Capítulo 31:"Stay".

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Cayó la noche, Spencer seguía en mi casa tratando de convencerme de que Brendon estaba en peligro pero honestamente no sabía de qué o que, y no quería saberlo. Tenía bastante con todo lo ocurrido y con nuestra última conversación, sentía un dolor inmenso quemando la piel de mi pecho cada que recordaba su rostro o escuchaba su nombre.

—¿Pensar en mí?— le respondí— Nadie en todo este asunto pensó en mí. Él sabiendo la verdad de mi identidad siguió con el juego, le valió una mierda lo que yo sintiera pero por aquí pretendía odiarme, pretendía ser otro y cuando llegó Dallon...

—Brendon pensaba que querías más a Shadow.

— ¿Y cómo podía el saber eso? ¿Eh?

— Deberías preguntarle. No puedes sacar conclusiones concretas sin saber la verdad de ello—le di la espalda, su celular sonó y contestó— ¿Lorem?... Si estoy en casa de Ryan—le volví a mirar— ¡¿Brendon moribundo?!

—¡¿Qué le pasó?!

—Okay, okay. Vamos para el hospital.

Colgó y yo le miraba con desesperación, quería saber qué era lo que sucedía.

—Dime qué pasa—exigí.

—Brendon está en el hospital.

—Vamonos, carajo.

Spencer y yo saltamos al coche y arranqué con velocidad, no me importaba el peligro, no me importaba la maldita velocidad. Él en el fondo me importaba más que todo el mundo a mi alrededor, seguía conduciendo con la desesperación a flor de piel, Spencer me pedía que me calmara pero le ignoraba. Al llegar al hospital, corrí hasta el mostrador pidiendo de inmediato información sobre Brendon Boyd Urie, olvidé que el hospital contaba con elevador y subí las tres escaleras como un corredor de medalla de oro y mi amigo, mi pobre amigo no podía ni respirar.

—Ryan bebé—me dijo Lorem cuando abrí la puerta— Mi amor, ¿Dónde estabas?

— Eso no es lo que importa Lorem.

Brendon estaba en esa cama con los ojos cerrados, me acerque y en cuclillas tomé su mano. Estaban ásperas, sus labios secos y pálidos como el resto de su piel y los ojos sumidos con ojeras, el pelo sucio y con suero a un lado.

—¿Qué fue lo que le pasó?—pregunté tratando de no llorar.

—La chica Vanessa me llamó, lo encontró encerrado en un pequeño cuarto de madera del patio— la miré— El puto viejo lo tenía ahí— lo maldijo enfadada.

La policía llegó una hora más tarde, Lorem explicó la situación y levantó la denuncia, uno de ellos le decía que si Vanessa daba su confesión sería más rápido y fácil, también debían esperar a que Brendon se encontrará conciente para que diera su declaración; creía que él no tenía esa clase de problemas, esa clase de vida. Lorem y yo platicamos a fondo sobre Brendon esa noche en el pasillo de la habitación mientras esperábamos a qué Brendon estuviera estable para ir en contra de su padre.

Su padre desde antes que Brendon naciera, golpeaba y manipulaba a su madre para que esta le obedeciera y no fuera al mundo para cumplir su sueño, Lorem no sabía que era exactamente lo que la mamá de Brendon quería pero si sabía que desde hace mucho planeaba escaparse de ese tóxico matrimonio. Al nacer Brendon, su madre se amargaba cada día que este estaba junto a ella y su padre la trataba peor, Lorem y Joan le aconsejaban, le pedían que si iba a dejar a Boyd que fuera de una buena forma sin abandonar al bebé, pero no fue así.
Una mañana Boyd llegó a la tienda de Lorem preguntando si no habían visto a su esposa, si sabían algo de ella. Así siguió y siguió buscándola por todo Nueva York pero nunca supo o obtuvo algún rastro de ella. De ahí, el señor se perdió en el alcohol y el sexo tanto casual como el de cobranza; su hijo iba creciendo solo y sin amor, viendo a cada chica desconocida en los brazos de su padre como si fuera lo común, lo normal.

Si recordaba que de pequeños cuando le preguntaba por su mamá respondía "Se fue por ahí, nos dejó" y pasaba a otro tema diferente o lo ignoraba haciendo otra cosa.

—Brendon nunca ha podido ser feliz del todo—dijo Lorem bebiendo té—Joan se encargó de verlo en su adolescencia, justo cuando te fuiste a estudiar con Clarissa a ese lujoso instituto. Brendon y Joan estaban juntos la mayoría del tiempo, había ocasiones en que su padre se ponía tan borracho que lo agarraba a golpes y él tenía que venir a dormir a la tienda de Joan, así la pasaba un mes o dos. Su secundaria y media preparatoria no han sido fáciles, por ello, yo me he encargado de él desde que murió tu abuela.

—Mi abuela no me decía nada de él, nos distanciamos cuando me fuí.

— Brendon era su pequeño secreto protegido. Recuerdo que ella le ánimo para que aceptara esa oportunidad de cantar en el cabaret. Shadow existió gracias a tu abuela—me confesó.

—¿Usted sabe de todo este enrollo?—asintió—Ahora lo entiendo, entiendo todo.

—Brendon te ama de verdad, hijo. Tomó malas decisiones eso nadie lo niega pero ¿Qué puedes esperar de una persona que en toda su vida no ha tenido amor? La ausencia de una madre y el descontrol de un macho padre, le hicieron perder la cabeza.

No respondí a eso, trataba de digerirlo. Mi papel de víctima llegaba a su fin esa misma noche, me fuí de nuevo a su lado en la habitación mirando fijo su cara. Mi corazón no dejaba de latir con intensidad cuando veía su rostro, en mi mente los recuerdos con su alter ego y con él mismo me invadía y pintaban una sonrisa en mi rostro, decorando la obra con una lágrima en mi mejilla. Me pasé ahí sin que el tiempo me hiciera peso en los hombros, tuve el tiempo perfecto para pensar y decidir que iba a hacer ahora que sabía su verdad y mi verdad.

— No tienes ni idea de cuanto te quiero, no te imaginas cuanto a durado mi amor hacía en ti, Brendon—dije agachando mi cabeza para ponerme a llorar junto a la cama.

— Y tú no tienes ni la menor idea de cuanto esperé para escuchar esas palabras salir de tu boca, Ryan.

Levanté mi rostro y me sonrió con los ojos llorosos, apretando mi mano derecha.

—No quiero alejarme de ti, no puedo estar sin ti— le dije acariciando su mejilla— Mi hogar está a tu lado.

—Yo no te merezco, Ryan.

— Eso no me importa, yo a ti te quiero y lo otro desde aquí, está olvidado. 

—¿Me perdonas?

Me incliné hacía sus labios y le plantee un pequeño beso.

—Te perdono.

—¿Quien me trajo aquí?

—Una chica que estaba con tu padre, ella te llevó con Lorem y Lorem te trajo al hospital.

—Creo recordarlo un poco. Papá me tenía ahí desde que fue la fiesta de Sarah...

—No es necesario hablar de eso en este momento, lo bueno es que despertaste y prontos saldrás de aquí ¿Okay? —asintió—Le avisaré al doctor y a Lorem.

Iba para la puerta pero me llamó de nuevo.

—¿Qué pasa?— le pregunté.

—¿Te quedarás?

— Estaré aquí todo el tiempo.

Secret Look |RYDEN| TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora