Ya ha pasado un mes, un mes sin mi alfa, un mes sin sentir amor, sin querer seguir, pero Suga y Oikawa siempre están pendientes, incluso se turnan para quedarse en mi departamento cuidándome.
- Ya despierta pequeño - sonrió acariciando mi cabello, como una madre Suga siempre me cuidó y lo sigue haciendo.
- Hola - susurré.
- Buenos días - sonrió - hora de desayunar pequeño.
Asentí y me ayudó a sentarme pues mi vientre estaba algo abultado ya, lo más curioso es que sin duda era demasiado rápido, tres meses para dar a luz era demasiado rápido, pero estaría bien, en la tina acariciaba mi vientre relajándome un poco, dormía, comía y me trataban bien, pero mi depresión era mayor.
- Es un nuevo día - suspiró secando mi cabello - si no quieres hacerlo por ti, hazlo por tu hijo.
Y eso era lo que me mantenía vivo, mi hijo, hubiera cometido suicidio de no ser por el, Oikawa llegó sonriendo como todo el tiempo, al menos los tenía a ellos.
- Es un hermoso día Shouyo - sonrió Oikawa - el mejor para darlo todo así que...
Pero no pudo terminar porque tuvo que cubrir su nariz y alejarse demasiado.
- Se supone que no entres en celo durante el embarazo - dijo confundido Suga.
- Llamaré al doctor - dijo Oikawa saliendo.
Mierda, ¿Por qué tuviste que estar con ella Tetsuro?. Odiaba mi vida.
- Al parecer los instintos del bebé ya despertaron, como dije eres un caso especial Hinata - suspiró el doctor - si tu alfa no puede, sabes que podemos conseguir otros de excelente calidad para ti.
- Me dan asco - susurré.
- ¿No hay otra opción? - preguntó Tooru parado un poco lejos.
- Bueno - dijo pensando el doctor, de pronto una idea se le vino a la cabeza - podría hacerlo Oikawa - sonrió.
Me sonrojé de golpe y él también.
- Es un alfa de excelente calidad, de seguro se mezclan un poco los genes del bebé pero nacerá sano y fuerte - sonrió.
- Con... Tooru - me sonrojé mirándolo y el igual me miraba nervioso.
- Que no se diga más entonces - se levantó Suga - el es guapo, comételo - dijo sin más saliendo junto al doctor - volveremos mañana, cuídalo bien.
- Procura eyacular dentro por favor - dijo el doctor desde fuera.
Cubrí mi rostro apenado y me giré, esto era totalmente vergonzoso.
Les explicaré para que entiendan.
Desde un inició les dije que era un raro omega, según el doctor si han existido casos como los míos, omegas fértiles solo ante alfas de alta calidad, que dan a luz a los mejores hijos. Antiguamente usados por la nobleza para crear bebés con los mejores genes, se logra ya que el semen de cada alfa se mezcla en el vientre y toma las mejores cualidades de cada uno.
En caso de que no esté siendo eyaculado constantemente, altera los instintos del bebé provocando problemas en el embarazo, con un mes, el bebé ya no puede contener su instinto y si no es tratado durante el resto del embarazo el riesgo es una malformación o la muerte. No quería eso para mi hijo, pero solo quería a Tetsuro dentro de mi, a nadie más.
Tal vez deba llamarlo.
- Ni se te ocurra llamarlo - susurró cerca de mi acariciando mi vientre.
