Tocaron el timbre y aún algo pensativo abrí la puerta esperando que fuera Suga pero me sorprendí al ver a Kuroo.
Nunca lo hubiera esperado, sin embargo, la figura de alguien como el que siempre ha sido tranquilo, gracioso y estable me hizo sentir la suficiente confianza para saltar a sus brazos y empezar a llorar.
— ¿Chibi? — dijo sorprendido.
— Por favor escuchame Kuroo, estoy realmente asustado — susurre mientras lloraba aún en sus brazos.
— Bien, tranquilo, primero tenemos que ponerte ropa y sentarnos — dijo mirando arriba evitando ver mi cuerpo.
— Oh lo siento — dije apenado separándome.
Fui por unos calzoncillos y un short sentándome en la sala a lo cual el tomo aire y cerro la puerta sentándose en el sillón frente a mi.
— ¿Que quieres decirme? — preguntó algo incomodo.
— Bueno, desde siempre he tenido problemas con mi celo — admití sonrojado — se descontrola demasiado, ayer sucedió y me encerré en el baño marcando a Suga para que me ayudara, pero no me di cuenta que Oikawa estaba dentro del baño y mi olor lo mareo, pero yo ya no podía moverme, mi vista estaba nublada y estaba aturdido.
— Entonces...
— Entonces el me robó mi primer beso — empecé a llorar y el mayor se tensó — no solo eso, sino que también se aprovechó de mi situación y desperté en su departamento — tome aire — ¿Cómo pudo haber hecho algo tan cruel y desconsiderado? Ahora no sé qué hacer — lo mire a los ojos y el estaba en shock, tragó duro y desvió la mirada — ¿Kuroo?.
— Yo... — me miró a los ojos con algo de preocupación — pienso que no lo hizo para dañarte, tan solo sus instintos pudieron con el, así como ustedes son víctimas del celo, los alfa también tienen problemas, no digo que no tengas el derecho de enojarte, pero considera que fue una situación inevitable.
— ¿Qué debo hacer ahora? — dije abrazándome a mi mismo.
— Necesitas tranquilizarte, pienso que si sacas una conclusión ahora no sería bueno, pues sería tomada por sentimientos y no tu razonamiento, así que, ¿por qué no mejor hacemos algo para distraerte? Salir a caminar tal vez.
— Me duelen las caderas — dije avergonzado.
— Bueno — se sonrojó — veamos una película entonces.
— ¿Crees que eso me tranquilice? — lo mire directamente a los ojos algo nervioso, el volvió a tomar aire y se levantó agachándose frente a mi tomando una de mis manos.
— ¿Puedo hacer algo para tranquilizarte un poco? — me miro ansioso.
— Solo... — bajé mi vista apenado y rodeé su cuello abrazándolo mientras ocultaba mi rostro en su cuello — solo quiero el apoyo de alguien.
— Estoy aquí — susurró abrazándome mientras acariciaba mi cabello.
Me cargó sentándome sobre el y cerré mis ojos respirando profundo para tratar de calmarme, sabía que Kuroo era alguien de confianza, una vez tranquilo no me di cuenta la hora y terminé dormido.
Desperté escuchando mi nombre por la voz de Kuroo, sonaba algo rasposa.
— Chibi — palmeó mi espalda — no quiero meterme en más problemas, despierta por favor.
Abrí mis ojos lentamente, restregando mi rostro en su hombro para espabilar, al levantar la vista y recostarme en su pecho mirando al frente vi a Suga cruzado de brazos, me tensé de golpe aferrándome a la playera de Kuroo y el igual ajustó el agarre en mi cintura.
— Tienes mucho que explicar pequeño — dijo Suga molesto.
