Podría ponerle pausa a una película siempre y cuando el control remoto este en mis manos, podría decidir entre lo rosa y lo azul, lo blanco y lo negro, el frió y el calor, el día y la noche, lo artificial o natural, la regla es tener el poder de hacerlo. Mi vida se estaba volviendo una decisión que pasaba de manos a manos, sin dueño alguno, ni siquiera yo, mi secreto se convertía en una bola de mentiras que iba creciendo gradualmente hasta lograr pisotearme por completo entre mi propia mierda. El tiempo no perdona, menos cuando ocultas algo que puede causar gran daños a terceros, de todos los ángulos de esta historia, sé que me veo culpable y lo soy aunque eso no debería justificar las malas acciones de otros.
Un baile, la noche frío pero tu traje o vestido caro cubriéndote de él, vas acompañado por quien si aceptó tu patética -tal vez vergonzosa o en algunos casos, pobre- invitación, entras contento de haberlo logrado y no ser el idiota que se va a sentar en las gradas de la cancha con la otra bola de perdedores e inadaptados. Hablemos de ella, ella es la típica chica popular que aceptó tu porquería de invitación para no ir sola y no acabar como el perdedor que tu eras, ella no te llega a los talones porque es más bonita, fresca, popular y menos lampiña que tú, tenía una reputación que cuidar y tu solo estabas como su juguete.
Si tiene sentido para ti o te encontraste identificado, felicidades haz acertado, estamos en el gran baile de graduación.—¿Crees que luce bien mi maquillaje? Todas se echaron más sombras que yo.
—Estas bien Sarah, no necesitas más.
—No, yo no necesito más pero tu necesitas otro traje, pareces un maldito vagabundo apestoso—susurró mientras sonreía saludando a las personas, como princesa a sus súbditos— Eres un maldito.
—Perro para una perra, mi amor que no se te olvide—le dije al oído.
En ese momento que giré mi cabeza lo vi entrar, tan hermoso y delicado, tomado de la mano de Dallon quien vestía un mejor traje que el mío pero no opacaba para nada a Ryan, nadie podría oprimir su gran brillo, ni la tela más cara de todo el mundo, él era hermoso. La mirada mortal que me regaló Dallon hizo que dejará de admirar a Ryan, bajará mi cabeza y actuará como el novio de Sarah, como debía ser.
—Sarah te ves hermosa.
—Gracias Amber, tu vestido azul claro es...—alzó la ceja analizando el vestuario—bonito—terminó la frase con su típica sonrisa hipócrita que tenía.
—Lo creo Sarah, pagué mucho por él.
—La modestia también existe en las Vegas cariño.
—¿En serio? Que bien, que mal que estamos en las Vegas, solo es temática, no lo confundas—me reí—Shadow llega en 10 minutos, tienes que estar listo.
—Lo tengo resuelto.
Amber se fue y Sarah se me quedó viendo.
—Te dije que no quería estar sola ¿Por que mierda subirás a cantar?
—Estaré contigo, lo prometo.
Le sonreí quitándole la preocupación solo por un rato. Solté su brazo y fui por una bebida, el ponche estaba adulterado con un buen vodka, no me era sorpresa, las bebidas con alcohol son claramente necearías en adolescentes en bailes de graduación, solo así nos damos la valentía para hacer o decir ciertas cosas, ya ustedes entenderán.
***
Brandon había llegado por la parte trasera de la escuela, llevaba uno de los trajes de Shadow que le quedó a la medida solo faltaba ponerle el antifaz y así subir al escenario. Jon fue contratado por Brendon para lo del playback y ahí estaba con cara de pocos amigos conviviendo con los otros músicos del equipo que la disquera le daba a Shadow.
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Secret Look |RYDEN| TERMINADA
FanfictionBrendon Urie es un chico de vida algo no tan normal, por las noches canta en un bar con concepto Cabaret y por el día solo es otro adolescente que estudia y trabaja. Esta rutina se ve afectada cuando conoce un chico con el cuál tiene una aventura...