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Aún recuerdo la sonrisa que me dio Joao ante aquellas palabras. "lo se, a ti, te descontrolo" esas palabras fueron de broma. Pero el no dijo ni una sola palabra, se limitó a sonreír. Fue una sonrisa de esas que te dedica un niño al preguntarle si hizo una travesura y el la niega, aún, cuando tú sabes que lo hizo.

Miraba por la ventana del auto de mi abuelo, un jeep wrangler rojo que estaba un poco abollado en la parte de atrás por un accidente. El camino era largo y aburrido, no sabia como iba a reaccionar al llegar a mi antiguo hogar y menos al llegar al cementerio. Desde que mis padres fallecieron y fueron sepultados no he pisado ese lugar, soy una cobarde.

Estaba en mi antigua casa, deje mis cosas y me tiré a mi cama. Solo nos quedaríamos esta noche, regresaríamos a casa en la mañana ya que, mi abuelo tiene muchas cosas de que ocuparse en el pueblo.
Mirando al techo comencé a derramar lágrimas otra vez. Los recuerdo invaden mi cabeza y no es fácil lidiar con ellos.
Cuando eres adolescente pasan muchas cosas por tú cabeza, uno de ellos es:
Sino tuviera padres ,podría hacer lo que yo quisiera.
Yo no los tengo y lo único que quiero es traerlos de regreso de donde quiera que estén. Porqué nada de lo que hago es igual, podrás tener los padres más sobre protectores que hayas conocido pero, son tus padres, los que se preocupan y están ahí cuando los necesitas...cuando sientes que ya no puedes más y te hundes,tus padres sol esa  mano de ayuda que te hacen emerger de las profundidades, cuando tus piernas dejan de remar,tus padres son tu ancla, los que te hacen mantener el equilibrio hasta que logres seguir nuevamente.
Yo he perdido mi ancla, y me ahogo en mi propio en mi dolor. A veces nos toca mostrarle una sonrisa al mundo y fingir que todo esta bien para no contagiarlos de nuestro sufrimiento. Y es lo qué hago o intento hacer.

Me levanté de mi cama y me di una ducha de agua cliente, cuando salí sequé mi cabello y salí de mi antigua habitación. La casa es de una planta y cuando estuve en la puerta miré como mis abuelos están abrazados mirando la televisión. Mis abuelos no sé percataron de mi presencia y salí de casa.

Llegue al cementerio a los minutos, no estaba muy lejos pero, caminando podría llegar a ser cansado. Mi papá y mi mamá estaban sepultados al fondo de este, ellos fueron fueron sepultados juntos a petición de mis abuelos y yo lo prefería así.
Me senté en el césped frente a la lápida y me quedé toda la tarde ahí.

Todo lo que he evitado desde que lleguéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora