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Narrador omnisciente.

La morocha se levantó por la alarma de su celular, ya que el día de hoy había un desfile el cual sería a unas cuadras de la casa de Carolina, como todos los años, y días antes ella, Lena y Ori, habían acordado ir juntas a verlo, pero ayer Oriana les había avisado que no podría ir, así que irían solo ellas dos; se metió a duchar, se cambió y cuando ya estaba lista, Lena llegó a su casa y tocó, ambas subieron a la habitación de la morocha y se pusieron a hablar de cualquier cosa como siempre.

- La verdad yo también extraño mucho a Ana, incluso cuando fui a despedirme de ella me dijo qu... - Estaba diciendo la morocha cuando en eso, se mete a Facebook y ve algo que prefirió no haber visto, precisamente una historia que había publicado, nada mas y nada menos que Agustina.

- Que pasa? - Preguntó Lena al ver la cara de su amiga.

La morocha no dijo nada, solo le mostró el celular en la foto, en la cual salían Agustín y Agustina sonriendo.

- Ay - Dijo solamente Lena con un tono triste.

- Para mi que ya andan, he visto varias cosas que... me dan a entender que ay algo entre ellos - Dijo Carolina triste.

- Pero la neta no está bonita, está bien fea - Dijo Lena.

- Se te hace? - Cuestionó la chica y su amiga asintió con una mueca - Pero pues si el es feliz con ella... yo también - Habló la chica siendo honesta con una sonrisa triste.

Bajaron a la cocina para desayunar y cuando terminaron decidieron ir al desfile, caminaron hasta que llegaron a un lugar en donde podudieran verlo tranquilas y ahí se quedaron.

Pasaron varios minutos en los que pasaban varias escuelas aunque nada interesante era algo aburrido, aunque ellas solo iban a ver a los de su escuela y a la escuela de la hermana de Lena. Así que mientras tanto hablaban de cosas sin sentido o cualquier tema al asar.

- Mira ahí vienen - Habló Lena y era cierto, así que de inmediato, comenzó a buscarlo con la mirada, hasta que al fin lo vio y el a ella.

En eso, cruzaron miradas, logrando poner nerviosa a la chica y comenzó a mirar a todas partes, menos a el.

Fue ese momento, en el que Agustín le sonrió y luego, hizo un gesto con la cabeza, como el que se hace para decir: Que onda?, el cual repitió un par de veces mas. Logrando que las piernas de la morocha comenzaran a temblar y a fallar, por lo tanto, no logró ni devolverle la sonrisa ni el gesto, además de que, como había mas personas enfrente, no supo si era hacia ella o a quien.

¡¿Que mierda había sido eso?! ¡¿Por que lo había hecho?! ¡¿Desde cuando le sonreía?! ¡¿Que había significado esa puta sonrisita hermosa?! La había dejado con esa incognita, igual que cuando empezó con las miradas... ahora no solo le bastaba con tener que andar descifrando miradas, ahora también tenía que descifrar esa sonrisa, lo que significaba, aunque le resultaba muy difícil, mas que nada por el hecho de que hace casi dos años que no hablaban.

Pero luego de unos segundos ellos siguieron avanzando y lo perdió de vista.

- Wey, viste eso que acaba de pasar o fue mi imaginación? - Habló Lena emocionada.

- S si, si l lo v vi - Habló la morocha aún en shok por lo que había pasado.

- Wey, no... no puede ser, o sea... siempre te mira, pero... ahora te sonrió - Casi gritó Lena.

- Aún no me lo creo - Habló Carolina con la mirada perdida.

Pasaron varios minutos y ambas aun seguían hablando de lo ocurrido, y la sorpresa que les había causado a ambas.

- Es que wey... sigo en shok - Habló Carolina.

- Yo también y eso que a mi no me gusta - Dijo Lena divertida.

Terminaron de ver el desfile, y decidieron ir a comer a una pizzería, junto con Violeta, su hermana mayor.

Pasaron ahí el rato mientras hablaban, incluso le contaron lo que había pasado con Agustín.

Hasta que decidieron irse a sus casas, primero pasaron a dejar a Carolina a su casa, y luego Lena y Violeta se fueron a su casa.

La morocha al llegar a su casa, se acostó un rato en la cama, y luego decidió hacer las tareas pendientes que tenías, al terminar, tubo que ir a la tienda a comprar unos materiales para una ultima tarea.

Llegó y se encontró con los tres: un señor, una señora y un chico de su edad o un año mayor, los cuales trabajaban ahí.

Al señor lo conocía desde que ella era pequeña, incluso conocía a sus padres.

Siempre que iba el señor le decía que a el chico: Cesar, gustaba de la chica, pero ahora, incluso la señora lo hiso, y cada que decían algo respecto a ellos, el chico solo reía nervioso, al igual que ella, aunque Carolina reía algo incomoda.

Cuando le entregaron lo que pidió, salió casi corriendo de ahí; siempre era lo mismo, al principio pensaba que era broma, pero... cada vez dudaba mas, estaba empezando a creer que era de verdad, al chico le gustaba la morocha.

Inclusive el señor siempre le preguntaba que si tenía novio, o le insinuaba que muchos chicos estaban detrás de la morocha, y siempre le decía cumplidos, diciéndole que no se fuera con cualquier idiota.

Le recalcaba lo linda, responsable e inteligente que era la chica, aunque en ocasiones era algo... incomodo y salía totalmente confundida e incomoda.

Si supiera que era totalmente falso, ella estaba segura de que no había tantos chicos detrás de ella, ni siquiera uno y a ella no le interesaba, lo único que le interesaba era que un morocho en particular se fijara en ella, no le interesaba ningún otro chico mas que ese lindo idiota que solo la confundía con esas malditas miradas hermosas, las cuales aún no lograba descifrar, ni el era claro con lo que sentía por ella.

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MYA♡

Descifrando miradas [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora