Capítulo 14 ✔️ [Corregido]

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 Si tienes buenos pensamientos van a brillar fuera de tu cara como los rayos del sol y siempre te veras preciosa.

Roald  Dahl - Los Cretinos.

He llegado tarde al trabajo y el culpable fue Marcus, se ha puesto a darme unos besos que me hicieron olvidar del tiempo y del espacio, hasta él, tuvo que haber llegado tarde, pero menos tarde que yo, obviamente

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He llegado tarde al trabajo y el culpable fue Marcus, se ha puesto a darme unos besos que me hicieron olvidar del tiempo y del espacio, hasta él, tuvo que haber llegado tarde, pero menos tarde que yo, obviamente. El lugar donde se iba a reunir estaba a unos ocho minutos en taxi.

En fin, ahora estoy aburridísima. No sé donde se han escondido hoy los clientes, pero en lo que va de mañana, si han entrado unas diez personas, es mucho y eso es extraño. Aún más, siendo temporada y fin de semana. Esteban es el que se está burlando de mí, dice que me quejo cuando hay mucha gente y ahora que no hay nadie, también lo hago. Lo miro molesta, tiene razón, pero soy así.

Nuestra mañana es tan tranquila que me da oportunidad de textear con Marcus. Ya en dos oportunidades me ha regañado por no dejar que se concentre en la reunión, mandándole mensajes con muchos besos y abrazos. Sé lo que hago, quiero provocarlo y aún no sé por qué quiero hacer eso.

Cada tema de conversación serio que saca, yo logro hacer que sea más personal y tentador, hasta ha amenazado con nalguearme si me sigo portando mal. Obviamente que le respondí haciéndome la ofendida, pero para serles sincera, deseo que me castigue de esa manera.

Cuando he leído el mensaje, una corriente se ha apoderado de todo mi cuerpo, concentrándose en mi bajo vientre. Estoy mal, lo sé.

—Rose, ¿me estás escuchando? —Parpadeo un par de veces y me concentro en Esteban y Clara, que me miran de mala manera.

—¿Decías? —pregunto, con una sonrisa tímida.

—Vete a la mierda. —Abro la boca, sorprendida, me es increíble de creer que Clara, haya dicho tal palabrota. Ella ríe escandalosa, Esteban y yo la imitamos.

—Lo que estaba diciendo, es si estás de acuerdo en que vayamos este fin de semana al cine. —Esteban retoma la conversación. Me gustaría decir que sí, pero tendría que consultarlo con Macus. No hemos hecho planes, pero supongo que los tenemos.

Frunzo el ceño al notar que ya estoy haciendo planes con él, en vez de aceptar salir con mis compañeros de trabajo.

¿En qué momento, Marcus Lombardi se volvió tan importante e indispensable para mí?

—¿Entonces? —insiste, Esteban.

—No lo sé, chicos. No tengo planes aún, pero suelo pasar los fines de semana con mi madre y mi abuela. —O solía hacerlo, hasta que Marcus Lombardi llegó a mi vida. Sin embargo, eso lo omito.

—Bueno, te organizas y nos avisas, sería para el domingo en la tarde. —Asiento a las palabras de Clara, ellos vuelven a cambiar el tema. Yo me pierdo de nuevo al recibir otro mensaje de Marcus.

Sr. Lombardi. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora