personas que se aman, estoy seguro que ustedes se aman de verdad, ¿no sientes nada? — preguntó y lo miré confundido — tranquilizate y trata de sentir algo.

Respiré un par de veces sintiendo una calidez en mi pecho que era rodeada por llanto, un sentimiento muy extraño.

— En mi pecho — dije sorprendido.
— Ese... es Kuroo — sonrió — estoy seguro que el ha estado sintiendo todas tus emociones siempre — suspiró — por desgracia, cuando tu pareja se acuesta con alguien más, ni siquiera puedo imaginarlo pero lo he visto, parece como si lastimaran cada parte de tu cuerpo desde dentro, asfixiándote y empiezas a temblar, pierdes los sentidos, una tortura lenta que te carcome por dentro — me miró triste — Kuroo lo ha estado aguantando, porque cree que merece ser castigado por casi engañarte.
— El...
— Terminó causándole un desmayo y estamos aquí, me asusté mucho cuando su cuerpo se enfrió y respiraba debilmente Chibi — sonrió — el estuvo apunto de acostarse con esa mujer que viste, pero no lo hizo, el idiota dijo que no pudo porque te amaba y solo te quería a ti.

Cubrí mi boca tratando de controlar el llanto.

— ¿Por qué no vas a arreglar las cosas de una vez? — me animó y asentí.

Buscando calidez (Haikyuu Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora