Llegamos a mi departamento, dentro estaba Suga junto a Oikawa, Kuroo se tensó y caminé a la cocina callado bajo la mirada de todos, saqué un sartén y lo levante a punto de lanzárselo a Suga, Tetsuro me detuvo rodeando mi cintura y Tooru me quito el sartén.
— Suéltame — dije tratando de liberarme pero era inútil, debía usar la cabeza — voy a castigarte Tetsuro, más te vale soltarme.
— Adelante bebe — me soltó.
— Que débil eres — me sujetó Tooru mirando mal a Tetsuro.
— Como si tu no lo fueras — lo señaló molesto.Tomé el sarten de las manos de Tooru y golpeé su hombro a lo que me soltó adolorido.
— Shouyo — me miró sorprendido Suga.
— Mas te vale dar una buena excusa por tus acciones — lo amenacé.
— Creí que ibas a odiarlo no amarlo — me regañó dándome en la cabeza a mi con el sartén — ¿Qué pasó con tu mentalidad de antes? Cambiaste y actuaste sin confiar en mi, no hiciste más que preocuparme — se cruzó de brazos — y si me entero de quien fue el que se acostó contigo obviamente me voy a enojar.
— Mi lengua — dije llorando por mordérmela.
— Tonto — suspiró — si ya no quieres que seamos amigos dímelo claramente, no solo te alejes.
— ¿Dejas de ser amigos? — me sorprendí.
— Me cambiaste totalmente por este idiota de un día para otro, si te contara todo lo que pasé — se señaló indignado.
— Lo siento, no me di cuenta — me sonrojé.
— Como sea, platicaremos luego, por hoy solo espero que puedas entrenar — se fue enojado.
— Creo que se enojó — le restó importancia Tooru.
— Necesito calmarme — suspiré.
— Te puedo ayudar — sonrió.
— Ni te atrevas — lo amenazó Tetsuro — Shouyo — me llamó y me crucé de brazos — sabes que tienes que ir con el.
— Lo sé — me sonrojé demasiado.
— Ahora le da vergüenza decir que le duele caminar — se quejó Tooru — que poco amable eres con él — le reclamó.
— Lo siento — se sonrojó.
— Ve a arreglarlo tu entonces — propuso.
— Pues lo intentaré pero no puedo hacer mucho — se fue apresurado.El cerró la puerta y me cargó en brazos a lo cual me puse nervioso, pero lo hizo suavemente cuidándome demasiado, rodeé su cuello y me sentó en el sofá.
— Gracias — sonreí.
— No es nada — besó mi frente sorprendiéndome un poco — lo siento, es un poco extraño.
— No — me sonrojé desviando la vista — no te preocupes, por cierto ¿Qué hacías con Suga aquí?.
— Regresé por algo que dejé aquí el otro día, cuando iba a salir el estaba por entrar, me acorraló preguntando mil cosas sobre ti, por suerte entraron antes de que pudiera decir algo.
— Ni siquiera me di cuenta de cuando me empecé a alejar — suspiré — pasaron demasiadas cosas que no pude pensar claro en mucho tiempo, solo hasta hace un par de días.
— Es totalmente comprensible y el lo hace — acarició mi cabello — pero cualquiera estaría preocupado, incluso yo lo estuve todo este tiempo debido a que no actuabas como siempre.
— Perdón por preocuparlos — me empezaron a picar los ojos — sentí miedo y desesperación al inicio, después curiosidad por saber quien me hizo sentir de esa forma, pensé que fuiste tu y por eso...
— Por eso pediste aquello esa vez — terminó por mi.
— Lo siento — bajé la vista.
— Continua hablando — sonrió comorensivo.
— Me deprimí al saber que no fuiste tu — admití — Tetsuro me dió paz un tiempo haciéndome compañía, pero mi curiosidad no desaparecía, hasta que hubo un accidente en los vestidores...
— ¿Pasó algo malo?.
— Perdí el control, pasa seguido.
— Dímelo a mi — bromeó.
— Esa vez fui yo quien atacó a Tetsuro e intentaba apartarme, llegó Suga intentando ayudarme como siempre, pero como nunca le expliqué nada hizo lo que el yo de antes hubiera querido, por eso surgió todo esto.
— ¿Crees que puedas hablarlo correctamente con él? — me miró a los ojos.
— No lo sé, nunca puedo hablar claramente sobre mis pensamientos y nunca me doy a entender — suspiré.
— Lo estás haciendo bien, solo necesitas tranquilizarte y confiar en la persona frente a ti.
— Supongo que por eso puedo hablar contigo de esta forma — sonreí.
— Pero en este momento, no es conmigo con quien debes hablar — me recordó y asentí.
— Gracias Tooru — lo miré a los ojos.
— Bien, son amigos pero no hace falta tanta cercanía — habló Tetsuro algo fuerte cruzado de brazos.
— ¿Celos? — sonrió Tooru y pellizque su mejilla.
— Son unos idiotas ustedes dos — suspiró Suga y sonreí al verlo.Me levanté y lo abracé sonrojado.
— Lo siento — susurré.
— No es tu culpa que sean unos idiotas, así nacieron — sonrió.
— Me refiero por no apreciarte como debería, te dejé de lado sin darme cuenta — admití.
— No pensé en todo lo que pasaba, fue un error de ambos así que arreglemos las cosas — acarició mi cabello y asentí.Sentí una enorme punzada en mi pecho, me faltaba el aire, apreté los brazos de Suga tratando de no caer pero ambos caimos al suelo aunque el lo hizo para amortiguar mi caida.
— Shouyo — me llamo preocupado — Kuroo basta, contrólate — advirtió — ¡Que pares lo estás lastimando! — gritó furioso.
Pov normal.
Para cuando se dio cuenta de que su aroma hacía reaccionar en demasia al menor provocanco que también liberara su aroma, Tooru también estaba siendo afectado, justo logró sujetarlo antes de que de lanzara sobre el pelirrojo.— Llévalo a la habitación ahora — ordenó Kuroo y Suga solo se llevó al más joven — ni siquiera controlas tus instintos, lárgate hasta que te calmes.
— Miren quien lo dice, al menos yo no lo lastimaría como tu — dijo serio pero se apartó yendo a la puerta — mierda, lo siento... debo irme antes de que empeore todo, solo... no le hagas daño.Oikawa salió apresurado y segundos después fue Suga quien salió cubriendo su nariz.
— Arregla lo que ocasionaste — dijo molesto — y trátalo delicadamente aún no se recupera.