Epílogo ✔️ [Corregido]

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Y entonces sonreíste y no me quedó más opción que quererte.

-Avenida 749

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Narra Ian.


Soy un idiota, debí fingir que no me importaba, debí seguir fingiendo que desconocía que tuvo una relación con mi padre, debí tragarme mis palabras y no haberle contado nada, debí simplemente haberle dicho que utilizaba el apellido de mi madre después de que ella murió y no el de mi padre, debí haber hecho todo lo contrario a lo que hice hace seis días atrás.

Desde que Rose salió llorando de mi habitación, se llevó mi vida consigo, no sé cómo hacer que las cosas más simples del mundo como respirar, comer, dormir o incluso ducharme, tengan sentido, ya no me apetece hacer nada.

Recuerdo la mirada de decepción que me dedicó mi padre después de llegar esa noche de hablar con ella.

Estoy seguro que la vio y estoy seguro que fue él quién le prestó su hombro para consolarla y no me siento celoso por eso, porque fui yo el que la empujó a sus brazos, fui yo el idiota que le prometió que no la lastimaría como él lo hizo y lo cumplí, no la lastima igual, la lastimé aún más

No he visto a mi padre verme a la cara después de ese día, me lo consigo en algunas partes de la casa o la empresa, pero no me habla, ni siquiera me mira y lo entiendo, fui un cabrón.

No tenía derecho de meterme en su vida, es solo que me dolió mucho la muerte de mi madre, me alejé de todos, inclusive mi padre, lo culpé a él por no haberle llevado a un mejor hospital, a uno donde la salvarán.

Ahora entiendo que no fue su culpa, que él no podía hacer nada para salvarla, pero en ese momento era un joven de 19 años que necesitaba a su madre, necesitaba a la mujer de su vida, su único y gran amor, aquella que lo dio todo por él.

Mi padre, por otro lado, se encerró en sus negocios, ignoraba cada una de las cosas que hacía para llamar su atención, claro que no eran las mejores cosas, siempre llamaban de la policía por andar conduciendo ebrio o por el alto ruido de la música, lo decepcioné.

Recuerdo que cuando me llamó esa madrugada para decirme que me quería, me sentí tan molesto, tan furioso.

¿Que había en España que lo está haciendo feliz?

¿Quién estaba haciendo que superara a mamá?

Necesitaba averiguarlo y la única manera que podía hacerlo, era yendo a España. Ese día le dije cosas muy feas, al día siguiente ya estaba acá y quiso arreglar lo que se había roto con la muerte de mi madre, pero no lo dejé, me fui ese día de casa y me quedé con mi tío Leonardo, averigüé dónde se había hospedado y reservé la misma habitación que él utilizaba, tenía solo dos opciones de donde había conocido a la mujer.

Sr. Lombardi. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora