El Control

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- ¿ Estás segura ? - Dijo mi abuelo con desconfianza.

- Sí, he tenido una visión de Bradley - Repetí - Es la primera vez que me pasa, pero estaba ensangrentado y parecía asustado - Susurré ocultando mi rostro con mis manos.

- ¿ Crees que podría ser el siguiente ? - Preguntó Calix de pie frente a mí.

- No lo sé... No estoy segura de nada - Lo miré - Es la primera vez que me pasa esto, no sé si será real, o cómo he podido ver algo así, porque no lo he tocado si quiera - Noté la mano de mi abuelo en mi espalda.

- Cálmate primero y hablaremos de esto al llegar a casa ¿ vale ? - Asentí.

Miré la lápida de Arielle desde el banco en el que nos encontrábamos. Bradley se había ido hace unos minutos después de asegurarse de que estaba bien, y aunque tenía una mala sensación, lo dejé ir con sus amigos. Él no estaba muerto, y aunque lo estuviera; no lo toqué en ningún momento. Tampoco veo el futuro, siempre son los recuerdos del espíritu antes de morir. Me sentía muy confundida  y con mal cuerpo, la sensación de angustia y adrenalina no se me pasaba. Algo me decía que no tenía que pasar esto por alto, aun pudiendo ser mentira.

Los tres fuimos a casa en completo silencio, aunque se nos notaba a todos pensativos. Calix se quedó con mi abuelo en el salón mientras yo subía a mi habitación a ponerme algo cómodo. Fliss se encontraba mirando por la ventana intentando salir, pero algo la echaba hacia atrás una y otra vez. La miré con confusión hasta que se dio cuenta de que estaba detrás suyo.

- ¡ Habéis vuelto ! - Dijo con una sonrisa - Estaba intentando volver, pero la orden no me lo permitía... - Hizo una mueca.

- Fliss - Me miró con una ceja elevada - Me gustaría pedirte una cosa...

- Suelta por esa boquita - Hizo un gesto con la mano.

- Tengo una mala sensación con Bradley, me gustaría que lo vigilaras estos días - Su sonrisa se agrandó.

- Eso ya lo hago sin que me lo pidas - Me hizo un ademán con la mano, quitándole importancia - Cualquier cosa te aviso, lo prometo - Elevó la mano y la otra la posó sobre su pecho.

Busqué algo de ropa cómoda en el armario, tomé un pantalón verde, con bastantes bolsillos y algo ancho, y una camiseta de manga corta negra. Cuando iba a cambiarme, Izan apareció junto a mí; me miró de arriba abajo con una sonrisa pícara, pero Fliss lo echó. Por suerte, sólo me había quitado los zapatos y bajado la cremallera del vestido. Me vestí, y antes de bajar al salón me despedí de Fliss, quien se fue con Bradley.

- Estabas mejor con el vestido medio quitado - Dijo Izan mirándome desde el sofá. Puse los ojos en blanco - He ido a ver a mis padres, hablaban de algo de una habitación de hospital - Fruncí levemente el ceño.

- ¿ Tiene algo que ver contigo ? - Pregunté yendo a la cocina a por algo de comer.

- No sé, tal vez uno de mis amigos se encuentre ingresado todavía - Apareció de nuevo junto a mí - Podríamos ir a comprobarlo - Se encogió de hombros.

¿ Sabes el número de habitación y todo eso ? - Asintió - ¿ Y por qué no has ido tú a comprobarlo ? En menos de un segundo aparecerías allí - Hizo una mueca y retiró la mirada. No quería ir solo - Bien, ahora vamos... - Suspiré cogiendo una manzana.

- ¿ Que iréis a dónde ? - Preguntó mi abuelo entrando a la cocina.

- A comprobar una cosa... - Dije sin más, antes de dar un mordisco a la manzana.

Sin Palabras ||En Físico||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora