Sin Palabras ||En Físico||

Jurarlo

- El colgante - Tendió su mano, cubierta por un guante de cuero.

Lo miré. Sin moverme ni un centímetro. Aguantándole la mirada, lo que le empezó a molestar, ya que se acercó amenazante, quedando a pocos centímetros de mí. Levanté la cabeza para no apartar la mirada de la suya.

- Tú colgante - Repitió.

Al ver que no iba a dárselo, lo cogió por su cuenta, pero tomé su muñeca con fuerza. Apretó el colgante con rabia, junto a su mandíbula. Noté como mi mano empezaba a arder al cabo de unos segundos, viendo cómo las venas de mi mano se iban tornando grises, para poco después volverse negras. Estaba pasando como con aquel espíritu que desapareció cuando lo tomó del cuello.

- Si no me sueltas, morirás en pocos segundos - Dijo frío. Tomé su muñeca con más fuerza.

Hasta que no soltará el colgante, no le soltaría.

Apreté con fuerza su muñeca al notar como el calor se extendían por mi brazo con rápidez. Dio un tirón fuerte, haciendo que le soltará y arrancándome el collar de mi cuello. Calix desapareció de mi vista, lo que me hizo comprender que lograba verlo por los colgantes que teníamos, si no lo llevaba, era invisible tanto para los espíritus como para mi abuelo y para mí. Mordí mi labio inferior para evitar gritarle, porque sabía que seguía cerca.

- ¿ Tanto miedo tienes a hablar en la calle ? - Reconocí su voz frente a mí.

Miré a mi alrededor, notando que había espíritus cerca y se estaban empezando a fijar en mí, lo que me hizo retroceder unos pasos. Dejé de sentir el brazo por completo; me quité la cazadora de cuero, dejándolo al descubierto. El terror invadió mi cuerpo al ver las venas negras de mi mano hasta mi antebrazo.

- ¿ Agnes ? - Lo tapé con la cazadora, antes de girarme hacia Bradley, quien me traía una botella de agua también - ¿ Estás bien ? - Negué con la cabeza, haciendo que frunciera el ceño.

- Necesito que me lleves a un sitio... - Susurré tan bajo, que ni yo misma me había logrado escuchar bien.

- ¿ A dónde ? - Dijo serio.

- Al hospital a ver a mi abuelo...

Asintió algo extrañado, pero me guió hasta el coche, junto con Brock, que nos seguía de cerca. Miré hacia atrás, viendo a Calix en el mismo sitio en el que había desaparecido segundos atrás. Me dió la espalda y volvió a desaparecer.

(...)

- Gracias, por traerme. Puedes marcharte si quieres - Dejé a Brock tumbado en el césped de la entrada antes de adentrarme en el hospital y entrar al ascensor, pero antes de que se cerraran las puertas Bradley se coló.

- ¿ Seguro que te encuentras bien ? - Dijo con preocupación. Asentí, notando como el calor se expandía por mi cuerpo; volviéndose bastante pesado.

Llegamos a la segunda planta. Me agarré a la pared hasta llegar a la habitación de mi abuelo, evitando las miradas curiosas de algunos pacientes, y las preguntas de Bradley y algunos médicos. Cerré la puerta, evitando que entrara Bradley y caí de rodillas.

- ¿ Qué sucede ? - Preguntó Garret alarmado levantándose de la cama.

- Calix... - Dejé caer mi abrigo, viendo que se había extendido.

- ¿ Y tú colgante ? - Preguntó con nerviosismo.

- Está aquí.