- Me voy a comprar, ¿ necesitas algo ? - Negué con la cabeza sin despegar los ojos de mi regazo y mis manos.
Murray suspiró, antes de sentarse a mi lado con la postura algo inclinada para mirarme a la cara. Lo miré con los ojos llenos de lágrimas, haciendo que me abrazara. Apreté con fuerza el arnés de Brock, llegando a hacerme daño por los cortes de mis manos, pero no me importó. Había sido mi culpa su muerte, y a ella, se le podía haber unido la de Murray, pero por suerte no le pasó nada grave.
- Te dejo con Garret, cualquier cosa me llamáis - Dijo al cabo de unos minutos. Asentí, quedándome de nuevo a solas; aunque no por mucho tiempo.
- ¿ Cómo te encuentras ? - Me incorporé de la cama, dejando con sumo cuidado el arnés sobre mi escritorio, antes de mirarlo.
- ¿ Cómo crees ? - Me miró con seriedad - ¿ Me dirás soluciones sobre las sombras o seguirás dándome largas ?
- No te doy largas, simplemente no puedo decirte algo que no sé - Se encogió de hombros.
- Tampoco me das ideas de cómo ayudar a tu hermano, solo me dices su ubicación para que vaya a buscarlo sin saber las consecuencias que llevaría hacer eso - Salí de mi habitación - Si no quieres ayudar, ¿ qué pretendes ? - Me siguió hasta la habitación de Murray; estaba todo patas arriba - Y sigues quedándote callado... - Bufé comenzando a recoger todos los papeles e informes que se encontraban por toda la habitación.
- Ayudo a mi manera - Dijo al cabo de unos segundos apoyado en el marco de la puerta.
Me estaba hartando...
- Pues ve buscando una manera más eficaz de hacer...
- ¿ Con quién hablas ? - La voz de mi abuelo me asustó.
- Con... - Busqué a Egan con la mirada, pero había desaparecido - Hablaba sola - Suspiré haciendo una montaña de papeles sobre el escritorio.
- ¿ Quieres que te haga algo de comer ?
- Ahora comeré cualquier cosa, no te preocupes - Asintió antes de volver a la planta de abajo.
Me retiré de la habitación una hora después, satisfecha al verla completamente ordenada; bajé hasta la cocina y tomé un bol y los cereales. Me senté en la isleta con un pequeño suspiro y centré mi mirada en algún punto de la pared.
Egan no paraba de insistirme desde el día que desperté en el hospital que fuera en busca de Calix, porque sí. ¡ Y por supuesto que quería presentarme ante él ! ,pero no podía. No tenía ni idea de la razón por la que decidió irse ni sabía como ayudarlo, así que no era la mejor opción presentarme ante él sin saber cómo reaccionar.Luego estaba el tema de las sombras, quienes han intentado matarnos y podrían volver hacerlo. No sé tratar con ellas. ¡ Ni si quiera sabía tratar con los espíritus normales ! ¿ Qué demonios debía hacer con miles en un mismo "cuerpo" ? Y por más que preguntara a Egan, no sabía cómo deshacerse de ellas o cómo huir de su punto de mira. Mi abuelo todavía no sabía la verdadera razón del accidente, pero lo único que lograría diciéndoselo es que se pusiera más nervioso.
Solté la cuchara con molestia en el bol y froté mi cara con ambas manos intentando calmarme. Un sonido que conocía a la perfección, me hizo mirar la isleta, viendo a Cristal moviendo sus alas y haciendo que sonaran como pequeños cristales quebrándose. Fruncí el ceño al verla tan nerviosa moviéndose de un lado a otro por el mármol sin parar de chocar sus alas en ningún momento.
- ¿ Qué sucede ? - Me incorporé del taburete lentamente sin apartar mi mirada de ella. Sobrevoló la cocina hasta posarse en la puerta que daba al patio de atrás - ¿ Sucede algo ? - Pregunté aún sabiendo ya la respuesta. Batió una vez, haciendo que al instante mi corazón se acelerara; "Sí ".
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Sin Palabras ||En Físico||
JugendliteraturAgnes es una joven aparentemente común, pero se hace pasar por muda por miedo a su Don: la capacidad de ver espíritus y comunicarse con ellos, al igual que su querido abuelo. Pero esta habilidad no es un don simple, sino una responsabilidad que invo...