Capítulo 43 ✔️ [Corregido]

7.7K 628 54
                                    

Siempre hay un capitulo de tu vida que no quieres leer en voz alta.

Nos encontramos en el aeropuerto, tengo unos audífonos puestos a todo volumen que no me deja escuchar ningún ruido del exterior

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nos encontramos en el aeropuerto, tengo unos audífonos puestos a todo volumen que no me deja escuchar ningún ruido del exterior. Adicional a eso, tengo unos parches en los ojos y unos lentes de sol oscuros, Ian no quiere que me enteré hacia donde vamos, al principio me negué mucho, pero luego cedí, total, es una sorpresa.

Llevamos alrededor de una hora acá y ya estoy entrando en desespero. No me gusta esperar, lo saben y menos en estas circunstancias.

Siento que Ian tira de mi mano para que me levante, como una inválida, me levanto tomada de su mano y lo sigo con pasos torpes. Él no suelta nunca mi mano y eso me da un poco de seguridad. Nos detenemos un momento y luego seguimos caminando, intuyo que ya estamos entrando al avión, porque el aire del alrededor cambia.

Adentro Ian me sienta y toco con mis manos el alrededor para ver si me toca el lado de la ventana, así es.

No veo el momento en el que empezaremos a ascender y pueda quitarme todo esto. Justo ahora no estoy nerviosa, es la primera vez que viajo en avión, la primera vez que saldré de España, la primera vez que viajo sin mis mujeres favoritas. Ian siempre se empeña en darme primeras veces a su lado.

Sigo sin poder escuchar algo del exterior. De pronto, Ian me quita por fin los audífonos y retira los lentes de sol para seguir después con el antifaz. Parpadeo varias veces hasta que veo con claridad.

Mi estómago se encoge cuando noto como empezamos a alejarnos del suelo, abro tanto los ojos que creo que se me van a salir, ni hablar de mi pobre y acelerado corazón, creo que nunca había estado tan acelerado como ahora mismo. Ian coge mi mano y lo agradezco. Creo que me voy a desmayar en cualquier momento.

La emoción del ascenso acaba cuando ya no puedo ver nada más que nubes y nubes.

—Gracias por esto —le digo a Ian, él me sonríe y besa suavemente mis labios. Por estar en primera clase, contamos con ciertos privilegios. Uno de ellos, es la copa de champán que Ian me ofrece y que acepto encantada—. Gracias. —Él me mira fijo.

—Brindemos. —Asiento, esperando a que continúe—. Por este viaje y por como te quiero. —Sonrío abiertamente.

—Eso me gusta —sentencio, alzo mi copa y la choco con la suya—. Salud —digo antes de beberme casi la mitad de mi copa de un solo trago. Ian me mira burlón y yo me encojo de hombros.

—Duerme un poco, el viaje será un poco largo. —Asiento, pero en vez de dormir, enciendo la pequeña pantalla que está frente a mi asiento y elijo una película al azar, veré Rápidos y Furiosos 8. Amo esas películas.

Me coloco los auriculares del avión y me concentro en la película, siento la respiración de Ian, cambiar contra mi cabeza y sé que se ha dormido.

Sr. Lombardi. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora