Mi pequeño estaba realmente cansado, apenas comió un poco y limpié su rostro se quedó dormido, acerqué una silla y tomé su mano mirándolo dormir, sonreí bobamente al recordar a nuestro bebé y me acerqué a su mano besandola.
- Gracias Shouyo - empecé a llorar de nuevo por la felicidad - en serio gracias, los cuidaré muy bien.
- Que lindo - se escuchó una voz femenina en la puerta que reconocería en cualquier momento.
- Madre - sonreí limpiando mis lágrimas, pero mi sonrisa desapareció al ver el rostro de mi padre que a diferencia que el de mi mamá llena de felicidad, se veía aterrado.
- Te dije que tuvieras varones para la familia, no que te enamoraras de un omega Tetsuro - habló serio, pero no aparté la vista, nunca hablamos de eso pero era obvio que ambos estábamos dispuestos a hacer frente a nuestras familias desde un inicio - sabes lo que significa ¿no?.
- Es mi familia, no vas a meterte con ellos, sino tienes la intención de vernos felices sal en este momento de la habitación - hablé parándome cubriendo a Shouyo.
- No va a quedarse así, hijo inútil - salió sin decir nada más.
- Es un pesado ¿no? - sonrió mi madre burlona - si no fuera porque me dejó todo su dinero no me le acercaría siquiera.
- Que interesada - sonreí.
- Si, estoy muy interesada en ver al omega que has escogido, ¿es lindo? ¿su familia tiene dinero? Aunque ya tengo suficiente - se rió - ¿puedo verlo? - sonrió y asentí dejándola acercarse.
Se quedó callada unos segundos sabiendo de inmediato de quien se trataba me gustaría que por lo menos ella lo aceptara.
- Es realmente hermoso - acarició su mejilla - se ve realmente cansado, pero mira esas hermosas facciones, son delicadas aún así se nota que es alguien muy valiente - besó su frente - has escogido muy bien hijo, tienes mi apoyo en todos los sentidos.
- Gracias mamá - sonreí aliviado, miré a mi bebé seguir durmiendo dándome cuenta de nuevo de lo afortunado que era.
- Obviamente es bello y valiente, lo he parido yo - sonrió una señora de brazos cruzados con su esposo tranquilo pero imponente detrás de ella.
- Anda pero si es Haruka - sonrió acercándose y se abrazaron - se acabaron los problemas de ahora en adelante.
- Aunque no fue con esa intención - sonrió.
- Buenas tardes - me inicliné y ambos se acercaron, se veía que la mujer lo aceptaba, pero el hombre se veía muy serio, aunque no sintiera ninguna amenaza no estaba seguro de dejarlo acercarse tanto.
- En dado caso - habló con una voz serena y una sonrisa tranquila en su rostro - al que mataría sería a ti y no a mi hijo Kuroo Tetsuro, así que déjame verlo - finalizó y aliviado dejé que se acercarán todos.
- ¿Puedo decirte Tetsuro? - preguntó la mujer de cabellos castaños.
- Claro, aunque no sea la primera vez que nos veamos es un placer conocerlos - sonreí - y un alivio que acepten la relación.
- Mira que mi hijo agarró algo bueno - se rió - me alegra que seas tan analítico y cuidadoso, debe ser difícil cuidar de él.
- Es un gusto hacerlo - sonreí.
- Eres encantador - sonrió y se acercó a besar mi frente - lo dejaré en tus manos.
Un beso en la frente significa alianza viniendo de una mujer, te apoyarán en todos los sentidos y sacrificaran lo necesario si es por tu bien, me alegraba recibir su aceptación.
- Dime Tetsuro ¿Cómo es? - preguntó tocando mi hombro el padre.
- Es un varón muy hermoso - recordé alegre la imagen de mi bebé - no lo tuvimos mucho tiempo, pero parece tener facciones de ambos y cabello negro.
- Mi linaje desapareció - suspiró refiriéndose a su cabello naranja - la próxima quiero uno con mi color de cabello, más te vale que sea así - bromeó.
- ¿Papá? - susurró adormilado Shouyo a punto de despertar, me acerqué del otro lado de la camilla y lo ayudé a recargarse en el respaldo de la cama levemente pues no podía moverse por la herida, el me sonrió y ordené un poco su cabello.
- ¿Cómo te sientes? - pregunté al ver sus ojos cansados.
- Quiero comer pollo en la tina - me reí por eso igual que el resto y el los miró sorprendido y sonrojado.
- Igual que tu madre - tomó su mano su papá.
- Yo también tenía esa clase de antojos - habló mi mamá.
- Felicidades hijo - sonrió su mamá.
- Perdón por no poder pararme a saludar - se dirigió a mi madre.
- Cariño yo entiendo perfectamente el dolor de un parto, me alegra que siquiera puedas sentarte - acarició su mejilla.
Alguien tocó la puerta y segundos después pasó Tooru con la maleta, se escuchaba mucho bullicio afuera.
- Quédense ahí idiotas - dijo pateando a lo que parecía un grupo de gente y tomando de la mano a Kageyama del otro lado entrando suspirando algo harto - traje las cosas, no sabía cuando entrar pero Tobio quería hacerlo ya.
- ¿Se alborotó el resto? - sonrió Shouyo.
- ¿A quién crees que le gritaba? - sonrió.
- Tobio sigues tan serio y guapo - lo abrazó la mamá de Shouyo.
- Ya va a empezar - suspiró su padre.
- Tu también - se burló Shouyo.
No dejaba de abrazar al colocador, eso provocaba que el señor lo viera celoso y a el se le unió Oikawa.
- Parece que tienen una vida bastante alegre - sonrió mi madre - tengo que ir a tratar a tu padre - asentí y tomó las manos de Shouyo con cuidado - cuidense mucho ¿si?, volveré para conocer a mi nieto, traeré regalos - besó su frente de nuevo sorprendiendolo un poco.
- Gracias, me recuperaré rápido - ella sonrió acariciando su cabello y después me abrazó a mi - nos vemos - se despidió en general saliendo.
- Se ve que es una mujer elegante, ¿cómo terminaste así? - me miró Oikawa.
- No la conoces - sonreí - ¿así como idiota? - le lancé una almohada.
Tras largas pláticas todos se fueron yendo y yo ayude a bañarse y cambiarse a Shouyo.
- Mi vientre se ve tan plano - sollozo triste.
- Eres hermoso de todas las maneras posibles - lo besé secando su cabello.
- Tetsuro... no lo aceptó ¿verdad? - acarició mi mejilla, negué con la cabeza dejando salir mi tristeza y ser confortado en sus brazos - está bien, todo estará bien, no estás sólo cariño - besó mi frente y asentí sintiéndome mejor.
