Amenaza

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Estaba con Hiro jugando en la sala junto a mi madre, una vez más revisé mi celular verificando que no había llegado nada y una vez más suspiré pesadamente por la preocupación.

- Cariño se que lo quieres, pero...
- Lo amo mamá, se que es capas de hacer muchas cosas y eso me preocupa - sacudí mi cabello.
- Debes aprender a confiar en el - golpeó mi cabeza - y no quiero estupideces de, si confiar en el y no en los demás, deja de ser tan desconfiado, es un chico perfectamente capaz, tu lo has dicho.
- Sabes lo que va a suceder en un futuro... y no está muy lejos de pasar, ¿Cómo puedes estar tan tranquila? - la miré a los ojos.
- Porque eres un idiota y yo ya maduré - dijo limpiando su oreja con su dedo como si nada.
- No parece - me burlé y cuando me renegó me reí, pero llegó un mensaje y lo vi de inmediato.

No sabría como describirlo, una enorme calidez y felicidad al leer un "Te amo", porque cada vez que lo decía me sentía completo en el mundo, pero como siempre con este chico, algo debía pasar, me sentí totalmente sólo al leer un "Lo siento" y ver la ubicación, dejé caer el celular abrazando a mi bebé caminando desesperado.

- Maldita sea - susurré - la ubicación, tengo que rastrearlo, pero puede separarse de su celular, entonces la empresa, si hablo con mi padre quizá, pero el no lo quiere vivo y no iba a ceder, entonces un ataque directo, pero no soy capaz de dañarlo, pero amo a Shouyo, mi padre o mi pareja, ¿por qué me pasa esto a mi? Diablos, mierda, ¿Qué carajo hago aho... el pequeño tirón en mi flequillo me hizo volver, al ver a Hiro reír mientras jugaba con mi cabello lo entendí - no me vas a dejar sólo ¿verdad? - sonreí tomando su manita con dos de mis dedos.
- ¿Ya? - me miró sería extendiendo sus brazos.
- Te dejo la mitad de mi vida - le entregué a Hiro - recuerda que te quedas viuda o sin hijo, no vayas a quedarte sin nieto o voy a perseguirte desde el infierno.
- No gano dinero si ustedes se mueren idiota, hazme heredera de millones - sonrió y llegó justo a tiempo los padres de Hinata.
- Mucha suerte Tetsuro - sonrió su madre.
- Tetsuro... no vayas a estorbar - me miró su padre serio - los quiero de regreso a ambos.
- Haré lo mejor que pueda señor.

Subí al auto y aceleré al lugar donde sabía que iban a estar, pero recibí una llamada que sin fijarme contesté.

- ¿Estas diciéndome que Shouyo está en peligro y no se te ocurrió avisarme? - se escuchó una risa sarcástica - oye oye oye... no quieras hacerte mi enemigo ¿entendiste?.
- Si ya sabes sólo ve al lugar idiota, no puedo aceptar llamadas de aprovechados en este momento.
- Sabes que si mueres me lo quedo, así que tu vida no va a ser una prioridad para mi.
- Kageyama se va a enojar por eso - suspiré.
- Ambos sabemos que el entiende en lo que se mete y yo no le he pedido nada, aunque si lo ame - colgó.

Maldito Oikawa, chisté y aceleré aún más llegando a las afueras de la ciudad en una bodega oculta, recién llegué fui rodeado, pero sabía a lo que venía.

Matar a mi padre es algo que no podría hacer, entonces era elegir entre el amor de mi vida o yo... y la respuesta era obvia.

Buscando calidez (Haikyuu Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora